La defensa está maldita
Rosario de desgracias en la línea defensiva: sin Trent, Rüdiger y Huijsen ante el Espanyol. Se repite la historia del curso pasado.
El Real Madrid arrancó la temporada 2024-25 el 14 de agosto de 2024, en Varsovia contra la Atalanta en la Supercopa de Europa, con una defensa formada por Carvajal, Militao, Rüdiger y Mendy. Sobre el papel, la línea defensiva titular para esa temporada, la de gala para los partidos grandes. Pero algo pasó por el camino: el último duelo de esa Liga que estaba a punto de empezar, en casa contra la Real Sociedad, la defensa estuvo compuesta por Lucas Vázquez, Tchouameni, Asencio y Fran García. El mundo al revés.
Qué pasó entre medias? Pues de todo: Carvajal se rompió tres ligamentos de una rodilla de golpe, Militao sufrió su segunda rotura de cruzado en poco más de un año, Mendy acumuló un nuevo rosario de lesiones musculares, Alaba tardó más de un año en regresar de su cruzado roto y lo hizo a bajo nivel y sufriendo una rotura de menisco, Rüdiger también pasó por el quirófano para arreglar un menisco partido... Una serie de calamidades que hicieron polvo el último año del proyecto de Carlo Ancelotti en el Real Madrid.
Al Real Madrid, a nivel de club, no le gustó cómo se comportó el equipo en defensa durante toda la temporada. Una crítica para el técnico de entonces, pero también un reconocimiento de que las constantes ausencias habían hecho mucha mella en la fiabilidad de la zaga merengue. Y se actuó en consecuencia cuando llegó el mercado: una enorme inversión de 118 millones de euros en tres defensas como Trent (10), Huijsen (58) y Carreras (50).
Dos son titulares confirmados, otro se juega el puesto con Carvajal y Xabi Alonso parece decidido a permitir que aporten sus argumentos en constantes rotaciones. Pero una vez más, han llegado las desgracias en la defensa: en los dos últimos partidos, el Madrid ha perdido a cuatro zagueros entre lesiones y sanciones. Y al tolosarra le tocará lidiar con ello en los duelos venideros.
Empezando por el que mide este sábado al Madrid con el Espanyol en el Santiago Bernabéu. Para ese choque, están confirmadas las ausencias de Rüdiger, con un problema muscular grave que le tendrá de baja casi tres meses, y Trent, que cayó a los cinco minutos del estreno de Champions ante el Marsella en casa. “Vamos a esperar un poco, igual no es tan grave como podía parecer...”, decía Xabi tras el partido. Pero una vez explorado, el daño es más importante de lo previsto. Sufre una lesión muscular en el bíceps femoral y estará entre seis y ocho semanas de baja, por lo que se pierde, aparte de lógicamente el Espanyol, partidos tan relevantes como el derbi del 27 de septiembre o el Clásico del 26 de octubre, al que llegaría muy justo dependiendo de la evolución. Casi descartado.
Y para ese choque ante el Espanyol faltará también, en principio, Huijsen, tras su expulsión en Anoeta. El Madrid tiene presentó alegaciones previas a la sanción y agotará las vías de apelación, pero ya e ha caído un duelo de sanción, incluso después de que el CTA haya admitido que su agarrón debió ser sancionado sólo con amarilla.
“Tenemos que ser creativos”
Si hay milagro y le quitan la sanción, estará disponible. Si no, Xabi tendrá que elegir dos centrales de entre un Militao que ya empieza a acumular muchos minutos tras sus dos lesiones de cruzado, un Alaba lejos de su pico de forma y un Asencio con poco rodaje. Y siempre cabe la opción de hacer experimentos, como cambiar de dibujo o colocar a jugadores como Tchouameni o Valverde en la zaga. Xabi no se cierra puertas: “Tenemos que ser creativos a la hora de encontrar soluciones”.
Y en el próximo partido de Champions el 30 de septiembre, en la ciudad kazaja de Almaty ante el Kairat, a casi 6.500 kilómetros de Madrid, nuevo marrón para Xabi. Ahí le faltarán Carvajal, expulsado por su cabezazo a Rulli, Rüdiger, Rüdiger y Trent. Y ya veremos si alguien más, pues hasta entonces el equipo aún debe disputar tres partidos de Liga (Espanyol, Levante y Atlético de Madrid). Con la suerte que viene teniendo el Madrid en defensa... A Xabi en este asunto ya le pitan los oídos de forma permanente.
