Los secretos detrás de la camiseta de Boca elegida como la más linda de la historia

Oscar Tubío, el hombre que diseñó el uniforme del Xeneize campeón del Metropolitano ´81, contó los detalles de su creación luego de su reestreno en esta Liga Profesional. La charla con Alberto J. Armando, la ausencia del famoso escudo y los números blancos.

Joaquín Grasso
TyC
En una votación organizada por la revista española Panenka, la camiseta de Boca utilizada por primera vez en la temporada 1981-82, fue elegida como la más linda de la historia del fútbol. Con más de 100.000 participantes, la encuesta presentaba 150 opciones distintas. Oscar Tubío, el creador del polémico diseño, sin el escudo en el pecho y con números blancos, contó los secretos de cómo se llevó a cabo todo el proceso.

En septiembre de 2017, la revista británica Four Four Two la eligió como la segunda camiseta más linda de la historia del fútbol: "Es difícil pensar en una unión más perfecta entre el equipo icónico, el jugador y el uniforme”. En 2021 Boca reestrenó aquel modelo del Metropolitano 1981. El de las cuatro estrellas que se abrazaron para siempre al corazón del hincha. El de los números blancos. El del primer y único título de Diego Armando Maradona con el equipo de su vida.

Para gran parte del pueblo xeneize, los famosos astros que enmarcan las iniciales del club nacieron con aquella conquista del equipo de Silvio Marzolini en el amanecer de los ´80. Su origen, no obstante, se remonta un par de temporadas atrás. “Las estrellitas habían aparecido en la camiseta de 1978. Eran azules y estaban en la parte amarilla, pero nadie las vio. La gente recién las descubrió en la de 1981”, le cuenta a Tycsports.com Oscar Tubío, el hombre detrás del reconocido diseño de la casaca azul y oro.

Nacido en Barracas, a ocho cuadras de La Bombonera, Oscar pasó sus años jóvenes dejando el alma en las inferiores y en la tribuna de Boca, aunque debió colgar los botines antes de sentir el vértigo, aunque sea una sola vez, de la primera división: “No pude seguir porque no había plata. Un día me agarró mi viejo y me dijo: ´todo muy lindo, pero hay que trabajar”.

Desvanecido su sueño de jugador profesional, se dedicó un tiempo a la venta de lavarropas y se animó a actuar en La Revista Dislocada, el renombrado programa de radio y televisión que le permitió instalarse en el jet set argentino y rodearse de las máximas figuras del espectáculo; hasta que incursionó en un negocio ignoto en aquella época: importó una máquina térmica desde Piccadilly Circus, la conocida intersección del West End de Londres, trajo al país el estampado personalizado de remeras y abrió un local en la Galería Jardín que rápidamente comenzó a amontonar gente en su entrada.

El Jardín de Oscar

Inauguré El Jardín de Oscar en 1974 y en 1978 ya le estaba proveyendo ropa a Boca”, recuerda el momento en el que volvieron a unirse los caminos. Fue para la Copa Intercontinental contra Borussia Mönchengladbach. “Antes del partido hablé con (Juan Carlos) Lorenzo y (Jorge) Castelli, que eran muy amigos míos, y les dije: ´Boca tiene muy buen equipo, pero está muy mal vestido´. Al Toto cuando le conté el proyecto lo captó en el aire y me mandó a reunirme con Armando”.

En la oficina del presidente en Avenida La Plata se explayó sobre su experiencia con los mamelucos de Carlos Reutemann en la Fórmula 1 y el impacto de los colores y el diseño para los protagonistas. “Armando fue como mi padrino porque me apoyó desde el principio. ´Boca sale con esa camiseta´, me dijo. Yo le pregunté si no tenía que hablarlo con la comisión directiva y me contestó: ‘¿Vos nunca escuchaste hablar a Perón? Para que un proyecto no camine, nombrá a una comisión. Acá esto se va a hacer sí o sí´”.

Con el visto bueno del máximo dirigente, Tubío se encargó del diseño del uniforme que fue confeccionado por Sportlandia (su local en la Galería Jardín no iba a dar abasto para fabricar tanta ropa al mismo tiempo) y que finalmente vistió el Xeneize en la ida de la Intercontinental y en la Copa Interamericana 1978 ante América de México.

El fondo azul, la franja horizontal y el cuello amarillo, además de varias innovaciones para la época, como el apellido del futbolista en su dorsal, el número en la manga y bicolor en la espalda. La parte de adelante no lucía el escudo, solo cuatro estrellas azules protegiendo las iniciales del equipo. El modelo se reeditó en 1981 con la llegada de Diego Armando Maradona y, a partir de ahí, el hincha comenzó a prestarle más atención a lo que llevaba cada jugador sobre su pectoral izquierdo.

Entradas populares