Real Madrid-Barcelona / El Madrid cancela su deuda

El equipo de Xabi Alonso se impone al Barça con una primera mitad completísima y goles de Mbappé y Bellingham. Szczesny, el mejor culé. Vinicius montó el número al ser cambiado. Tangana final.

Luis Nieto
As
Confirmar los cambios climáticos lleva tiempo, pero el primer Clásico del curso dejó más que en suspenso esa abrumadora superioridad del Barça de Flick. Cierto es que compareció afeitado en el Bernabéu, pero por momentos se vio zarandeado por un Madrid necesitado de enmienda, con uñas y dientes, firme, ordenado y con filo. Bellingham y Vinicius simbolizaron ese propósito de enmienda hasta que este lo estropeó al ser sustituido. Mbappé ya venía enmendado. Ahora, además de eficaz, es influyente. Sin duda, el principal responsable de los cinco puntos de ventaja del líder.


El Barça se quedó en Pedri, siempre excelente aunque acabara expulsado, Fermín, siempre fiable, y Szczesny, su inesperada figura. El cuarto hombre debió ser el indomable (también fuera del campo) Lamine Yamal. Gran parte del combustible que le quedaba lo quemó delante de Ibai Llanos. O lo volcó en el vestuario del Madrid. Acabó mejor que empezó. Se va con una cuenta pendiente, como también la defensa del Barça, que fue de algodón.

Xabi Alonso tenía donde elegir y puso a Camavinga, cuarto centrocampista que aún tiene pendiente dar el estirón, en lugar de Mastantuono, presunta estrella en construcción, en cierto modo muy en la línea de un proyecto del que solo ha visto el piso piloto. Así el zurdo Camavinga acabó donde no se había visto hasta ahora, como insólito interior derecho, tapón de Balde. Flick, en cambio, le encargó a Sorg tirar con lo puesto. Su capacidad de maniobra quedaba casi reducida a la elección de los dos centrales y Araújo, como se preveía, se quedó sin silla. Un once muy potable, pero un banquillo corto para reaccionar sobre la marcha.

El Madrid cancela su deuda
Así marcó Mbappé el 1-0.Susana Vera

La salida explosiva del Madrid derivó en polémica, salsa picante de cualquier Clásico. Antes de cumplirse dos minutos, Vinicius recortó en el área y en el momento del disparo se cruzó la pierna de Lamine Yamal, que acabó recibiendo el golpe. La cuestión por resolver es quién llegó primero. Para el VAR fue el azulgrana, avisó a Soto Grado y este revocó su decisión de pitar penalti.

El Madrid cancela su deuda


Un primer vistazo al encuentro sirvió para dar fe de que el Barça está muy educado en la elaboración y el Madrid no la necesita. Así que mientras el equipo de Flick se quedaba la pelota sin darle un gran uso, el de Xabi recurría a la energía atómica, Mbappé. Bastó un balón perdido por Fermín ante Güler para que el francés mandara un misil desde 20 metros que superó a Szczesny. El VAR, por segunda vez, pasó el blanco a negro. Por un cuarto de juanete se decidió que el gol era ilegal mientras el Bernabéu invocaba a Negreira.

El Madrid cancela su deudaFermín empató con este remate.JAVIER GANDUL

El Barça vivía al milímetro. De hecho, lleva año y medio haciéndolo. Doce meses atrás, en el Bernabéu, midió excelentemente. Ahora ha perdido un punto de timing. Así que en el segundo intento Mbappé arrancó en tiempo y forma ante un envío de Bellingham y cruzó su remate a la red con tal destreza como si Szczesny no hubiera estado allí.

El error de Arda Güler

El partido era abrumadoramente de un Madrid en las antípodas del derbi: presión feroz y colectiva, superioridad en las segundas jugadas y habilidad para sortear la trampa del offside. Así fue coleccionando ocasiones: un disparo sin ángulo de Mbappé, otro más franco y más flojo de Huijsen, una rosca colocada de Vinicius, un tiro raso de Bellingham. Todas las sacó Szczesny, a esas alturas el mejor azulgrana, mala noticia para los de Flick.

El Barça tomó aire brevemente por un sabotaje involuntario de Arda Güler. Se durmió al borde del área propia y ahí estaba Pedri para hacérselo pagar. La jugada pasó por Rashford y Balde y el remate final fue de Fermín, el centrocampista con mejor llegada de la Liga.

Pasó muy poco tiempo en que el resultado fuese contra la corriente del juego. El Madrid era muy superior y recuperó de inmediato su ventaja en un centro pasadísimo de Vinicius que Militao puso de cabeza casi en la línea de gol y ahí estaba Bellingham para empujarla. Esa capacidad para encontrar objetos perdidos está entre sus especialidades.

El penalti fallado

A vuelta del descanso el Madrid le dio una segunda vida al Barça. El VAR recomendó un penalti por mano de Eric Garcia, que existió, y Szczesny hizo la parada del partido en el lanzamiento de Mbappé. El polaco era el más inocente del mal encuentro de su equipo. También Fermín, que disparó por dos veces sin colocación, la segunda tras un esprint espectacular.

El Madrid cancela su deudaBellingham decidió el choque a puerta vacía.Susana Vera

El tren que le ofreció Szczesny pareció no dejarlo pasar esta vez el Barça y hundió al Madrid con ese juego posesivo, envolvente, siempre dirigido por Pedri. También asomó al partido por primera vez Lamine Yamal, aunque sin acierto inicial. En el equipo de Xabi Alonso comenzó a tomar protagonismo su tejido industrial, el excelente Tchouameni principalmente. A la tarea se sumó Camavinga cuando Brahim ocupó la banda derecha.

El Madrid cancela su deudaSzczesny le paró un penalti a Mbappé. JESUS ALVAREZ ORIHUELA

El segundo ajuste fue cambiar a Rodrygo por Vinicius y ahí el 7 montó un número absurdo: abrió los brazos, gesticuló, rehuyó a Xabi y se fue directo al vestuario (luego volvió). Un mal gesto en el peor momento. El genial Fontanarrosa lo diagnosticó hace muchos años como desgarro del egocentrismo a la altura de la vanidad.

De ahí al final el Barça cumplió con el protocolo de quien va por detrás, apretó con Lamine como verso libre y con Araújo de nueve. Cercó el área de un Madrid ya muy fatigado. Con un banquillo mejor quizá hubiese rascado el punto, pero con lo que tenía no dio le dio para más en un duelo que acabó en feísima tangana. El Madrid ya le había hackeado el plan en el primer tiempo.

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