Ni 7 ni 8: un estudio refuta leyendas y revela cuántas horas reales somos productivos en el trabajo
Un nuevo informe revela que la productividad real de los trabajadores es mucho menor de la esperada, informa Elle
InfobaeLa reciente reducción de la jornada laboral en España a 37,5 horas semanales ha generado un intenso debate sobre la productividad en el trabajo.
Sin embargo, un estudio de Ringover.es pone en evidencia que la productividad no depende tanto de las horas trabajadas, sino de cómo se organiza ese tiempo.

El tiempo restante se destina a actividades no relacionadas con el trabajo, como navegar por Internet, usar redes sociales o conversar con compañeros.
Factores que influyen en la productividad
El estudio también muestra que la productividad varía según el tipo de jornada laboral, la edad y el rango dentro de la empresa.
Los trabajadores híbridos, que combinan teletrabajo y trabajo presencial, son los más productivos, con 5 horas y 36 minutos de trabajo efectivo al día.

Los empleados presenciales tienen una productividad ligeramente inferior. En cuanto a las edades, la generación X (entre 44 y 59 años) es la más productiva, con un promedio de 6 horas diarias. En cambio, los millennials (28 a 43 años) tienen la productividad más baja, con solo 4 horas y 48 minutos al día.
Además, los empleados con cargos altos, como directores y dueños de empresas, son los más productivos (6 horas y 12 minutos), mientras que los mandos intermedios trabajan solo 4 horas y 48 minutos de manera productiva.
El tiempo perdido en la oficina
El estudio también detalla cómo se distribuye el tiempo de trabajo. Las actividades más comunes fuera de las tareas laborales incluyen:
-navegar por Internet (56 minutos),
-y hablar con amigos o familiares (55 minutos).
Otras actividades como:
-usar redes sociales (50 minutos),
-hacer recados (49 minutos)
-o incluso fumar (46 minutos) absorben una parte significativa de la jornada.
La procrastinación: ¿un mal necesario?
A pesar de la procrastinación, solo el 21% de los trabajadores se siente culpable por no ser productivos.
Muchos justifican este comportamiento afirmando que terminan sus tareas a tiempo (46%), que es algo normal (28%) o que pueden recuperar el tiempo perdido más tarde (24%).

Este fenómeno refleja una actitud generalizada en la que la procrastinación no es vista como algo negativo, sino como una parte natural de la jornada laboral, permitiendo pequeños descansos que, en algunos casos, incluso favorecen la concentración y el rendimiento.
Hacia un futuro más productivo
La medida de reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales podría ser un paso hacia una forma de trabajo más equilibrada y productiva.
Sin embargo, el verdadero desafío radica en cómo las empresas y los trabajadores gestionan su tiempo. En lugar de centrarse en el número de horas, la clave estará en mejorar la calidad del tiempo laboral.
El futuro del trabajo debe ser medido no por las horas que se pasan en la oficina, sino por cómo se aprovecha ese tiempo para ser más eficiente y enfocado.
Con políticas laborales más flexibles, la productividad podría alcanzar nuevos niveles, promoviendo un mejor balance entre el trabajo y la vida personal.