Santa Cruz, crisol de lo plurinacional, alberga celebración por cumpleaños 185 de Bolivia
Santa Cruz, Abi
Bolivia celebraba el viernes el 185 aniversario de su independencia, por primera en la ciudad oriental de Santa Cruz, pulmón económico y la región más poblada del país andino amazónico, bajo la impronta de su Estado plurinacional.
El acto central de la celebración patria se escenificará en el salón Chiriguano, el más emblemático de la ferial Expocruz, a su vez el mayor símbolo de la pujanza de esta región, la más industrializada del país, donde la bicameral Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) cumplirá una solemne sesión y el presidente Evo Morales pronunciará un discurso.
De despuntado desarrollo desde la década de los '70 con recursos procurados por los fibrósicos mineros de los Andes bolivianos, Santa Cruz, emplazado en las tierras bajas de Bolivia, en el Precámbrico o Escudo Brasileño, se ha convertido en el punto de mayor confluencia de pobladores carenciados de todas las regiones del país.
Lo mismo que Potosí y Sucre en el siglo XIX y La Paz en el XX, Santa Cruz, que generó en los últimos lustros hasta 2005 casi el 40% del Producto Interior Bruto boliviano, recibe una inmigración de hasta 5.000 bolivianos carenciados del Ande y subandino y también de zonas amazónicas, por año.
Tales actuaciones, de la ALP y Morales no tienen antecedente en la historia boliviana de 185 años y se verifican a 400 km de Sucre, capital constitucional de Bolivia y sede histórica de festejos cívicos de este tipo, y a 900 km de La Paz, que acoge al Ejecutivo y Legislativo y donde se festejó a lo largo del siglo XX el cumpleaños de Bolivia, fundada el 6 de agosto de 1825.
La sesión de la ALP rendirá homenaje tácito a Vicente Soane y Vicente Caballero, patricios de Santa Cruz que en medio de la Guerra de Guarayos recorrieron las 380 leguas que separaban Santa Cruz de la Sierra de Sucre para rubricar el acta de la independencia de Bolivia el 6 de agosto de 1825, en las tierras del Alto Perú y losw indios Charcas.
Los "cruceños recibimos con orgullo y con los brazos abiertos, con la calidez y hospitalidad que nos caracteriza" a destacados de los tres poderes del Estado, significó la senadora por Santa Cruz, Gabriela Montaño.
Su colega Rina Aguirre, de Tarija, exaltó que por primera vez en la historia boliviana, la fiesta de la patria englobará a las 36 naciones originarias consagradas en la carta constitucional vigente.
La efeméride 185 de Bolivia se celebra en el marco de la "construcción de la esperanza, de un nuevo estilo de vida, de una nueva forma de convivir entre nosotros, con 36 nacionalidades, pero con un espíritu de amplitud que nos hace ver que la diversidad es una riqueza antes un obstáculo", dijo la senadora invidente.
En la tierra de Soane y Caballero, que el patriota Adolfo Ibáñez intentó 40 años más tarde declarar autónoma del poder central de La Paz, en tiempos del gobierno del militar Agustín Morales, el presidente Evo Morales promulgará una ley que modifica la otorgación de áreas para la explotación del Mutún, mayor yacimiento mundial de hierro en el extremo oriente de Bolivia, por parte de la siderúrgica india Jindal.
Evo Morales también anunciará el descubrimiento, por la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, de dos promisorios acopios de gas natural.
El descubrimiento reciente de ambos yacimientos que incluso se pusieron ya en trance primitivo de explotación, aumentará significativamente la reserva probada y probable de gas del país que en medio de una confusión de medición, por consorcios internacionales, oscila entre los 19 y 49 trillones de pies cúbicos (TCF, por su cifrado en inglés).
El rango de ambas cifras inscribe a la boliviana como la segunda reserva más importante de Sudamérica, detrás de la de Venezuela, de 147 TCF.
La celebración patria, que ya estalló este mismo jueves en todas las ciudades capitales (9) y las 70 intermedias del país, donde se verificaron sendos desfiles escolares y militares, contiene una rara pugna por la homologación de la multicolor Whipala, insignia de los pueblos andinos y subandinos indígenas de Bolivia.
El político empresarial Comité Pro Santa Cruz, que contuvo, entre 2006 y 2008, la más radical y violenta oposición al mandatario indígena de izquierdas, reducido en la actualidad a condición marginal, ha renegado de la Whipala y aceptado a regañadientes el festejo en que se izará sólo la enseña tricolor (rojo, amarillo y verde) del país y se dejará de lado, por lo menos en los actos oficiales, la bandera albiverde de Santa Cruz, por decisión de autoridades locales.
Bolivia festejará su cumpleaños 185 en la región más rica y extensa de su territorio de 1,1 millones de km2, donde, pese a su gran infraestructura, la oferta hotelera está a punto de colapsar en circunstancias de mayor operación de su aeródromo internacional, Viru Viru en los últimos tiempos.
La celebración tendrá espacio en la ahora pacífica Santa Cruz -en cuyos edificios flamean las banderas boliviana y local- cruzada estos días por corrientes de aire frío que ha descendido tensionalmente los termómetros y donde Morales debió amagar, entre agosto y setiembre de 2008, una intentona de quiebre institucional combinada por grupos económicamente poderosos, líderes civiles y prefectos y azuzada por poderes transnacionales.
La sesión legislativa y alocución presidencial se materializarán en momentos en que una organización civil, el Comité Cívico Potosinista (COMCIPO), ha convertido a esa región sudoccidental en un quebradero de cabeza donde se han escuchado voces, para la opinión pública local, "destempladas", que claman a Potosí como zona federada en Bolivia.
Medidas de presión por medio, el COMCIPO reclama carreteras, plantas de cemento y de fundición y, lo más paradójico, la solución, en el acto, de un diferendo secular de límites en la confluencia con el también sureño departamento de Oruro.
El vicepresidente Alvaro García Linera pidió el jueves al COMCIPO que mantiene hace casi dos semanas bajo su control un camino que articula a Tarija, además de Potosí y Oruro, deponer las medidas de fuerza para celebrar en paz a la patria.
"Hoy, 5 de agosto, vísperas del 6 de agosto, les pedimos levanten su medida, vayamos a celebrar el día de la patria", afirmó durante una conferencia de prensa dictada en el edificio de la Vicepresidencia en La Paz.
El mandatario demandó al Comité Cívico Potosinista (COMCIPO) un gesto de condescendencia hasta el sábado y, luego, lo más probable desde el lunes o desde el mismo domingo, restablecer "inmediatamente las mesas de trabajo para ir resolviendo los temas que requiere el desarrollo del departamento de Potosí", donde un civil demandó, incluso, federalismo.
El Vicepresidente estimó la aislada e individual postura como parte, sin embargo, del proceso autonómico en que se han sumergido los 9 distritos bolivianos, en arreglo a su carta constitucional.
"Mañana, 6 de agosto, ojalá los hermanos potosinos den un cuarto intermedio y levanten su medida, rindan su honor a la patria, por esa Bolivia por la que tanto han peleado los potosinos, por la que tanto sacrificio han dado y en honor a ese 6 de agosto todos los bolivianos, al margen de esas diferencias y de nuestras tensiones, podamos rendir, como se debe, el homenaje a la Patria, sin medidas de presión, sin huelga general indefinida, sin huelga de hambre", afirmó García Linera.
El dignatario significó que el gobierno del presidente Morales ha emplazado todos sus esfuerzos por generar el desarrollo de Potosí, cuya representación civil, el COMCIPO, exige la conclusión de la carretera que conecta esa región andina con su vecina de Tarija, en los contrafuertes de la cordillera de los Andes; además de la reactivación de la fundidora de Karachipampa, concesionada en 2005 a una empresa canadiense, Atlantis.
También la instalación en el territorio de la jurisdicción departamental de una fábrica de cemento y, con acento, una solución política a la demarcación de límites entre las poblaciones de Coroma, en Potosí, y Quillacas, en Oruro, nudo gordiano del conflicto.
Luego de repasar las gestiones del Ejecutivo, anteriores a la protesta y denunciar las acciones del COMCIPO y otras organizaciones regionales a contramano de un proyecto de Morales, en 2006, para reactivar Karachipampa, una fundidora instalada en los años '70 y discontinuada a principio de la década siguiente por la caída tensional de la cotización internacional de metales, y de garantizar la conclusión de esa vía que articulará el sur, con el suroccidente y sudeste bolivianos, García Linera proclamó que, pese las especulaciones y versiones tendenciosas, "estamos entregando recursos" para el despegue de Potosí.
"Se está haciendo una mezcla entre regalías, impuestos, ingresos del gas" para potenciar el erario departamental, porque, reconoció, "Potosí ha dado mucho a Bolivia" y es hora de la retribución, cuando el país ingresa importantes montantes por concepto de la exportación de hidrocarburos.
Bolivia celebraba el viernes el 185 aniversario de su independencia, por primera en la ciudad oriental de Santa Cruz, pulmón económico y la región más poblada del país andino amazónico, bajo la impronta de su Estado plurinacional.
El acto central de la celebración patria se escenificará en el salón Chiriguano, el más emblemático de la ferial Expocruz, a su vez el mayor símbolo de la pujanza de esta región, la más industrializada del país, donde la bicameral Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) cumplirá una solemne sesión y el presidente Evo Morales pronunciará un discurso.
De despuntado desarrollo desde la década de los '70 con recursos procurados por los fibrósicos mineros de los Andes bolivianos, Santa Cruz, emplazado en las tierras bajas de Bolivia, en el Precámbrico o Escudo Brasileño, se ha convertido en el punto de mayor confluencia de pobladores carenciados de todas las regiones del país.
Lo mismo que Potosí y Sucre en el siglo XIX y La Paz en el XX, Santa Cruz, que generó en los últimos lustros hasta 2005 casi el 40% del Producto Interior Bruto boliviano, recibe una inmigración de hasta 5.000 bolivianos carenciados del Ande y subandino y también de zonas amazónicas, por año.
Tales actuaciones, de la ALP y Morales no tienen antecedente en la historia boliviana de 185 años y se verifican a 400 km de Sucre, capital constitucional de Bolivia y sede histórica de festejos cívicos de este tipo, y a 900 km de La Paz, que acoge al Ejecutivo y Legislativo y donde se festejó a lo largo del siglo XX el cumpleaños de Bolivia, fundada el 6 de agosto de 1825.
La sesión de la ALP rendirá homenaje tácito a Vicente Soane y Vicente Caballero, patricios de Santa Cruz que en medio de la Guerra de Guarayos recorrieron las 380 leguas que separaban Santa Cruz de la Sierra de Sucre para rubricar el acta de la independencia de Bolivia el 6 de agosto de 1825, en las tierras del Alto Perú y losw indios Charcas.
Los "cruceños recibimos con orgullo y con los brazos abiertos, con la calidez y hospitalidad que nos caracteriza" a destacados de los tres poderes del Estado, significó la senadora por Santa Cruz, Gabriela Montaño.
Su colega Rina Aguirre, de Tarija, exaltó que por primera vez en la historia boliviana, la fiesta de la patria englobará a las 36 naciones originarias consagradas en la carta constitucional vigente.
La efeméride 185 de Bolivia se celebra en el marco de la "construcción de la esperanza, de un nuevo estilo de vida, de una nueva forma de convivir entre nosotros, con 36 nacionalidades, pero con un espíritu de amplitud que nos hace ver que la diversidad es una riqueza antes un obstáculo", dijo la senadora invidente.
En la tierra de Soane y Caballero, que el patriota Adolfo Ibáñez intentó 40 años más tarde declarar autónoma del poder central de La Paz, en tiempos del gobierno del militar Agustín Morales, el presidente Evo Morales promulgará una ley que modifica la otorgación de áreas para la explotación del Mutún, mayor yacimiento mundial de hierro en el extremo oriente de Bolivia, por parte de la siderúrgica india Jindal.
Evo Morales también anunciará el descubrimiento, por la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, de dos promisorios acopios de gas natural.
El descubrimiento reciente de ambos yacimientos que incluso se pusieron ya en trance primitivo de explotación, aumentará significativamente la reserva probada y probable de gas del país que en medio de una confusión de medición, por consorcios internacionales, oscila entre los 19 y 49 trillones de pies cúbicos (TCF, por su cifrado en inglés).
El rango de ambas cifras inscribe a la boliviana como la segunda reserva más importante de Sudamérica, detrás de la de Venezuela, de 147 TCF.
La celebración patria, que ya estalló este mismo jueves en todas las ciudades capitales (9) y las 70 intermedias del país, donde se verificaron sendos desfiles escolares y militares, contiene una rara pugna por la homologación de la multicolor Whipala, insignia de los pueblos andinos y subandinos indígenas de Bolivia.
El político empresarial Comité Pro Santa Cruz, que contuvo, entre 2006 y 2008, la más radical y violenta oposición al mandatario indígena de izquierdas, reducido en la actualidad a condición marginal, ha renegado de la Whipala y aceptado a regañadientes el festejo en que se izará sólo la enseña tricolor (rojo, amarillo y verde) del país y se dejará de lado, por lo menos en los actos oficiales, la bandera albiverde de Santa Cruz, por decisión de autoridades locales.
Bolivia festejará su cumpleaños 185 en la región más rica y extensa de su territorio de 1,1 millones de km2, donde, pese a su gran infraestructura, la oferta hotelera está a punto de colapsar en circunstancias de mayor operación de su aeródromo internacional, Viru Viru en los últimos tiempos.
La celebración tendrá espacio en la ahora pacífica Santa Cruz -en cuyos edificios flamean las banderas boliviana y local- cruzada estos días por corrientes de aire frío que ha descendido tensionalmente los termómetros y donde Morales debió amagar, entre agosto y setiembre de 2008, una intentona de quiebre institucional combinada por grupos económicamente poderosos, líderes civiles y prefectos y azuzada por poderes transnacionales.
La sesión legislativa y alocución presidencial se materializarán en momentos en que una organización civil, el Comité Cívico Potosinista (COMCIPO), ha convertido a esa región sudoccidental en un quebradero de cabeza donde se han escuchado voces, para la opinión pública local, "destempladas", que claman a Potosí como zona federada en Bolivia.
Medidas de presión por medio, el COMCIPO reclama carreteras, plantas de cemento y de fundición y, lo más paradójico, la solución, en el acto, de un diferendo secular de límites en la confluencia con el también sureño departamento de Oruro.
El vicepresidente Alvaro García Linera pidió el jueves al COMCIPO que mantiene hace casi dos semanas bajo su control un camino que articula a Tarija, además de Potosí y Oruro, deponer las medidas de fuerza para celebrar en paz a la patria.
"Hoy, 5 de agosto, vísperas del 6 de agosto, les pedimos levanten su medida, vayamos a celebrar el día de la patria", afirmó durante una conferencia de prensa dictada en el edificio de la Vicepresidencia en La Paz.
El mandatario demandó al Comité Cívico Potosinista (COMCIPO) un gesto de condescendencia hasta el sábado y, luego, lo más probable desde el lunes o desde el mismo domingo, restablecer "inmediatamente las mesas de trabajo para ir resolviendo los temas que requiere el desarrollo del departamento de Potosí", donde un civil demandó, incluso, federalismo.
El Vicepresidente estimó la aislada e individual postura como parte, sin embargo, del proceso autonómico en que se han sumergido los 9 distritos bolivianos, en arreglo a su carta constitucional.
"Mañana, 6 de agosto, ojalá los hermanos potosinos den un cuarto intermedio y levanten su medida, rindan su honor a la patria, por esa Bolivia por la que tanto han peleado los potosinos, por la que tanto sacrificio han dado y en honor a ese 6 de agosto todos los bolivianos, al margen de esas diferencias y de nuestras tensiones, podamos rendir, como se debe, el homenaje a la Patria, sin medidas de presión, sin huelga general indefinida, sin huelga de hambre", afirmó García Linera.
El dignatario significó que el gobierno del presidente Morales ha emplazado todos sus esfuerzos por generar el desarrollo de Potosí, cuya representación civil, el COMCIPO, exige la conclusión de la carretera que conecta esa región andina con su vecina de Tarija, en los contrafuertes de la cordillera de los Andes; además de la reactivación de la fundidora de Karachipampa, concesionada en 2005 a una empresa canadiense, Atlantis.
También la instalación en el territorio de la jurisdicción departamental de una fábrica de cemento y, con acento, una solución política a la demarcación de límites entre las poblaciones de Coroma, en Potosí, y Quillacas, en Oruro, nudo gordiano del conflicto.
Luego de repasar las gestiones del Ejecutivo, anteriores a la protesta y denunciar las acciones del COMCIPO y otras organizaciones regionales a contramano de un proyecto de Morales, en 2006, para reactivar Karachipampa, una fundidora instalada en los años '70 y discontinuada a principio de la década siguiente por la caída tensional de la cotización internacional de metales, y de garantizar la conclusión de esa vía que articulará el sur, con el suroccidente y sudeste bolivianos, García Linera proclamó que, pese las especulaciones y versiones tendenciosas, "estamos entregando recursos" para el despegue de Potosí.
"Se está haciendo una mezcla entre regalías, impuestos, ingresos del gas" para potenciar el erario departamental, porque, reconoció, "Potosí ha dado mucho a Bolivia" y es hora de la retribución, cuando el país ingresa importantes montantes por concepto de la exportación de hidrocarburos.