Cuántos minutos de actividad física son ideales para potenciar la concentración de los niños

Un equipo internacional de investigadores diseñó un experimento en el que alumnos de nivel primario realizaron una rutina breve y estructurada antes de una evaluación. Los resultados

Ejercicio intenso y mejora en comprensión verbal

La investigación destaca la importancia
La investigación destaca la importancia de incorporar pausas activas en la jornada escolar para potenciar el aprendizaje y el bienestar estudiantil (Freepik)

Para evaluar el impacto de esta intervención, los investigadores compararon tres condiciones previas a la prueba: descanso sentado, ciclismo de intensidad moderada y la rutina de intervalos de alta intensidad. Solo esta última produjo una mejora notable en los resultados académicos. Los niños que realizaron el ejercicio intenso obtuvieron, en promedio, ocho puntos más en la escala de fluidez de lectura KTEA-3, lo que equivale aproximadamente a la diferencia entre situarse en el percentil 50 y el percentil 70. Esta ganancia se observó de manera consistente entre los participantes, sin diferencias claras por edad, condición física o rendimiento académico previo.

El estudio también incorporó mediciones cerebrales mediante electroencefalograma (EEG) para analizar la llamada negatividad relacionada con el error, una señal neuronal que aumenta cuando una persona comete un error y que se asocia con distracción mental y fijación excesiva en los fallos. Tras la sesión de ejercicio intenso, los estudiantes mostraron una reducción en esta respuesta, lo que sugiere una mayor capacidad para recuperarse de los errores y mantener la concentración durante la prueba. Según Drollette, con el ejercicio a intervalos se observa una disminución en esta respuesta relacionada con el error, lo que puede traducirse en una actitud mentalmente más saludable frente a los desafíos académicos.

Pausas de movimiento y contexto escolar

El experimento, realizado por la
El experimento, realizado por la Universidad de Carolina del Norte en Greensboro, muestra beneficios inmediatos en la fluidez de lectura y la salud mental infantil (Freepik)

Los autores del estudio subrayan la relevancia de estos hallazgos para el ámbito educativo. Etnier destaca que estos resultados pueden tener implicaciones importantes para los docentes que están incorporando pausas de movimiento en sus aulas y que luego podrían ver beneficios en el rendimiento académico de sus estudiantes. Drollette añade que la mejora se midió de forma inmediata tras el ejercicio, por lo que la aplicación más realista sería justo antes de bloques de lectura, exámenes o tareas que exijan atención sostenida, sin necesidad de reorganizar el aula ni de disponer de espacio adicional.

El tiempo de recreo disminuyó en muchas escuelas y solo alrededor del 10% de los centros de primaria ofrecen descansos regulares para moverse. Frente a estudios previos que requerían rutinas poco prácticas, como 20 minutos en una cinta de correr, esta propuesta ofrece una alternativa breve, sencilla y adaptable a la realidad escolar.

De cara al futuro, los investigadores esperan explorar cómo los cambios cerebrales inducidos por el ejercicio pueden influir en la salud mental y el comportamiento de los niños en el aula. Mientras tanto, la evidencia respalda la integración de pausas activas en la jornada escolar como una herramienta eficaz para potenciar el aprendizaje y el bienestar de los estudiantes.

La actividad física breve y estructurada se consolida como un recurso valioso para favorecer la salud mental, cerebral y el desempeño académico de la nueva generación en el día a día escolar.

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