B. Dortmund - Athletic / Ante el muro amarillo y sin Nico

El Athletic visita a un Borussia Dortmund invicto esta campaña. Prueba de madurez para el equipo de Valverde ante la grada más caliente de Europa.

Alfonso Herrán
As
Ante el famoso muro amarillo y sin Nico Williams. Tampoco está Berenguer. Los dos jugadores más en forma del frente ofensivo bilbaíno. No puede ser más himalayesca la gesta. Pelea con pocas armas ante la grada de animación más grande y mítica del mundo, ubicada en la Tribuna Sur del Signal Iduna Park, un sector que no tiene parangón en cuanto a mística y atmósfera en ningún otro sitio, con 25.000 hinchas enfervorecidos que forma parte de un feudo colosal, la envidia de Europa, para más de 80.000.


Para silenciar semejante bulla hace falta tener mucha personalidad y futbolistas de enorme calibre. No es algo de lo que carezca el Athletic, qué va, pero es que los leones llegan sin su gran estrella y con el síndrome de la clase media, es decir, esas penurias que acechan a casi todos los equipos españoles ajenos a la estratosfera de Madrid, Barcelona y Atlético, cuando compaginan Liga y el principal torneo continental. Por suerte, este choque en Alemania se ha escapado de septiembre, un mes nefasto para los rojiblancos. Han dejado pasar esa hoja de calendario con tres derrotas ligueras y un empatito ante el colista Girona. Para buscar un registro de tropiezos similar en la competición doméstica hay que agrupar nada menos que los 32 partidos anteriores. A todo ello se sumó el tropiezo, este más que lógico, en el estreno continental ante el Arsenal.

Muchas explicaciones sobre este bache se encuentran en la baja de la referencia del equipo a día de hoy, un Nico Williams ausente en esta serie tan mala, que también ha coincidido con Valverde en la grada por una larga sanción de cuatro partidos. Pues bien, el 10 sigue fuera y habrá que ver si está disponible el fin de semana ante el Mallorca en una cita posiblemente más trascendente que la de hoy. Su lesión en el aductor está siendo una faena. Su sola presencia podía haber sido un golpe moral impresionante, y, de paso, amedrentador para los alemanes. El Athletic está jugando bien, pero falla en el último tercio del campo y para eso el mejor antídoto sería el extremo internacional. Pero es que Iñaki y Sancet, las otras figuras del equipo, distan de ser los de la temporada anterior. En los extremos va muy debilitado el equipo y en el pivote no están Prados ni Vesga, así que la cosa no anda mucho mejor. Yeray se encuentra sancionado e Izeta no fue inscrito en la Champions. Así que viajaron los jóvenes Adrián Pérez e Ibon Sánchez. Al menos, Laporte regresa al torneo que levantó en 2023, con el City.

El que sí está y también impone es el local Guirassy, que ha marcado 15 goles en sus primeros 19 partidos de la Champions. Se codea con los más grandes: los jugadores con más goles en sus primeros 20 partidos en la competición son Haaland (25), Soldado y Van Nistelrooy (ambos con 16). Y qué decir de Adeyemi, una bala endiablada que ha anotado en los tres últimos compromisos.

Al Athletic no se le da mal lo que le llega desde la Bundesliga. Lleva seis partidos sin perder contra equipos alemanes (cuatro victorias y dos empates), y ha ganado tres de los últimos cuatro, incluido el más reciente, 3-2 en casa contra el Hertha Berlín en la fase de grupos de la Europa League 2017-18. Había empatado 0-0 fuera de casa, lo que supone tres citas sin caer en terreno germano (dos victorias y un empate). Pero, claro, esto es la Champions, una historia diferente. La derrota por 0-2 ante el Arsenal en la primera jornada de la actual edición significa que el Athletic ha cedido sus tres últimos partidos europeos, ya que se incorpora a la serie de semifinales del curso pasado en la Europa League ante el United. Hoy deber romper la racha negativa para no entrar en la historia más lúgubre, ya que nunca ha hincado la rodilla en cuatro consecutivos.

Ha llovido desde el último triunfo a domicilio en la Champions, desde aquel 0-1 ante el Shakhtar Donetsk en la quinta jornada de la temporada 2014-15. Por contra, el cuadro del Ruhr solo ha perdido uno de sus últimos 18 partidos del torneo en su fiera guarida (once victorias y seis empates). En general, suma cuatro triunfos y tres igualadas en sus últimos ocho compromisos, solo una derrota. No es el fiero rival de la era reciente pero no conviene despreciar a un equipo que se encuentra invicto este año y que aborda su décima participación consecutiva en el gran torneo del Viejo Continente. En el torneo doméstico sólo se ha dejado puntos en la primera jornada, en un empate a tres goles ante el St. Pauli y después ha venido contando sus partidos por victorias, lo que le ha permitido situarse en el segundo lugar de la clasificación, con dos puntos por debajo del intratable Bayern Múnich.

En el concierto internacional, viene de un empate de lo más sonoro a cuatro goles ante la Juventus en Turín, con dos tantos recibidos en el tiempo añadido. La victoria por 3-1 en casa contra el Barcelona en el partido de vuelta de los cuartos de final de la temporada pasada puso fin a la racha de cuatro derrotas consecutivas del Dortmund contra clubes españoles, aunque acabó cayendo eliminado por perder por 4-0 en la Ciudad Condal. En casa, en el también denominado Westfalenstadion, el BVB sólo ha sucumbido en dos de sus últimos 13 partidos contra equipos de LaLiga (siete victorias y cuatro empates), aunque solo ha ganado tres de los últimos nueve (cuatro empates).

Kovac suele optar por una defensa con tres centrales y un centro del campo con dos carrileros que juegan de forma bastante ofensiva y que pueden ser Couto y Svensson. En el doble ocho el técnico tendrá que elegir a la pareja entre Sabitzer, Nmecha y Gross, con mayores opciones para los dos primeros. A Guirassy pueden flanquear Adeyemi y Beier, ambos con velocidad y llegada. Hoy es su bautismo en su temible feudo.

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