Dos genios que no congenian
La sociedad entre Vinicius y Mbappé no carbura. Solo el 15% de los pases de Vini van hacia Kylian; por un 13% en el otro sentido. Y ambos rebajan sus promedios.
A la radiografía. De los 6.240’ que ha disputado el Real Madrid esta temporada (en 68 partidos), han compartido 3.439’. Dicho de otro modo: el 55% de los minutos de este curso han sido con Vinicius y Mbappé juntos sobre el campo. Y han jugado prácticamente lo mismo (4.631’ para Vini y 4.745’ para Kylian). Se parte de esta base. Este contexto.

Un 15%
Pues en todo este tiempo, sólo el 15% de los pases que ha dado Vinicius, han ido hacia Kylian. Un dato alarmante, teniendo en cuenta que es un futbolista mucho más asiduo a las asistencias (19 esta temporada), que su compañero (5). Más pasador. Vinicius ha dado 1.315 pases este curso, de los cuales tan solo 202 han ido hacia la tortuga, según datos proporcionados por Opta. Quien debiera ser su socio más habitual. Su escudero. En la Supercopa de España, por ejemplo, le dio el 30%. Pero en Champions... el promedio baja al 16%.
Y un 13%
Hay momentos de asociación puntuales; pero de media, no lo hacen tanto como deberían. Tampoco en la otra dirección: sólo el 13% de los pases de Kylian, han ido hacia Vinicius. En total, ha dado 1.413 esta temporada, de los cuales 184 han ido hacia su compañero. El dato choca menos, porque el rol de Kylian tiende a exigirle menos combinación y más definición. Pero también es llamativo, muy llamativo. Se buscan poco; se entienden poco.
Peor para los dos
Y el resultado es malo para ambos. Y eso que Mbappé ha terminado siendo la Bota de Oro, pero sus números han empeorado respeto a la temporada anterior. Ha pasado de marcar cada 88’, a hacerlo cada 108’. Y de participar cada 72’, a hacerlo cada 97’. Ídem con Vinicius: ha pasado de marcar cada 129’, a hacerlo cada 211’. Y de participar cada 88’, a hacerlo cada 113’. Juntos, son peores. Los dos. O al menos, están siendo peores.
Y lo reflejan los datos. Algo está fallando en este tándem. El gran bajón de Vinicius llegó en la recta final de la temporada: sólo marcó un gol en los últimos 11 partidos (al Arsenal, en el partido de vuelta). Aunque su temporada se podría dividir en ‘antes del Balón de Oro’ y ‘después del Balón de Oro’. El 36% de sus goles fueron antes, pese a ser apenas tres meses. Después de esa noche, se fue difuminando. Hasta terminar, en Estados Unidos, en prácticamente nada.
Trayectoria inversa a la de Mbappé, a quien le costó arrancar... pero terminó como un tiro. Marcó diez goles en los últimos seis partidos (desde la final de Copa). Un esprint final que le permitió alcanzar las 44 dianas y hacerse con la Bota de Oro (31 goles en Liga). El balance final refleja rendimientos divergentes. Son como imanes que se repelen, en lo deportivo: cuando uno brilla, el otro se esfuma. Y viceversa.
Tres noches en 2025
Otro dato para esclarecer esta tesis: de los 68 partidos que ha jugado el Real Madrid, sólo en ocho han marcado los dos. Pero esto tiene trampa: casi todos corresponden al primer tramo de temporada. Desde que sonaron las doce campanadas en la Puerta del Sol, sólo han marcado tres veces en un mismo partido: Celta en Copa (16 de enero), Salzburgo en Champions (22 de enero) y Rayo en Liga (9 de marzo). Desde febrero, una vez. Y desde marzo, agua.
Encajarlos es la gran tarea de Xabi Alonso. Quien sorprendió ubicando a Vinicius en el perfil derecho, de salida, ante el PSG. Un experimento que duró poco. Y que no sentó bien al futbolista. Pocos −por no decir que nadie− dudan de la calidad individual de Vinicius y Mbappé. Del talento que atesoran por separado. Pero esa no es la cuestión; sino cómo pueden funcionar juntos. Ancelotti no consiguió acoplarlos. A partir del 4 de agosto, lo intentará Xabi Alonso. Son dos genios... que no congenian.