No solo Teuchitlán: víctima narra el infierno que vivió cuando el CJNG le prometió trabajo por Facebook
“Somos del CJNG y no andamos con mamadas”: el testimonio de un joven reclutado mediante esta red social
Según consta en la carpeta de investigación DESAP/3035/2017/AG04, el 2 de octubre de 2017 una madre se presentó ante el agente del Ministerio Público adscrito a la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas para denunciar que su hijo (el nombre está testado en la denuncia) salió de la escuela a las 16:00 horas y, siendo las 21:00 del mismo día, aún no llegaba a su casa. Era la primera vez que su hijo se ausentaba así. La madre acudió con los amigos de su hijo a la Cruz Verde y, finalmente, a la fiscalía para solicitar la activación de la Alerta AMBER.
La búsqueda del joven llevó al policía de investigación Miguel Ángel Gómez Arredondo hasta la colonias Club Hipódromo, La Floresta y Fraccionamiento Lisboa, en Puerto Vallarta. Ahí se entrevistó con un grupo de albañiles, quienes le informaron que, en una vivienda, habían visto “varios muchachos”.

Facebook: la llave
La víctima declaró ante las autoridades el 10 y 11 de octubre que desde el 29 de septiembre de 2017 llamó a un número con lada de Veracruz por una vacante de empleo que había visto en Facebook.
“Que onda, cabrón, arregla tus cosas que ya voy a pasar por ti. Tu dijiste que sí querías el trabajo y ya estoy afuera de tu casa”. La voz que le hablaba le dio los detalles exactos de su casa y le dijo que lo esperaba a la vuelta. El joven salió para comprobar si era cierto. Sí, lo era.
Dos sujetos estaban en un Ford Figo. Pronto, el del asiento del chofer le gritó por su nombre y le ordenó que se subiera, aunque él negoció. “Sí me quiero ir ahorita, pero el fin de semana es el cumpleaños de mi abuelo y lo quiero pasar con él. Dame chance de irme hasta el 2 de octubre”.

¿Qué pasó en Puerto Vallarta?
La víctima narra que nunca le explicaron en qué consistía el trabajo, pero la paga era de 4 mil pesos semanales. En 2017 el salario mínimo en México era de 88.36 pesos diarios, es decir, unos 618.5 a la semana o 2 mil 650 al mes.
Para el 2 de octubre le volvieron a llamar diciéndole que se alistara porque ya iban a pasar por él. Eran las 16:00 horas, agarró un poco de ropa y salió a ver si el Ford Figo había regresado. Había dos hombres al frente y un joven en la parte trasera. La víctima sabía que algo estaba raro. Lo encontraron sin darles su dirección y, en cuestión de horas, se lo llevarían a un trabajo que no sabía de qué se trataba: “Compa, ya ando viendo lo de un trabajo que me pagan mejor, yo lo dejo por la paz con ustedes”.
“Mira, cabrón, nosotros somos del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y no andamos con mamadas, tú vas para la escuela de sicarios, así que súbete, sino voy a regresar y voy a levantarte a ti y a huevo te voy a llevar, y a toda tu familia la voy a matar”. Se dirigieron a la Central de Autobuses de Tlaquepaque. Después de amenazarlos si intentaban escapar, los subieron a un camión de Vallarta Plus.
Cuando los dos jóvenes llegaron a Puerto Vallarta ya eran las 23:00 horas del 2 de octubre. Les hablaron por teléfono y les dijeron que fueran a una plaza donde una Jeep color blanco pasó por ellos y los llevó a una casa de fachada blanca y dos pisos.
“Ahí habían otras cinco personas, a los cuales nunca antes había visto, un sujeto nos dijo: ‘Escuchen, vean, aprendan y callen’“.

“Papi esta afuera”
“Estuvimos sin hacer nada, sólo comiendo y durmiendo, pero luego comencé a ver armas y droga, me pusieron a hacer unas bolsitas con un tipo de droga, eso ya no me gustó“.
Su primer “trabajo” fue hacer la limpieza de la casa. Era el 3 de octubre de 2017 cuando otros 17 muchachos llegaron a Puerto Vallarta: “Algunos eran expolicías, otros rateros, otros drogadictos”.
El 4 de octubre una camioneta llegó a la casa. Estaba cargada con bolsas de plástico negras llenas de crystal o hielo (metanfetamina), bolsas moradas y unas etiquetas que decían “Zona Norte”.
“¡A chambear!“, les ordenaron: ”Teníamos que empacar lo que estaba en las bolsas negras en las moradas (...). Cada bolsita iba pesando en porciones de 1,5, 10 y 15 gramos (...). El 5 de octubre llegó un hombre con muchas armas tipo rifles y pistolas".
El 6 no pasó nada, pero el 7 de octubre los despertaron a todos en la noche porque “alguien se pasó de cabrón”. Los tuvieron cuatro horas en posición de firmes: “Haber, cabrones, ladilla para todos, eso quería decir que todos teníamos que estar parados en un sólo lugar, sin movernos, el que se movía recibía una cachetada de él (el jefe)”.
El 9 de octubre hubo carne asada para todos y el 10 alguien gritó “Papi está afuera”. Era la policía.