Ucrania reconoció que la situación en Kursk es “muy complicada” pero desmintió que sus tropas estén acorraladas
El comandante en jefe del Ejército ucraniano, Oleksandr Sirski, aseguró que los oficiales siguen luchando por mantener su presencia en territorio ruso y alertó sobre la desinformación difundida por el Kremlin
Más tarde, el comandante en jefe del Ejército, Oleksandr Sirski, se explayó en la declaración y, haciendo referencia a los dichos de Donald Trump, insistió en que las tropas en la frontera siguen luchando por mantener su presencia.
“En este momento, miles de tropas ucranianas están completamente rodeadas por el Ejército ruso, en una situación malísima y de vulnerabilidad. He solicitado encarecidamente al presidente Putin que se les perdone la vida”, escribió el mandatario estadounidense en su cuenta de Truth Social.

Sin embargo, Sirski señaló que “los informes sobre el supuesto ‘cerco’ del enemigo a las unidades ucranianas en la región de Kursk son falsos y fabricados por los rusos para manipular políticamente y ejercer presión sobre Ucrania y sus socios”.
“A pesar del aumento de la presión del Ejército ruso-norcoreano, mantendremos la defensa en Kursk mientras sea apropiado y necesario”, ratificó Sirski.

En medio de las conversaciones en curso con Estados Unidos, las tropas en el frente reanudaron con más fuerza los combates en esta zona fronteriza que, para Kiev, representa la mejor carta de negociación de cara a un alto el fuego.
Es por ello que las Fuerzas Armadas del Kremlin han retomado sus esfuerzos por intentar desplazar a las tropas ucranianas, movilizar más unidades y oficiales -incluso de Corea del Norte- y llevar el foco del fuego a zonas cercanas, como Sumi y Kharkiv.
No obstante, Kiev respondió de inmediato y adoptó contramedidas activas, con artillería y drones propios y provistos por Occidente, especialmente tras la reanudación de los envíos de Estados Unidos, acordada durante la reunión en Yeda de esta semana, en la que también respaldó la propuesta de alto el fuego planteada por la Casa Blanca.
La iniciativa prevé un cese de los combates durante 30 días, así como mecanismos para generar confianza entre las partes de cara a un acuerdo de paz definitivo y el intercambio de prisioneros.

Mientras la delegación de Zelensky respaldó el documento sin objeciones, Putin dijo que lo consideraría solo si incluye una serie de condiciones.
Enseguida, el Ejecutivo ucraniano acusó a la contraparte de no buscar la paz sino, simplemente, tratar de sacar una ventaja para poder continuar con sus masacres.
“Esta es la diferencia. Ucrania dijo ‘sí’ a la propuesta estadounidense de alto el fuego porque Ucrania quiere la paz. Putin, en lugar de decir ‘sí’, pone varias condiciones. Ucrania busca un fin a la guerra. Putin busca que la guerra continúe. El resto de sus palabras son una cortina de humo”, apuntó el ministro de Exteriores, Andri Sibiga.