Donald Trump confirmó la muerte de la agente de la Guardia Nacional que fue baleada cerca de la Casa Blanca
El presidente de Estados Unidos lamentó la pérdida de Sarah Beckstrom y reveló que el segundo guardia herido permanece en estado crítico bajo atención médica intensiva
InfobaeEl presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este jueves la muerte de Sarah Beckstrom, una de las dos miembros de la Guardia Nacional que fueron baleados el miércoles cerca de la Casa Blanca.
Trump comunicó la noticia poco antes de una videollamada con tropas estadounidenses por el Día de Acción de Gracias.
“Justo antes de salir al aire, acabo de saber que Sara Beckstrom de West Virginia, una de las guardias de las que hablamos, muy respetada, joven, persona magnífica, empezó a servir en junio de 2023, sobresaliente en todos los sentidos, acaba de fallecer. Ya no está con nosotros. Nos está mirando desde arriba”, expresó el mandatario estadounidense.
El líder republicano lamentó la pérdida y destacó el compromiso y la calidad humana de la soldado asesinada.
“Fue atacada salvajemente. Está muerta. No está con nosotros. Increíble persona. Sobresaliente en cada aspecto, en cada departamento. Es horrible”, dijo visiblemente afectado.
Trump también precisó que el otro guardia nacional herido sigue en estado crítico y lucha por sobrevivir.
“El otro joven está luchando por su vida. Está en muy mal estado,” afirmó el presidente, al tiempo que solicitó apoyo y oraciones para el militar internado tras el ataque ocurrido a poca distancia de la residencia presidencial.
El gobernador de Virginia Occidental, Patrick Morrisey, también reaccionó a la noticia.
“Hace unos momentos, la especialista Sarah Beckstrom falleció a causa de las heridas sufridas durante el horrendo tiroteo de ayer. Este no es el resultado que esperábamos, pero es el resultado que todos temíamos”, dijo.
“Sarah sirvió con coraje, determinación extraordinaria y un sentido inquebrantable del deber hacia su estado y su nación. Respondió al llamado de servir, dio un paso al frente voluntariamente y cumplió su misión con la fortaleza y el carácter que definen lo mejor de la Guardia Nacional de West Virginia”, agregó el funcionario.
Este jueves, el director del FBI, Kash Patel, brindó detalles sobre el ataque en una conferencia de prensa en Washington.
Autoridades federales y locales identificaron al sospechoso del tiroteo como Rahmanullah Lakanwal, de 29 años, un ciudadano afgano que había trabajado con las fuerzas aliadas estadounidenses durante la guerra en Afganistán.
Consultado sobre su trabajo anterior con la CIA, Trump dijo que el atacante “se volvió loco, y eso pasa con esta gente”.
Patel calificó el ataque como “un atroz acto de terrorismo” y confirmó que el FBI allanó viviendas tanto en Washington como en San Diego, donde incautó celulares, computadoras, iPads y entrevistó a familiares de Lakanwal.
La fiscal federal Jeanine Pirro detalló que Lakanwal viajó por carretera hasta la capital y emboscó a Beckstrom y Wolfe cuando patrullaban cerca de la Residencia Ejecutiva.
Según Pirro, el atacante utilizó un revólver Magnum .357 para disparar primero contra Beckstrom y luego alcanzar a Wolfe.
Lakanwal fue herido antes de ser arrestado y enfrenta cargos de agresión con intención de matar y posesión de arma durante un delito violento, aunque podría ser procesado por asesinato en primer grado.
La investigación apunta a que el atacante actuó solo. Las autoridades señalan que Lakanwal llegó a Estados Unidos en 2021 como parte de la Operación “Aliados Bienvenidos”, un programa de reasentamiento impulsado en ese momento por la administración Biden para acoger a afganos que colaboraron con fuerzas estadounidenses.
Tras el atentado, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración anunció la suspensión indefinida de los trámites migratorios de ciudadanos afganos mientras se revisan los protocolos de seguridad y antecedentes.
La fiscal Pam Bondi adelantó que el atacante enfrentará cargos federales de terrorismo, mientras que el ex director de la CIA John Ratcliffe reveló que Lakanwal colaboró con unidades respaldadas por la agencia durante la guerra.
“A este individuo, y a tantos otros, nunca se les debería haber permitido venir aquí”, indicó Ratcliffe en un comunicado.

