El 42% de las muertes por cáncer se debe a factores de riesgo prevenibles, según un estudio en The Lancet
Se trata de una investigación global liderada por una científica del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud en EE.UU. Advirtió que las cifras de nuevos casos y muertes por cáncer continuarán en aumento hacia 2050. Cuáles fueron sus recomendaciones
En ese año, el cáncer causó 10,4 millones de muertes y 18,5 millones de nuevos casos, cifras que han aumentado un 74% y un 105% respectivamente desde 1990.

El estudio fue realizado por el grupo Global Burden of Disease Study Cancer Collaborators, liderado por la doctora Lisa Force del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (más conocido como IHME, que es la sigla en inglés), una organización de investigación independiente de la Universidad de Washington en Seattle, Estados Unidos.
También colaboraron expertos internacionales y el apoyo de Fundación Gates, St Jude Children’s Research Hospital y Fundación St Baldrick’s.
Las implicancias de este hallazgo son relevantes para la salud pública mundial: millones de muertes prematuras por cáncer podrían evitarse si se redujera la exposición a factores de riesgo conocidos.
El doctor Theo Vos, coautor del estudio, que “con cuatro de cada diez muertes por cáncer vinculadas a factores de riesgo establecidos, como el tabaco, la mala alimentación y el azúcar alto en sangre, existen enormes oportunidades para que los países actúen sobre estos riesgos, al prevenir casos de cáncer y salvar vidas”.
Cáncer: muertes evitables y factores de riesgo

El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo y su carga sigue en aumento, lo que genera presión sobre los sistemas de salud.
Los investigadores del nuevo estudio explicaron que, aunque existen avances en el tratamiento y la prevención, la mayoría de los países no dispone de datos actualizados ni de políticas suficientes para controlar el cáncer.
El objetivo principal de su investigación fue estimar la carga global, regional y nacional del cáncer entre 1990 y 2023, identificar qué parte de esa carga se debe a factores de riesgo evitables y proyectar la evolución del cáncer hasta el año 2050.
El contexto que motivó el estudio incluye la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU de reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles, como el cáncer, para 2030.
Sin embargo, los investigadores advierten que el ritmo actual de reducción es insuficiente para alcanzar ese objetivo.

Para hacer el trabajo, los investigadores analizaron 47 tipos de cáncer y 44 factores de riesgo, como el tabaco, el alcohol, la obesidad, la contaminación del aire y los riesgos laborales.
Utilizaron datos de registros de cáncer, sistemas de registro civil y entrevistas a familiares de personas fallecidas por cáncer.
Se aplicaron modelos estadísticos avanzados para estimar la incidencia, la mortalidad y los años de vida perdidos por discapacidad (DALY, por sus siglas en inglés) en 204 países y territorios.
Además, se calcularon las muertes atribuibles a cada factor de riesgo y se hicieron proyecciones hasta 2050.
Qué encontraron

En 2023, los diferentes tipos de cáncer fueron responsables de 271 millones de años de vida perdidos por discapacidad (DALY) a nivel global.
El 65,8% de las muertes y el 57,9% de los casos nuevos ocurrieron en países de ingresos bajos y medios.
El tabaco resultó ser el principal factor de riesgo, responsable del 21% de las muertes por cáncer en todo el mundo. En los países de menores ingresos, el sexo no seguro fue el principal riesgo, vinculado al 12,5% de los fallecimientos por cáncer.
También se identificaron diferencias entre hombres y mujeres. En 2023, el 46% de las muertes por cáncer en hombres se relacionó con factores de riesgo evitables, frente al 36% en mujeres.

Para los hombres, los riesgos principales fueron el tabaco, la dieta poco saludable, el consumo elevado de alcohol, los riesgos laborales y la contaminación del aire.
En las mujeres, destacaron el tabaco, el sexo no seguro, la mala alimentación, la obesidad y el azúcar alto en sangre.
Las proyecciones indican que, si no se intensifican las acciones de prevención y control, el número de nuevos casos de cáncer aumentará un 61% y las muertes un 75% para 2050. Se alcanzarían los 30,5 millones de diagnósticos y 18,6 millones de fallecimientos anuales.
Más de la mitad de los nuevos casos y dos tercios de las muertes se concentrarán en países de ingresos bajos y medios.
Hallazgos sobre el cáncer en América Latina

El estudio publicado en The Lancet incluyó datos de América Latina, aunque la mayor parte de los resultados globales se centró en la comparación entre grupos de ingresos.
En la región, como en otros países de ingresos medios, la incidencia y la mortalidad por cáncer aumentó en las últimas décadas.
Las tasas ajustadas por edad muestran que, mientras en los países ricos la mortalidad por cáncer bajaron, en América Latina y otras regiones de ingresos bajos y medios las tasas y el número absoluto de casos siguen en ascenso.
El acceso desigual a servicios de diagnóstico temprano y tratamiento de calidad agrava la situación en la región.

Los investigadores destacaron que la falta de datos de calidad y la escasez de registros de cáncer en varios países latinoamericanos dificultan la planificación de políticas efectivas.
Subrayaron la importancia de fortalecer los sistemas de vigilancia y de invertir en prevención, diagnóstico y tratamiento oportuno para reducir la carga del cáncer en la región.
Impacto global y proyecciones

Tras la investigación, los científicos alertaron que el cáncer seguirá siendo un problema de salud global creciente, con un impacto desproporcionado en los países con menos recursos.
Aunque la reducción de las tasas de mortalidad ajustadas por edad es alentadora, no basta para alcanzar los objetivos internacionales de reducción de muertes prematuras por cáncer.
Entre las limitaciones del estudio, los investigadores mencionan la falta de datos de calidad en muchos países, la exclusión de algunos factores infecciosos vinculados al cáncer y la imposibilidad de prever el impacto de futuras innovaciones médicas.
Además, el análisis no incorpora los efectos de la pandemia ni de los conflictos recientes sobre la carga del cáncer.

Como recomendación principal, el equipo urge a los gobiernos y organismos internacionales a priorizar la prevención del cáncer en sus políticas de salud, especialmente en los países de ingresos bajos y medios.
“El aumento del cáncer en estos países es un desastre inminente”, advirtió el doctor Meghnath Dhimal, que forma parte del Consejo de Investigación en Salud de Nepal.
Consideraron que existen intervenciones costo-efectivas para reducir la carga del cáncer y que es necesario un enfoque interdisciplinario y colaborativo para implementar soluciones.
Mejorar los resultados en cáncer a nivel global exige reducir las desigualdades en el acceso a servicios de salud, diagnóstico oportuno y tratamientos de calidad, para que todas las personas reciban la atención que necesitan, donde y cuando la necesiten.