Trump advirtió que podría enviar misiles Tomahawk a Ucrania si Putin no cesa la guerra

El mandatario estadounidense indicó que todavía no tomó una decisión final, aunque confirmó que trató el asunto con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, en dos llamadas telefónicas mantenidas el fin de semana

El mandatario señaló que aún no tomó una decisión definitiva, pero confirmó que habló del tema con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, durante dos conversaciones telefónicas realizadas este fin de semana.

(A Ucrania) le gustaría tener Tomahawk. Hablamos de eso, y ya veremos. Para ser sincero, quizás tenga que hablar con Rusia sobre los Tomahawk. ¿Quieren tener misiles Tomahawk dirigiéndose hacia ellos? No lo creo”, declaró Trump a periodistas a bordo del avión presidencial, poco después de partir de Washington hacia Oriente Medio.

El presidente estadounidense admitió que la medida representaría una escalada del conflicto. Zelensky solicita desde hace tiempo este tipo de armamento a Washington.

Un misil de ataque terrestre
Un misil de ataque terrestre Tomahawk (TLAM) es lanzado desde el crucero de misiles guiados USS Cape St. George (REUTERS/U.S. Navy/Intelligence Specialist 1st Class Kenneth Moll/ARCHIVO)

El Tomahawk Land Attack Missile (TLAM) es un misil de crucero de largo alcance, empleado principalmente por la Marina de Estados Unidos, tanto desde buques de guerra como submarinos, y diseñado para ataques profundos contra objetivos terrestres.

Según información de la Armada estadounidense y del fabricante RTX, el proyectil mide 5,6 metros, pesa alrededor de 1.510 kilogramos y alcanza hasta 2.400 kilómetros, distancia suficiente para situar a Moscú y otras ciudades rusas dentro de su radio de acción si fuera lanzado desde territorio ucraniano.

Su capacidad de vuelo a altitudes muy bajas, entre 30 y 90 metros, junto con su reducida sección transversal, dificulta su detección por radar. Está propulsado por un motor turbofán de baja emisión térmica, lo que también complica su rastreo por sensores infrarrojos.

El sistema de guía combina navegación inercial y radar TERCOM (Terrain Contour Matching), que compara el terreno real con mapas digitales almacenados, logrando una precisión estimada de unos 5 metros. Además, puede recibir nuevas órdenes en pleno vuelo y transmitir imágenes de sus objetivos antes del impacto.

Según información de la Armada
Según información de la Armada estadounidense y del fabricante RTX, el proyectil mide 5,6 metros, pesa alrededor de 1.510 kilogramos y alcanza hasta 2.400 kilómetros, distancia suficiente para situar a Moscú y otras ciudades rusas dentro de su radio de acción si fuera lanzado desde territorio ucraniano.

La incorporación de los Tomahawk representaría una ampliación sustancial de la capacidad ofensiva de Ucrania. Actualmente, el país dispone de misiles de largo alcance, aunque ninguno con el alcance o la capacidad destructiva de este modelo.

El misil Neptune, desarrollado por Ucrania y utilizado para hundir el crucero ruso Moskva, tiene un alcance de unos 600 kilómetros. Los ATACMS estadounidenses alcanzan hasta 300 kilómetros, mientras que los Storm Shadow, entregados por Reino Unido y Francia, llegan a unos 250 kilómetros.

Con los Tomahawk, Ucrania podría amenazar instalaciones militares y logísticas rusas situadas a cientos de kilómetros de la frontera, obligando a Moscú a redistribuir sus defensas y recursos estratégicos.

El Tomahawk cuenta con más de tres décadas de historial operativo. Fue utilizado por primera vez durante la Guerra del Golfo en 1991 y posteriormente en Irak, Bosnia, Libia, Sudán, Yemen y Afganistán.

Lanzamiento de los misiles Tomahawk que EEUU podría entregar a Ucrania

Cada unidad tiene un costo aproximado de 1,3 millones de dólares, de acuerdo con estimaciones del Pentágono. La división Raytheon de RTX fabrica los misiles, y Estados Unidos planea adquirir 57 unidades en el año fiscal 2026, además de modernizar sus sistemas de guía.

Según el presidente Volodimir Zelensky, la petición de Ucrania para obtener los Tomahawk se haría a través de una venta a países europeos, que luego transferirían los misiles a Kiev, un procedimiento utilizado en otras entregas de armamento.

La decisión final sobre este pedido pondrá a prueba escalada y nivel de apoyo de la administración Trump a Ucrania y su evaluación sobre los riesgos de una directa con Rusia en una etapa clave del conflicto.

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