A un año del regreso de Gallardo a River: un primer balance por debajo de las expectativas

Asumió el 5 de agosto de 2024. Ganó los dos clásicos a Boca, reforzó el plantel con grandes nombres y encara el segundo semestre de 2025 en tres frentes. Sin embargo, aunque tiene el mismo porcentaje de puntos que en su primer ciclo, no ganó títulos y sumó eliminaciones inesperadas. También el juego está en deuda: el equipo pocas veces identificó a los hinchas. El futbolista que más jugó en el año es Borja, junto a Armani.

Andrés Burgo
TyC
El lunes 5 de agosto de 2024, hoy hace un año, River entró en éxtasis con el regreso de Marcelo Gallardo. De vuelta de un paso sin brillo por Arabia Saudita, el entrenador que entre 2014 y 2022 cambió la historia moderna del club de Núñez retornó al Monumental para suceder al despedido Martín Demichelis y comenzar su segundo ciclo.

A tono con una primera etapa pletórica en títulos, 14, las expectativas fueron -y siguen siendo- elevadas. Micrófono en mano y a pocos metros de su propia estatua, Gallardo trazó entonces dos objetivos que, sin embargo, alcanzaría menos de lo esperado en los 365 días siguientes: “Que el equipo juegue como el hincha siente” y “recuperar el espíritu”, planteó en su presentación.

Ya con 57 partidos dirigidos desde agosto pasado, el Gallardo Parte II alumbró a un River que, aunque mejoró respecto al tormentoso final del ciclo Demichelis, en juego y en resultados pocas veces enamoró e identificó a los hinchas. Todavía sin títulos ganados, el nuevo River del Muñeco registra en cambio un puñado de golpes dolorosos ante equipos de menor poderío.

En las eliminaciones coinciden un denominador común: contra Talleres en la Supercopa Internacional y ante Platense en el Apertura, River empató y luego perdió por penales. También frente a Monterrey -el rival a vencer- en el Mundial de Clubes, el equipo de Gallardo no perdió pero tampoco ganó el partido decisivo, síntoma de un equipo a mitad de camino y sin poder de fuego.

Asimismo, en ese balance irregular, el River del Muñeco se alimenta de una racha de 100% de efectividad contra Boca, un porcentaje de puntos ganados similar al de su histórico primer ciclo (60%) y el poder de convencimiento del entrenador para incorporar jugadores de gran nivel que, sin embargo, aún no redundaron en un fútbol acorde a las expectativas. En los tres mercados de pases de la era Gallardo II, River incorporó a 16 jugadores, seis de ellos regresos.

“A veces los resultados no son los que esperábamos. Hay que ser un poco más pacientes, por lo menos yo lo soy. Muchas veces la sobredosis de ansiedad que viene de afuera es tremenda, le dijo Gallardo a TyC Sports el sábado por la noche, tras el 3-0 ante San Martín de Tucumán que mantiene a River con un triple frente abierto para el segundo semestre de 2025: clasificado a octavos de final en las Copas Libertadores y Argentina y, con tres fechas jugadas en el Clausura, único puntero en su zona.

Hoy hace un año, en su regreso al Monumental, Gallardo también aclaró que, como ya se habían jugado nueve fechas de la Liga Profesional 2024 -River estaba noveno, a cinco puntos del entonces líder, Huracán-, se subía a un tren en movimiento, una forma indirecta de decir que heredaba un plantel conformado por el técnico anterior. El Muñeco debutaría cinco días después, el sábado 10, justamente contra Huracán, con una formación titular que hoy llama la atención: no parece de hace un año sino de hace mucho más.

El primer River del Muñeco Parte II formó con Franco Armani; Milton Casco, Germán Pezzella, Paulo Díaz, Enzo Díaz; Felipe Peña Biafore, Rodrigo Aliendro; Pablo Solari, Franco Mastantuono, Claudio Echeverri; y Adam Bareiro. Más allá del dibujo táctico, un 4-2-3-1 que ya dejó de ser parte del repertorio actual de Gallardo, siete de aquellos once jugadores dejaron el club, dos son habituales suplentes (Pezzella y, en especial, Casco) y apenas otros dos se mantienen como titulares (Armani y Paulo Díaz).

Al partido siguiente, el miércoles 14 por la ida de los octavos de final, Gallardo dispuso un 4-3-2-1 para visitar a Talleres por los octavos de la Libertadores con Armani; Fabricio Bustos, Pezzella, Paulo Díaz, Enzo Díaz; Aliendro, Matías Kranevitter, Santiago Simón; Mastantuono, Echeverri; y Bareiro. Curiosamente, el mediocampo estuvo integrado por tres futbolistas a los que el Muñeco acaba de declarar transferibles.

A la vez, Bustos -procedente del Inter de Brasil- se sumaba a Pezzella, el primer adelantado en haber regresado en el mercado de pases inicial de Gallardo, el del invierno de 2024, completado además por otro campeón del mundo en Qatar 2022, Marcos Acuña, más un cuarto refuerzo: Maximiliano Meza.

El primer semestre, sin embargo, no terminaría bien, y no sólo por el quinto puesto final en la Liga Profesional a ocho puntos del campeón, Vélez. En la Libertadores, tras haber pasado los octavos de final contra Talleres y los cuartos ante Colo Colo, River quedó expuesto en las semifinales frente a Atlético Mineiro. En el recuerdo quedó además un dibujo táctico sólo utilizado dos veces en el segundo ciclo de Gallardo, el 3-5-2 (o 5-3-2).

La primera vez había sido un mes atrás, el 21 de septiembre, en uno de los puntos más altos del regreso del Muñeco: el triunfo con mayoría de suplentes en la Bombonera, 1-0 con gol de Lanzini. En la ida ante Mineiro en Brasil, sin embargo, el 22 de octubre, la serie quedó liquidada con la derrota 3-0. El uruguayo Nicolás Fonseca pasó de ser titular a no jugar nunca más en River: a los 15 minutos del segundo tiempo fue reemplazado por Rodrigo Villagra, otro de los refuerzos de la gestión Demichelis a los que les quedaba poco tiempo en Núñez.

Echeverri Acuña River Mineiro
River estuvo muy lejos de Atlético Mineiro y desperdició la chance de jugar la final de América en su casa. (Marcelo Endelli/Getty Images).

Clasificado a la Copa Libertadores 2025 por la tabla anual, River sumó a otros ocho refuerzos entre enero y marzo. En su segundo mercado de pases, Gallardo apostó por cuatro regresos: Gonzalo Montiel -el cuarto campeón mundial en el plantel-, Enzo Pérez, Sebastián Driussi y Lucas Martínez Quarta. También llegaron Giuliano Galoppo y dos jugadores que durarían menos de seis meses en el club, Gonzalo Tapia y Matías Rojas. A fines de marzo se sumaría, finalmente, el colombiano Kevin Castaño.

Ya en 2025, River apenas perdió dos partidos de los 33 que lleva jugados -ante Estudiantes e Inter de Italia-, un desglose que se completa con 17 triunfos y 14 empates. El porcentaje de puntos ganados en la segunda etapa de Gallardo, el 60%, es casi igual al 61% del primer e histórico primer ciclo. Sin embargo, a la hora de la definición en 2024 y 2025, el equipo no estuvo a la altura en los duelos decisivos, primero en los 90 minutos y luego en los penales. Así se sucedieron Talleres en la Supercopa Internacional (0-0 en el partido) y Platense (1-1) en el Apertura. También contra Monterrey (0-0), River volvió a ser incapaz de conseguir el triunfo necesario.

Las tácticas cambiaron hasta el 4-3-3 actual. Con Lanzini de enganche, Gallardo empezó el año con un 4-3-2-1 que no dio resultados. Contra San Martín, en San Juan, Gallardo incluso apostó a un 4-4-2 con Tapia como sorpresivo delantero titular. Eran tiempos de sequía goleadora: River permaneció 12 partidos sin convertir tantos en el primer tiempo, récord en la historia del club. Hasta que, ya en la recta final del primer semestre de este año, pasó a un 4-3-3 con Mastantuono por derecha, Driussi en el medio y Colidio por la izquierda del ataque.

Tras una larga monotonía, River pasó a disfrutar 45 días de un muy buen nivel, el esperado, entre abril y mediados de mayo. En ese lapso, volvió a vencer a Boca (2-1 en el Monumental), consiguió sus goleadas de este año (4-1 a Vélez y 6-2 a Independiente del Valle), ganó en Perú y Ecuador, se aseguró el primer puesto en su grupo de la Copa Libertadores y superó 3-0 a Barracas Central en los octavos de final del Apertura, el partido previo a la inesperada eliminación contra Platense.

También el adiós en la primera fase del Mundial de Clubes significó otro fracaso. Aunque perjudicado por lesiones y sanciones, el mediocampo contra Inter de Italia, en el cierre de la primera fase, dejó en evidencia un plantel desbalanceado: fueron titulares Kranevitter y Aliendro, que hacía rato no tenían minutos y que ya no volverían a jugar en River. En el complemento ingresó Giorgio Constantini, que hasta entonces tenía 4 minutos en Primera -y que, aunque sigue en el plantel y se lesionó al regreso a Argentina, no volvió a jugar hasta ahora-.

Esposito gol Inter River
La temprana eliminación en el Mundial de Clubes expuso la composición del plantel del River de Gallardo. (Buda Mendes/Getty Images).

Para el segundo semestre de 2025, en su tercer mercado de pases, Gallardo apostó a otro regreso, Juan Fernando Quintero; consiguió un jugador muy requerido en el mercado local, Maxi Salas; y sumó a dos refuerzos de Talleres, Juan Carlos Portillo y Matías Galarza. En total, entre los 16 refuerzos desde agosto del año pasado, River desembolsó 63 millones de euros, el equivalente a 74 millones de dólares.

Tras la salida de Mastantuono -a River le ingresarán 45 millones de euros en cuotas-, el técnico-estatua además aceleró la depuración del plantel, comenzó a darle minutos a más pibes -Santiago Lencina y Juan Cruz Meza- y encontró en Salas la energía faltante en ataque. Sin embargo, es curioso que, de los 33 partidos que River jugó en 2025, el futbolista que participó en más partidos este año es uno de los más cuestionados, Miguel Borja, con 32 presencias.

También suma esa cantidad Armani, únicamente reemplazado por Jeremías Ledesma contra Ciudad Bolívar, pero el colombiano lidera la tabla en exclusividad si solo se computan a los jugadores de campo. En 2025, Borja fue titular en 12 partidos, ingresó en el segundo tiempo en otros 20 y sólo faltó contra Independiente del Valle en Ecuador, cuando no fue parte de la convocatoria por una lesión. Es decir que, siempre que estuvo en el banco de suplentes, ingresó en el partido.

En cuanto a los goleadores del ciclo, Facundo Colidio lidera con 14 goles, seguido por el propio Borja con 13. Luego, pero a mucha distancia, aparecen Driussi y Mastantuono, con 7. Justamente, más allá del pibe vendido al Real Madrid, a River le faltan goles de mediocampistas: quien más aportó fue Maxi Meza, con 5, los mismos que Paulo Díaz.

Con vida en las Copas Libertadores y Argentina -y puntero en su zona en el recién comenzado Clausura-, River también está bien posicionado en la tabla anual 2025, otra de las posibilidades de clasificarse a la Libertadores 2026: se ubica segundo, detrás de Central. En su primera etapa en River, Gallardo nunca permaneció un año y medio sin ganar ningún título. Diciembre de 2025 será, entonces, tiempo de un nuevo balance, tras un arranque por debajo de las expectativas en resultados y juego.

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