Letonia denunció que un cable submarino en el mar Báltico resultó dañado por una “influencia externa”
El gobierno se encuentra coordinando acciones con la OTAN, que patrulla la zona desde el mes de diciembre. Suecia también se comprometió a cooperar para investigar lo sucedido
“Estamos trabajando junto con nuestros aliados suecos y la OTAN sobre el incidente, incluyendo el patrullaje de la zona, así como la inspección de los buques que se encontraban allí,” declaró la primera ministra, quien adelantó que “las autoridades han acelerado el intercambio de información” e iniciado una investigación penal" al respecto.
Su homólogo sueco, Ulf Kristersson, confirmó también que "al menos un cable de datos, una propiedad de una entidad letona, resultó dañado" y que su país, en colaboración con Letonia y la OTAN, ya están cooperando activamente en esta cuestión.
“Suecia contribuirá con sus capacidades pertinentes a los esfuerzos para investigar el presunto incidente,” agregó el primer ministro sueco.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, reaccionó al incidente trasladando su “completa solidaridad con los países de la UE del Mar Báltico tras los daños en el cable submarino de datos entre Suecia y Letonia”.
“La resistencia y la seguridad de nuestra infraestructura crítica es una prioridad máxima", añadió la presidenta de la Comisión Europea, antes de trasladar su compromiso para "mejorar la detección, la prevención y la reparación" de esta clase de episodios con sus socios internacionales.
Este incidente se produce en un contexto de creciente vigilancia en el mar Báltico, donde varios cables submarinos y gasoductos han sufrido daños en los últimos años. La OTAN reforzó su presencia en la zona en diciembre de 2024 tras incidentes similares, incluido el daño a cables de comunicaciones y un cable eléctrico entre Estonia y Finlandia. En ese caso, las investigaciones apuntaron al petrolero Eagle S, que navegaba desde San Petersburgo bajo pabellón de las Islas Cook, como el posible responsable del daño con su ancla.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, reiteró en diciembre su compromiso con la seguridad de las infraestructuras estratégicas en el mar Báltico, subrayando que la Alianza no tolerará acciones hostiles en la región. Por su parte, el presidente de Finlandia, Alexander Stubb, afirmó que la situación estaba bajo control y destacó la necesidad de mantener la colaboración y vigilancia para proteger las infraestructuras críticas.
Daños atribuidos a una “guerra híbrida”
Desde la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, se han registrado múltiples incidentes que han dañado infraestructuras energéticas y de comunicación en la región del Báltico. Expertos y políticos occidentales han calificado estas acciones como parte de una “guerra híbrida”, en la que se busca socavar la estabilidad de los países europeos mediante actos de sabotaje.
En noviembre de 2024, dos cables de comunicaciones fueron cortados en aguas territoriales suecas. Las autoridades de Suecia investigaron al carguero Yi Peng 3, que navegaba bajo pabellón chino, por su posible implicación en el incidente. Este tipo de ataques incrementa la tensión geopolítica y subraya la vulnerabilidad de las infraestructuras críticas en la región.
La Unión Europea y la OTAN han manifestado su apoyo a los países afectados, comprometiéndose a reforzar las medidas de seguridad en el Báltico. En Estonia, el ministro de Defensa, Hanno Pevkur, anunció el despliegue de patrullas navales para proteger el cable eléctrico submarino EstLink 1, que conecta al país con Finlandia, asegurando que están preparados para responder tanto con medios militares como no militares ante cualquier amenaza.
Las investigaciones sobre los incidentes recientes, incluidas las vinculaciones con buques sospechosos, continúan desarrollándose mientras las autoridades regionales y la OTAN trabajan para garantizar la seguridad de las infraestructuras submarinas en un clima de creciente incertidumbre geopolítica.