Estados Unidos tiene bajo custodia a dos sobrevivientes del ataque a una embarcación de narcotraficantes en el Caribe
La operación fue autorizada por el presidente Donald Trump en el marco de la ofensiva militar antidrogas cerca de las costas venezolanas
La detención, que se efectúa a bordo de un buque de guerra estadounidense en aguas internacionales, se produce en el marco de la operación militar iniciada por el presidente Trump hace seis semanas para combatir el narcotráfico, según detallaron los funcionarios estadounidenses al New York Times. Con este hecho, el Gobierno enfrenta un dilema jurídico y político sobre el destino de los prisioneros: liberarlos, transferirlos a la justicia civil o reclamarlos como detenidos de guerra indefinidos, abriendo una serie de desafíos legales hasta ahora poco abordados por la administración.
La administración de Trump, que ha intensificado el despliegue militar en el Caribe y la presión sobre el régimen venezolano de Nicolás Maduro, a quien acusó de liderar el Cartel de los Soles, aún no ha otorgado detalles sobre este último incidente, a pesar de que en acciones previas se difundieron videos y cifras de víctimas. Los cinco ataques iniciales, reconocidos por el mandatario, causaron la muerte de 27 personas; con este nuevo operativo, la cifra ascendería al menos a 29 muertos.
El cambio de enfoque, de permitir que la Guardia Costera intercepte barcos a ejecutar ataques armados letales y considerar a los sospechosos como “combatientes ilegales”, ha sido fundado por el presidente Trump en la existencia de un “conflicto armado” contra cárteles de la droga, calificados por su administración como organizaciones terroristas.
El contexto de estas operaciones se enmarca en el aumento de la presencia de tropas y recursos estadounidenses en el Caribe, incluidas naves de guerra, cazabombarderos F-35, un submarino nuclear y 6.500 efectivos, conforme a información transmitida a Reuters por sus fuentes. El presidente Trump ha autorizado a la CIA a intensificar operaciones encubiertas dentro de Venezuela, incrementando las especulaciones acerca de los objetivos estratégicos de Washington en la región y las posibles implicaciones para el régimen de Maduro.
Ni el Pentágono ni la Casa Blanca han emitido comentarios públicos sobre el último ataque ni sobre la situación de los dos detenidos.