Qué es “La Cosa Nostra” y cómo se relaciona con el fraude de apuestas que involucra a figuras de la NBA
El FBI confirmó que la mafia italoamericana de Nueva York está detrás de la red criminal que llevó al arresto de atletas como Terry Rozier, Chauncey Billups y Damon Jones
Las autoridades federales informaron que estos esquemas generaron beneficios ilícitos por decenas de millones de dólares a lo largo de varios años. Los acusados están vinculados con las familias mafiosas Bonanno, Gambino, Genovese y Luchesse, históricas redes delictivas italoamericanas que se han mantenido activas pese a décadas de persecución judicial y cambios regulatorios en el sector de las apuestas.
El director del FBI, Kash Patel, calificó los delitos como “alucinantes”, en referencia a la sofisticación tecnológica usada para manipular resultados y apuestas. El Departamento de Justicia de Estados Unidos detalló, en conferencia de prensa, que existían dos causas principales: una relacionada con apuestas deportivas internas en la NBA y otra vinculada al amaño de partidas de póker de alto riesgo mediante sistemas electrónicos avanzados.

La Cosa Nostra, también conocida como la mafia estadounidense, es una organización criminal de origen siciliano que se consolidó en diversas ciudades de Estados Unidos a inicios del siglo XX, especialmente en Nueva York, Chicago y Filadelfia. Su estructura está basada en “familias” que controlan diversas actividades ilícitas, como el juego ilegal, la extorsión, el narcotráfico y el lavado de dinero.
El punto de inflexión en la consolidación del poder de la mafia italoamericana en Nueva York ocurrió en 1931, cuando Salvatore Maranzano estableció a los líderes de las cinco principales organizaciones criminales italianas de la ciudad y se proclamó capo di tutti capi (“jefe de todos los jefes”). Su asesinato dio paso a un modelo de gestión compartida, conocido como la Comisión, órgano colegiado que dirigía los intereses conjuntos de las familias y resolvía disputas internas.
Las conocidas Cinco Familias —Gambino, Lucchese, Genovese, Bonanno y Colombo— dominaron la escena criminal estadounidense desde la Gran Depresión en la década de 1920, tejiendo amplias redes de influencia en sectores económicos y laborales, así como el control de actividades ilícitas, como las apuestas y la droga. El liderazgo de figuras célebres como Carlo Gambino, John Gotti (Gambino), Tommy Lucchese y Vito Genovese marcó décadas de violencia interna, alianzas temporales y acceso a recursos y protección a gran escala.

La estabilidad de algunas familias contrastó con periodos de violencia y sangrientas guerras internas. Casos como el asesinato de Paul Castellano (Gambino), la infiltración del FBI a través de agentes encubiertos como Joe Pistone (“Donnie Brasco”) en los Bonanno, y los célebres robos como el Lufthansa Heist vinculado al clan Lucchese, mantienen la notoriedad del fenómeno mafioso en el imaginario público y la crónica judicial estadounidense.
A finales del siglo XX, un proceso judicial histórico marcó el declive del poder público de la mafia. El Juicio contra la Comisión de la Mafia inició en 1985 bajo la conducción del entonces fiscal Rudolph Giuliani, con los jefes: Carmine Persico (Colombo), Philip Rastelli (Bonanno), Paul Castellano (Gambino), Tony Corallo (Lucchese) y Tony Salerno (Genovese), imputados por cargos de extorsión, asesinato y apuestas ilegales en virtud de la Ley RICO. Esta legislación permitió a las autoridades federales acusar y condenar a los líderes por su participación como miembros de una empresa criminal, sentando a los capos en el banquillo de los acusados y obteniendo condenas de cien años de prisión para la mayoría.
A pesar de los golpes legales, los remanentes de La Cosa Nostra han logrado sobrevivir y adaptarse. La mafia mantuvo operaciones ocultas en sectores como la construcción, los sindicatos y las apuestas ilegales, recurriendo al asesinato, la extorsión y el silencio (concepto al que llaman “omertà”) como mecanismos de control y protección interna.
Vínculo con la investigación sobre apuestas en la NBA

La reciente investigación federal detectó dos modalidades. La primera involucra apuestas deportivas realizadas a partir de información privilegiada de partidos y jugadores de la NBA, en la que participaron, según los fiscales, figuras como Terry Rozier (Miami Heat). Las autoridades sostienen que Rozier y otros transmitieron datos internos antes de partidos, lo que permitió ganancias fraudulentas al manipular apuestas en línea y plataformas legales de juego.
La segunda causa judicial se refiere a una serie de partidas de póker amañadas en locales de Nueva York, Las Vegas, Miami y Los Hamptons. En este caso, los acusados emplearon cartas marcadas, lentes especiales, mesas con rayos X y maquinaria alterada para identificar cartas y enviar información en tiempo real a una persona infiltrada en cada partida. Entre los señalados, se encuentra también el entrenador Chauncey Billups y el exjugador Damon Jones.
El fiscal Joseph Nocella Jr. describió el caso como “uno de los más descarados esquemas de corrupción deportiva desde la legalización de las apuestas deportivas en línea”, indicando que solo en el póker se defraudó al menos siete millones de dólares a las víctimas, que eran invitadas a participar con la promesa de compartir mesa con profesionales del deporte (“face cards”) y desconocían que la mesa estaba manipulada en su contra.
Según las autoridades, la mafia se encargaba de organizar los juegos ilegales, proteger la operatividad de las partidas y facilitar el cobro de deudas por vía extralegal. Además, las ganancias eran lavadas empleando empresas fachada y criptomonedas, adaptando los métodos tradicionales a nuevas plataformas digitales.
Por su parte, la NBA emitió un comunicado en el que informó sobre la suspensión inmediata de Rozier y Billups mientras se desarrolla la investigación, y manifestó su colaboración con las autoridades federales. La liga declaró que “la integridad del juego es prioridad máxima” y se encuentra revisando los expedientes judiciales correspondientes.


