Boca ama vivir en la cornisa
Por impericia de su doble nueve, un regalo en bandeja para el VAR, un Paredes terrenal, un Palacios que desapareció con la desventaja, la indecisión del DT y un banco en quiebra, el Xeneize se volvió a complicar en la tabla anual. A Barracas, a todo o nada.
Fueron siete las chances claras que tuvieron Merentiel y Giménez en la tarde-noche de la Bombonera ante Belgrano. El uruguayo, que acumula solo 3 goles en 16 partidos como titular en el ciclo Russo-Úbeda, participó bien en dos (linda pared con Barinaga y buen remate que tapa Cardozo a los 25 segundos, y buena asistencia en el área a Giménez a los 24’) y mal en tres (a los 19’ define mal por arriba del arquero tras gran pase de Palacios, a los 48’ encara y centra mal para Giménez y a los 92’ recibe una tremenda bocha de cachetada de Paredes y tarda en definir o centrar ante el achique del uno).
Giménez tuvo tres, ninguna positiva: a los 24’ recibe de Merentiel en el área, elude bien al arquero pero le queda atrás y saca un pif sin arquero; a los 94’ cabecea al travesaño ante la mala salida de Cardozo y a los 97’ no llega a conectar abajo del arco un centro fuerte de Zeballos.
En este preocupante racconto se empieza a explicar por qué Boca no rascó ni un punto de local ante Belgrano, pero hubo más motivos. Marchesín no dio (ni da) seguridad. Di Lollo le sirvió en bandeja un penal al VAR. Blanco alternó buenas con muy malas en ataque. A Paredes se lo notó cansado, demasiado posicional, lejos de la dinámica de partidos anteriores más allá de algún toque de distinción como el “tomá y hacelo” a Merentiel sobre la hora.
Battaglia participó poco y mal y en el 2T ocupó un lugar en ofensiva que lo expone. Aguirre se apagó muy rápido. Palacios desapareció con la desventaja. ¡Y el segundo y tercer cambio de Úbeda fueron a los 90! Algo que habla de las indecisiones del DT y también del flojo recambio que tiene el club más grande de la Argentina: Janson y Braida (refuerzo de este CT) eran las otras opciones ofensivas que quedaron en el banco…
Lo poco positivo que dejó la derrota: Zeballos entró encarador, picante y desequilibrante, como para ser titular ante Barracas, una visita de “riesgo” en la que hay que sumar de a tres sí o sí para recuperar el puesto de Copa Libertadores en la tabla anual. Boca ama vivir en la cornisa…
PD: la conducción de Dóvalo fue pésima, forzando una pose de duro que no le sirvió para evitar que Belgrano le hiciera todo el tiempo del mundo en la cara, que creyó solucionar dando 9 minutos: solo de VAR y circo ¡antes del penal se fueron 7’36”! Y si sumamos cambios y el show de los calambres, era para dos dígitos largos. Piri li IFI is bistiri…
