Todo empieza en Huijsen
A falta de un ‘cinco’, Xabi Alonso ha encontrado en el central su pieza clave para la salida de balón. Ante el WSG Tirol, fue el mejor en todas las estadísticas.
Las cifras respaldan la impresión que dejó sobre el césped. Huijsen, disputando 77 minutos, fue el jugador con más intervenciones de todo el encuentro, acumulando 120 toques de balón, muy por delante de Militao, segundo en esta estadística con 84. Ese volumen de juego se tradujo en 111 pases totales, de los cuales 104 (un 93,7%) encontraron su destino con precisión.
Su visión y capacidad técnica también quedaron patentes en el desplazamiento en largo: lideró este apartado con 16 envíos a distancia, acertando en 13 de ellos. Además, dio 20 pases en el último tercio -con un 80% de precisión-. Estas cifras reflejan su confianza para romper líneas y habilitar a compañeros como Arda Güler e incluso Mbappé en zonas avanzadas.
No es la primera vez que vemos algo parecido del natural de Ámsterdam en el Real Madrid. No necesitó más de dos partidos como futbolista merengue en el Mundial de Clubes para convertirse en el jugador con más pases exitosos y pases que rompían líneas (incluso que terminaban en el último tercio del campo). El día de su presentación, Dean aseguró que encajaba bien en el juego de Xabi, y lo demuestra en cada partido con una madurez impropia de su edad.
En un equipo acostumbrado a contar con centrales de perfil sobrio y posicional, como Rüdiger o Militao, la actuación del exjugador del Bournemouth ante el Tirol ofreció un matiz distinto: la combinación de solidez defensiva y ambición creativa desde la primera línea de construcción.
Huijsen no solo se limita a cumplir en las labores de contención, sino que interpreta cada inicio de jugada como una oportunidad para acelerar el juego y conectar con los hombres más determinantes. Su tendencia a asumir responsabilidades en la salida de balón recuerda, en cierto modo, a la figura del líbero moderno, capaz de alternar rigor táctico con un papel protagonista en la generación ofensiva.
Para Xabi Alonso, que afronta la temporada con la misión de integrar nuevos automatismos sin perder la identidad de juego, disponer de un central con esa capacidad de dirección representa una ventaja táctica.
Puente natural
En ausencia de un mediocentro organizador clásico, Huijsen actúa como puente natural entre defensa y centro del campo, absorbiendo la presión rival y distribuyendo con criterio. Esa doble función de defender y crear le otorga un valor diferencial en un Real Madrid que busca fórmulas para mantener su fluidez ofensiva.
De continuar con este nivel de precisión y volumen de juego, el joven zaguero seguirá consolidándose como el central titular de garantías -y de estilo propio- en el once del técnico tolosarra. A falta de un ‘cinco’, Huijsen es la solución para la salida de balón. Todo empieza en él.