Giro político en Groenlandia
Después de las palabras de Trump sobre la isla, se han convocado elecciones y no se descarta un referéndum de independencia en la próxima legislatura.
Todo ello, dentro de un clima extraño para el país, que si bien una nación más, depende de Dinamarca. “Estamos en medio de un momento serio, un momento que nunca hemos vivido en nuestro país. No es momento de divisiones internas”, aseguró en un comunicado a través de sus redes sociales. Durante el anuncio, también dijo unas palabras que van hacia una posible declaración de independencia. “No queremos ser daneses. No queremos ser estadounidenses. Queremos ser groenlandeses. Por supuesto es el pueblo groenlandés el que decide su futuro”.
Este será, obviamente, uno de los temas alrededor de los que gire la próxima campaña electoral, junto con las relaciones con Dinamarca y con Estados Unidos. Pero hay más, porque, de acuerdo con los planes del actual socio de la coalición del Gobierno (Siumut), pronto podría haber un referéndum para votar sobre la independencia respecto a Dinamarca. “Cuento con que vaya a celebrarse en la próxima legislatura (2025-2029). Queremos descolonizarnos. Pero tiene que ser con una base firme para que la población no tenga dudas de las consecuencias. Tenemos un estado de bienestar que debe funcionar, hay varios aspectos económicos a mirar”, asegura el presidente de Siumut, Erik Jensen.
En su intervención con diferentes medios locales, Jensen no duda en reconocer que las palabras de Trump sobre Groenlandia han contribuido al hecho de acelerar esta idea. La portavoz del partido, Doris Jakobsen Jensen, criticó a la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, por su “carrera en solitario” en Europa en respuesta a las palabras de Trump, ignorando la voluntad de Groenlandia en todo este proceso.
Qué dicen las encuestas sobre la independencia
De acuerdo con una encuesta reciente del diario danés Berlingske y el groenlandés Sermitsiaq, el 56% de la población de Groenlandia (57.000 habitantes en toda la isla) estaría a favor de la independencia, mientras que un 28% votaría en contra.
No obstante, el 45% la rechaza si ello supone un descenso en el nivel de vida. Cabe recordar que, anualmente, Groenlandia recibe de Dinamarca una subvención de 4.300 millones de coronas (580 millones de euros) en virtud de su actual acuerdo. Así, estaría por ver si se mantiene vigente tras su potencial independencia.
El proceso de independencia se podría activar a través de la Sección 21 de la Ley de Autogobierno de Groenlandia. “Podemos hacer algo en paralelo, podemos activar el párrafo 21 y abrir una negociación con el Gobierno danés. Eso es lo que vamos a defender en campaña”, explica Jensen sobre esta opción recogida en el Estatuto de autonomía groenlandés.
Ahora, está por ver lo que finalmente ocurrirá. En las últimas semanas, tanto Groenlandia como Dinamarca han destacado que serán los groenlandeses quienes decidan su futuro, si bien mantienen las puertas abiertas a incrementar la cooperación con Estados Unidos y en materia de defensa y economía. Y uno de los aspectos claves del interés de Trump en este territorio es su riqueza mineral bajo el subsuelo, como explicaba la historiadora y arqueóloga groenlandesa Aka Simonsen este periódico.
Mientras tanto, Dinamarca ha reaccionado a las palabras de Trump de hacerse con la isla, ya sea comprándola o a través de la fuerza militar. Por lo pronto, han incrementado su inversión para reforzar la seguridad en el Ártico, destinando 14.600 millones de coronas (unos 2.000 millones de euros) y enviando tres nuevos buques navales para la defensa del territorio.