El Madrid insiste en Konaté

Publica L’Equipe que no se descarta que el club blanco termine haciendo una oferta al final del mercado por el defensa francés. El Liverpool contraataca.

Agustín Martín

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Con casi 180 millones gastados ya en cuatro nuevas incorporaciones (Trent, Huijsen, Carreras y Mastantuono), el Madrid no se detiene. No se quiere detener. Busca retomar la senda de los triunfos que le ha llevado a conquistar 28 títulos en sus 13 últimas campañas, y además con un equipo joven y que está abocado a seguir creando atención allá donde juegue. Con la plantilla dada por buena por las altas instancias, no se pierde la vista a Konaté y la posibilidad de un mediocentro. Con respecto al primero, publica L’Equipe que el Madrid planea hacer una oferta de última hora, al final del mercado, como último intento de traerlo a buen precio. Por otro lado, Fabrizio Romano revela que el Liverpool contraataca con una oferta de renovación.

La goleada cosechada ante el PSG (4-0) hace unas semanas en las semifinales del Mundial de Clubes ha puesto en guardia a la directiva blanca con respecto a la defensa. Los errores groseros de Asencio y de Rüdiger, que significaron los dos primeros tantos del encuentro, demuestran que el canario está muy verde para liderar la zaga blanca, mientras que el segundo aún está renqueante de su lesión y posterior operación de una rotura parcial del menisco externo de su pierna izquierda. Con 32 años y diferentes ofertas del fútbol de países arábicos, no sería descabellado pensar en una posible salida antes del comienzo de la campaña.

Hay otro tercer factor en esa línea defensiva: David Alaba. El austríaco, al que aún le falta un último año, no acaba de recuperarse al 100%. Son tres bajas complicadas…

Los datos estadísticos de Konaté.

Y ahí es donde emerge la figura de Konaté. Al francés, de 25 años de edad (1,95 metros de altura y cerca de los 100 kilos), se le considera como uno de los claros candidatos a reforzar esa zona. Es más, incluso L’Equipe asegura que los blancos han sondeado a la directiva inglesa preguntándoles qué tipo de oferta podría convencerles para vender a Konaté este mismo verano. Ibrahima acaba contrato el verano próximo, pero el Madrid y el jugador tienen todo bastante avanzando para que no haya problemas. Sería otro ‘caso Trent’: el Madrid, pese a tener todo atado con el lateral inglés, pagó cerca de 10 millones de euros a la entidad red para poder disponer de él durante el recientemente finalizado Mundial de Clubes.

Ahora, los blancos se agarran al tremendo esfuerzo económico que han hecho los actuales campeones de la Premier en esta ventana de fichajes: sobrepasan los 300 millones de euros en altas como la de Wirth (supera los 150 millones y casi iguala el gasto del Madrid), Ekitike (90 millones), Frimpong (unos 50 millones), Kerkez (50 millones)… La diatriba está ahí: venderle ahora o que se vaya el verano próximo… sin poder sacarle cierto beneficio económico. Cierto es que el Liverpool le ha puesto una cifra demasiado elevada para sacarlo de sus instalaciones: entre 40 y 50 millones de euros, algo a lo que el Madrid ha contraofertado ofreciendo la mitad: entre 20 y 25 millones. ¿Por qué esa cantidad? Porque hace cuatro años, en 2021, el Pool pagó 42 millones de euros al RB Leipzig para hacerse con sus servicios. Además, es un precio prohibitivo debido a diversos factores. El más importante: el Liverpool no tiene centrales: cuenta con Van Dijk (4.437′ esta temporada), el propio Konaté (3.372′) y Joe Gomez (874′). Sólo tres. Porque Quansah (1.290′), el otro zaguero que se intercalaba con Van Dijk y Konaté, ha fichado por el Bayer Leverkusen. Y Joe Gomez ha estado 137 días lesionado esta temporada… Ahí es nada.

Eso sí, el jugador se ha mostrado encantado de salir este verano, pero solo y exclusivamente a la entidad madrileña. Es consciente de que la situación es complicada, pero no imposible. Mientras el Liverpool se mantiene férreo, el Madrid aguarda su momento. Aún falta mucho para el final del mercado de fichajes, pero cada día que pasa, la situación se complica para los tres… Aunque la esperanza es lo último que se pierde.