El significativo cambio que podría desarrollar la Fórmula 1 para volver a tener el “rugido” histórico
Mohammed Ben Sulayem, presidente de la FIA, habló sobre la posible vuelta de los motores V10 en la Máxima
Mediante un comunicado en su Instagram personal, en el marco del evento realizado en el 02 Arena de Londres, donde se celebró el aniversario 75 de la categoría, Sulayem reflotó el debate sobre el futuro del deporte. En este contexto, el presidente de la FIA destacó la importancia de liderar las tendencias tecnológicas en el automovilismo, mencionando específicamente la posibilidad de incorporar motores V10 que funcionen con combustibles sostenibles. Esta propuesta se enmarca dentro de los esfuerzos de la Fórmula 1 por alcanzar la neutralidad en carbono para 2030, un objetivo que ya ha comenzado a materializarse con el reglamento de motores que entrará en vigor en 2026.

“La ceremonia de presentación de la F1 que tuvo lugar esta semana en Londres generó un gran debate positivo sobre el futuro del deporte. Mientras esperamos con interés la introducción del reglamento de chasis y unidades de potencia de 2026, también necesitamos liderar las futuras tendencias tecnológicas en el automovilismo. Deberíamos contemplar toda una serie de direcciones, incluido el rugido de un V10 que funcione con combustible sostenible”, explicó.
Por su parte, agregó: “Sea cual sea la dirección que elijamos, debemos ayudar a los equipos y fabricantes a controlar sus gastos. La satisfacción de nuestros miembros y aficionados siempre estará en el centro de todo lo que hagamos, junto con un importante trabajo para hacer que este deporte sea más seguro y sostenible en las próximas décadas, para que las generaciones futuras puedan disfrutar
No obstante, la propuesta de reintroducir los motores V10 ha generado un amplio debate en la comunidad de la Fórmula 1. Por un lado, los defensores de esta idea argumentan que el regreso de estos motores podría revitalizar el interés de los aficionados, especialmente aquellos que añoran la era dorada del automovilismo. Por otro lado, los críticos señalan que la transición hacia tecnologías híbridas y eléctricas es esencial para mantener la relevancia de la F1 en un mundo cada vez más enfocado en la sostenibilidad.
Al mismo tiempo, la inclusión de los motores híbridos fue uno de los motivos que atrajo a diversos fabricantes para recalar en el Gran Circo, como es el caso de Audi (ingresará en 2026) y Cadillac (se espera que fabrique motores desde 2028). Otros casos pueden ser la asociación entre Ford y Red Bull, además de la estadía de Honda. Por su parte, Renault decidió retirarse como proveedor de unidades de potencia.
Cabe resaltar que los motores V10 dejaron una huella imborrable en la Fórmula 1 desde su introducción en los años 80 hasta su última aparición en 2005. Obligatorios desde mediados de los 90, estas piezas no solo se destacaron por su potencia, sino también por el característico sonido que generaban. Sin embargo, en 2006 fueron reemplazados por los motores V8, marcando el inicio de una transición hacia tecnologías más modernas y sostenibles.
El cambio hacia los motores híbridos V6 turbo, que actualmente dominan la parrilla, ha sido objeto de críticas por parte de algunos aficionados y pilotos. Entre las principales quejas se encuentran la complejidad técnica, los altos costos de desarrollo y la pérdida del emblemático sonido que caracterizaba a los motores de antaño.

Cambios en el reglamento y el concepto del monoplaza de la Fórmula 1
La Fórmula 1 llevará a cabo un cambio rotundo de cara al próximo año, ya que los monoplazas de 2026 serán más livianos y compactos. Sin embargo, el grueso de las modificaciones están enfocadas en el reglamento aerodinámico. Estas buscan equilibrar la eficiencia y la competitividad en pista, introduciendo modificaciones significativas en alerones, dimensiones y aerodinámica activa.
Con un peso mínimo de 768 kilogramos sin combustible, tendrán una distancia entre ejes de 3,4 metros y una anchura de 1,9 metros. Los neumáticos de 18 pulgadas seguirán siendo el estándar, pero serán más estrechos y tendrán un menor diámetro interior.
La gran innovación será la introducción de la aerodinámica activa. Durante una vuelta, los pilotos podrán ajustar simultáneamente los alerones delantero y trasero para alternar entre un modo de alta carga aerodinámica (“modo Z”) y otro de baja resistencia al avance (“modo X”). Esto elimina la necesidad del DRS, ya que el uso de la aerodinámica activa no estará condicionado por la distancia entre autos, un detalle clave para generar más sobrepasos en las pruebas del calendario.