Le
han metido ocho goles en 20 remates y su porcentaje de paradas (60%) es
inferior al del alicantino (62,69%). La decisión de Flick con la
portería, no obstante, parece firme.
As
Wojciech Szczesny no ofreció mejores señales contra el Atalanta que en sus anteriores cinco partidos oficiales con el Barça:
Barbastro, Athletic, Real Madrid, Benfica y Valencia. No pudo hacer
nada en el 1-1 de Ederson. Tampoco se le puede culpar del 2-2 de
Pasalic, aunque tal vez pudo hacerse grande más rápido ante el croata.
Durante el partido, por lo demás, se le vio dubitativo con el balón,
especialmente en una de las primeras acciones; y cogiendo aún las
medidas pese a que ya lleva seis partidos.
Los
números no ayudan a Szczesny. Las cifras dicen que es peor que Iñaki
Peña y Ter Stegen, que jugó siete partidos oficiales antes de
lesionarse. Al polaco le han hecho ocho goles en 20 remates y su
porcentaje de paradas, 60%, es más bajo que el de Iñaki Peña (62,69%); y
que el de Ter Stegen (69,57%). El historial de sus partidos tampoco es bueno. Sin trabajo en su debut en Barbastro, dejó algunas dudas en las salidas en la semifinal de la Supercopa contra el Athletic. En la final de Yeda, contra el Madrid fue
expulsado y dejó al equipo expuesto media hora con diez jugadores. El
resultado (1-5 cuando vio la roja) minimizó los daños. Luego vino el ‘festival’ de Lisboa,
en el que chocó con Balde en el 2-1 de Pavlidis, cometió un penalti y
no se entendió con Araújo en el 4-2 en propia puerta del Araújo. Ante el
Valencia cometió un penalti del que le salvó el VAR. Su mejor parada,
de momento, es una salvadora a un tiro cruzado de Di María con 4-4 en
los locos minutos oficiales de Lisboa.
Flick, sin embargo, ha tomado una decisión. Su portero es Szczesny y así lo será hasta nueva orden. Al polaco no le está resultando sencillo el proceso de readaptación al fútbol profesional. Aterrizado
en Barcelona a principios de octubre después de haber anunciado su
adiós al fútbol en julio, notó los tres meses de parón total de
actividad. Le costó alcanzar cierto nivel, pero Flick ha decidido
darle la camiseta de titular, quizá seducido por la idea de que darle
partidos acelere su proceso de puesta a punto. Nadie pone en duda
dentro del club que ‘Tek’ ha sido un portero de primer nivel europeo, un
ganador y un tipo carismático en el vestuario. Pero tampoco se tapan
los ojos y ese Sczesny no es el de estos días. La gran pregunta es si es
cuestión de tiempo o ya no va a tenerlo para recuperar el nivel que
mostró en Arsenal o Juventus. De momento, Flick ya no puede presumir de
que hayan ganado todos los partidos que han jugado con él. Eso sí, lo
seguirá poniendo el domingo contra el Alavés. Peña, mientras tanto,
acepta con resignación su regreso a la condición de suplente esperando,
tal vez, una oportunidad en la Copa el próximo 6 de febrero.
