Atlético-Real Madrid / Vinicius tiene una deuda
Porque sus números contra el Atleti son, siendo generosos, muy mejorables: sólo un gol y una asistencia en 16 encuentros. Ese tanto lo logró en la 2022-23, en el duelo de cuartos de final en el Bernabéu, un choque que terminó 3-1 tras una prórroga y en el que Vini hizo el tercero del Madrid, ante una defensa rojiblanca agotada y entregada. No ha podido ver más portería contra Oblak ni contra otro portero que defendiese el arco del Atlético, una rareza considerando que ya lleva 104 goles con la camiseta blanca (los mismos que anotó Ronaldo Nazario) y que sí ha brillado contra otros grandes equipos, como el Barcelona (siete goles en 19 encuentros), el Liverpool (cinco en cinco), el Dortmund (cuatro en dos) o el City (dos en nueve).
Lo cual no quiere decir que no haya sido influyente en las victorias madridistas: en su primer derbi en el Metropolitano provocó un penalti (reclamado por el Atleti como falta fuera del área; el VAR, implementado en esa temporada en Primera, no corrigió la decisión del árbitro de campo) y en la 2021-22, en el Bernabéu, repartió dos asistencias, a Benzema y Asensio, para sellar el triunfo por 2-0 del Madrid.
De hecho, su debut oficial con el Madrid llegó en un derbi: Lopetegui, que le tenía relegado en el Castilla pese a que el Madrid había invertido en él 45 millones de euros para sacarle del Flamengo, le puso dos minutos al final, con 0-0 en el marcador, en septiembre de 2018. Tiempo insuficiente para que dejase su sello en el partido, algo que no hizo con el exseleccionador en el banquillo blanco; fue con Solari con quien empezó a expresarse plenamente sobre el campo.
Aunque aquel derbi no fue su primer encuentro ante el Atleti: con el filial jugó uno semanas antes de hacerlo con el primer equipo, en un duelo recordado por el mordisco en la cabeza que le propinó Tachi, defensor rojiblanco que no se asentó en el Atleti. Un de varios derbis en el Metropolitano: ha sufrido cánticos generalizados de “Vinicius, eres un mono” en los aledaños del estadio, entre otros gritos y proclamas, que fueron denunciados por LaLiga, pero ante los que la Fiscalía, sorprendentemente, no vio indicios de delito, por durar “sólo unos segundos” y suceder “en contexto de máxima rivalidad”. Llegó a aparecer un muñeco negro con su camiseta colgado de un puente, junto a una pancarta que decía “Madrid odia al Real”; dicho acto provocó la detención de cuatro miembros del Frente Atlético