Atalanta 0-Inter 2 / El Inter se va

Los nerazzurri ganaron 2-0 en Bérgamo contra un Atalanta irreconocible y ahora lideran la Serie A con tres puntos de ventaja sobre el Nápoles.

Mirko Calemme
As
El Inter empieza a despegar. En uno de los encuentros más importantes de la temporada, los de Simone Inzaghi lograron un 2-0 en el estadio del Atalanta y refuerzan su liderato, dejando a los de Bérgamo seis puntos atrás y al Nápoles a -3. Una gran prueba de fuerza de los de Inzaghi, que no concedieron ocasiones a los de Gasperini y jugaron con superioridad numérica desde el 81′, con el 1-0 en el marcador.

Los milaneses decidieron desafiar al rival con su misma arma: una intensa presión por todo el campo. Tras apenas siete minutos, Thuram asustó al Gewiss Stadium golpeando el interior del poste en un mano a mano con Carnesecchi tras una combinación con Lautaro.

La Dea respondió con un latigazo de Pasalic bien neutralizado por Sommer y creció hasta el descanso, aunque sin crear demasiado peligro.

La habitual calidad ofensiva de los de Bérgamo se vio solo por momentos ante un Inter sólido, que construyó su triunfo en la reanudación.

La segunda parte comenzó con un parón de seis minutos debido a la emergencia médica de un aficionado, que fue atendido y salió del estadio consciente.

El juego se reanudó con un córner del Inter, el que cambió el partido: en el 54′, Carlos Augusto aprovechó el centro de Calhanoglu y, olvidado por la zaga local, cabeceó a la red el 0-1.

El Atalanta intentó reaccionar con su calidad, sacando del banquillo a Maldini, Samardzic y De Ketelaere, pero la defensa interista siguió anulando sus ataques, como ya lo había hecho con Lookman y Retegui, irreconocibles. Y, en el 82′, Éderson apagó las esperanzas locales protestando con el árbitro y pidiendo una falta, con gestos que le costaron dos amarillas en pocos segundos.

La decisión del colegiado cortó las piernas a los locales, que pudieron recibir el 0-2 con Bisseck y lo terminaron encajando con Lautaro. El argentino recibió un pase al hueco de Barella y fulminó a Carnesecchi con un remate cruzado imparable.

Fue la guinda del séptimo triunfo consecutivo del Inter contra un Atalanta incapaz de encontrarle puntos débiles en estos años. Y el que vale un trozo de Scudetto para Inzaghi.

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