Rusia asombra con la única planta nuclear flotante del mundo que opera en los confines del planeta

Ubicada en la región de Chukotka, y apodada Akademik Lomonosov, está operativa desde 2019. Dispone de dos reactores nucleares KLT-40S de 35 MW cada uno.

Alejandro Cañas
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No todo en Rusia es su potencial armamentístico y militar, reducido actualmente a la guerra en Ucrania. También merecen mención especial sus principales fuentes de energía. Y en este apartado, destaca la única planta nuclear flotante del mundo.

Apodada Akademik Lomonosov, en homenaje al académico ruso Mijaíl Lomonósov, es un buque de no autopropulsado que produce energía eléctrica y funciona como una central nuclear cualquiera. Con unas dimensiones de 144 metros de largo y 30 metros de ancho, más un peso de 21.000 toneladas sin motor, dispone de dos reactores nucleares del tipo KLLT-40S de 35 MW cada uno.

Estos proporcionan un total de 70 MW de electricidad, lejos de los 1.000 MW de un reactor en una central clásica de nueva generación. Operativa desde hace cinco años, hablamos de la central nuclear más septentrional de la Tierra. A esto, hay que sumar su desplazamiento de 21.500 toneladas, así como su capacidad para albergar a una tripulación de 69 personas.

Fue la primera central nuclear flotante móvil. Tardó 11 años en construirse y 420 millones de euros en convertirse en una realidad. Su construcción, iniciada en el año 2007, corrió a cargo de la empresa rusa Rosatom. Un buque que tiene la capacidad de generar electricidad para más de 100.000 personas, y es capaz de alcanzar velocidades de hasta 7,4 km/h pese a su peso y dimensiones.

Sus creadores defienden que Rusia reducirá sus emisiones de CO2 en el Ártico, como consecuencia de sustituir la central térmica de carbón de la Pevek y una obsoleta central nuclear, situada en Bilibino, y que generará energía limpia en zonas remotas de Siberia. Mientras, sus detractores critican el impacto medioambiental que tiene su puesta en funcionamiento.

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