Colombia-México: Obama contradice a Hillary Clinton

Carlos Chirinos
BBC Mundo, Washington
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, salió el jueves a poner paños fríos a la polémica entre su país y el gobierno mexicano tras las declaraciones de la secretaria de Estado, Hillay Clinton, quien comparó a México con Colombia "hace 20 años".
Obama contradijo a su funcionaria al negar el parecido entre las realidades mexicana y colombiana.

Todo estaba relativamente tranquilo en el frente sur cuando el miércoles, sin previo aviso, Clinton se sacó de la manga una sorpresiva comparación entre el México actual afectado por bandas narcotraficantes y la Colombia de la década de los años 80.
Mientras algunos en Washington consideran el símil justo, y por tanto temible, en México rechazaron inmediatamente la idea de que estén en la misma situación que el Estado colombiano cuando enfrentaba simultáneamente a carteles de la droga y a una guerrilla cada vez más vinculada al narcotráfico.

Obama negó el parecido en una entrevista concedida al diario La Opinión de Los Ángeles. El mandatario dijo que México es una democracia progresista con una creciente economía y que, por ello, lo que está pasando no puede compararse con Colombia hace veinte años.
Más temprano, el subsecretario de Estado para Asuntos Hemisféricos, Arturo Valenzuela, pidió no "malinterpretar el comentario" de su jefa asegurando que "el término insurgencia (en México) no es lo mismo que insurgencia en Colombia".

A lo largo de la jornada del jueves desde la cancillería estadounidense han insistido en que se trata de casos diferentes, en un esfuerzo por dejar atrás la polémica.

¿Comparación útil?


Pero muchos se preguntan por qué la jefa de la diplomacia escogió ese paralelo de tanto simbolismo en la región y por qué justo este momento para plantearlo.

"No sé exactamente por cuál razón la secretaria Clinton habría dicho eso. No quisiera especular, pero comparar a México con Colombia es algo que tiene lógica hasta cierto punto", aseguró a BBC Mundo, Peter DeShazo, ex subsecretario de Estado para asuntos hemisféricos.
"A lo mejor la secretaria estaba enfatizando la necesidad de seguir con iniciativas muy directas y enfocadas en el caso mexicano, pero también para decir a la opinión pública doméstica en EE.UU. que es importantísimo seguir apoyando a México, lo que es muy positivo", afirmó DeShazo.

En cambio para Andrew Seele, director del programa México del Centro Woodrow Wilson, el comentario de Clinton puede haber tenido una intención pedagógica, porque "en los círculos de poder en Washington hay una tendencia a ver la experiencia colombiana porque es lo que se conoce".
"Yo creo que la lección que quería dar Clinton es que aunque las cosas en Colombia estuvieron muy mal en los 80, al final se fue enfrentando al crimen organizando, empeoró un tiempo la situación, pero el gobierno logró poner cierto control a la situación, y que México va a tener que vivir esos pasos", dijo Seele a BBC Mundo.

"Plan México"

Otros interpretan que Clinton estaría intentado vender la idea, dentro y fuera de EE.UU. de que hay que diseñar una estrategia de combate al narcotráfico similar al Plan Colombia de principios de los 90, que ayudó a que el Estado recuperara el control del país.
Aunque la portavoz de la Oficina de Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado, Virginia Staab, dijo a BBC Mundo "desconocer" si ese sería el caso, destacó las enseñanzas que ofrece el caso colombiano.

México: "Estado fallido"

• Las declaraciones de Clinton reanimaron los argumentos de quienes, desconfiando de su capacidad de manejar al narco, creen que México podría convertirse en un "Estado fallido", como sugirió un informe del Pentágono a principios del 2009.
• Desde que se conoció aquel reporte, el gobierno estadounidense ha negado que sospeche que las estructuras políticas de su vecino del sur estén a punto de colapsar, como sucedió con Afganistán en los años 90, el más reciente caso de un "Estado fallido".

"El éxito de Colombia demuestra que los estados democráticos, comprometidos con la aplicación de la ley y el interés de sus pueblos, con el apoyo de la comunidad internacional, pueden superar el flagelo del crimen transnacional", afirmó Staab.
Tan buena sería esa enseñanza que algunos aseguran que en Washington siempre se piensa en el trabajo que se hizo conjuntamente con Bogotá para controlar a las mafias narcotraficantes.

"Tanto el gobierno mexicano como el gobierno estadounidense a veces piensan en Colombia y en cómo hicieron para controlar en parte al crimen organizado", aseguró Andrew Seele.
La experiencia colombiana demostraría cómo a lo largo de más de una década se logró fortalecer a la policía del país suramericano, mientras el ejército se enfrentaba a la insurgencia guerrillera.

"Controlar grupos criminales es tarea de fuerzas policiales y no del ejército y es algo que en México tienen que enfocarse. Tienen que mejorar la calidad de la policía y de la administración de justicia", aconsejó De Shazo, quien actualmente dirige el Programa de América del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington.

Ejemplo colombiano


DeShazo, asegura que la Iniciativa Mérida, con la que desde 2007 EE.UU. apoya con asesoría y finanzas la lucha antinarcóticos del gobierno mexicano, fue influenciada por el Plan Colombia.
"Pero una de las lecciones de Colombia es que la iniciativa tiene que venir del país que está afectado y EE.UU. puede jugar un papel importante pero no va a ser la influencia predominante", afirmó DeShazo.
Desde que llegó al poder Barack Obama planteó ampliar el alcance de la Iniciativa Mérida incluyendo el tema de la seguridad fronteriza, el reforzamiento de la institucionalidad mexicana y la construcción de comunidades económica y socialmente más sanas.

Un militar patrulla en México a las afueras de Monterrey.
Andrew Seele recordó a BBC Mundo que por mucho que algunos quieran reproducir la experiencia colombiana al sur de la frontera hay grandes diferencias, como que "en México no puedes tener militares estadounidenses como había en Colombia".
La presencia de tropas estadounidenses en su territorio es una posibilidad que siempre ha negado el gobierno mexicano. Una excepción se hizo con el pequeño contingente que desfilará en la conmemoración del bicentenario de la independencia.
La tarde del miércoles el portavoz del Departamento de Estado, Phillip Crowley, en un encuentro con la prensa extranjera en Washington, pareció querer cerrar la polémica sancionando que "México no es Colombia".

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