Alemania prepara un rearme histórico para transformar a la Bundeswehr en la fuerza convencional más poderosa del continente
Estas adquisiciones forman parte de una estrategia mayor del canciller Friedrich Merz, decidido a reconstruir las fuerzas armadas
Estas adquisiciones forman parte de una estrategia mayor del canciller Friedrich Merz, decidido a reconstruir las fuerzas armadas y convertirlas en la principal potencia militar convencional de Europa. El objetivo es reducir la dependencia de Estados Unidos —cada vez más volátil en su política exterior— y asumir un rol más activo en la seguridad del continente.
Para financiar este giro estratégico, Merz consiguió este año el aval parlamentario para liberar el gasto en defensa de los estrictos límites de deuda fijados en la Constitución alemana. Así, se abre la puerta a una reestructuración profunda del aparato militar, respaldada por un presupuesto que ascenderá a 83.000 millones de euros en 2026 —20.000 millones más que en 2025—.
Las cifras son contundentes: solo la compra de los Eurofighter costará entre 4.000 y 5.000 millones de euros. Los vehículos Boxer, producidos por KNDS y Rheinmetall, se estiman en unos 10.000 millones, mientras que los Patria finlandeses sumarían otros 7.000 millones. Las entregas de ambos modelos se extenderán durante la próxima década.
Además, el Ministerio de Defensa planea adquirir más sistemas antiaéreos IRIS-T y cientos de unidades del sistema antidrones SkyRanger. Aunque el monto de estas operaciones aún no fue definido, forman parte de un paquete más amplio de modernización de las capacidades defensivas del país. Bloomberg también reportó los planes, aunque con algunas divergencias en las cifras. El Ministerio, por el momento, no respondió a pedidos de comentarios.
El ambicioso plan de rearme no solo redefine la política de defensa alemana, sino que también envía una señal clara al resto de Europa, asegurando que Berlín está dispuesto a asumir un liderazgo militar proporcional a su peso económico.