Enfermo y letárgico, lo abandonaron sobre un tacho de basura para que muriera: “Teníamos que darle una oportunidad” .
Habían pasado apenas unos pocos días desde la jornada de recaudación de fondos que se propusieron organizar -y con mucho éxito-. Conscientes de que el invierno sería duro, decidieron que una cámara termográfica ayudaría en sus misiones de rescate. Con unos pocos meses restantes de meses gélidos por delante y puestas de sol tempranas, esperaban que la cámara infrarroja los ayudara a salvar más vidas de lo habitual.
Como de costumbre, el equipo de voluntarios de Stray Rescue of St. Louis (SRSL) hacía sus tareas habituales de limpieza de caniles, administración de medicación, paseos y atención de los animales que alojaban cuando esa noche recibieron un llamado de ayuda de un camionero preocupado.
Se había tomado un descanso en un parque y el hombre vio a un cachorro en una caja plástica sobre un contenedor de basura. “Cuando llegamos al lugar, estaba muy oscuro. Y el animal ya no estaba en el espacio que nos habían indicado”, dijo Donna Lochmann, la líder de rescates de SRSL.
Lochmann se dirigió al parque con sus herramientas de rescate habituales: una linterna, una correa y algunas golosinas para perros. Pero esta vez, en lugar de usar su linterna para escanear el parque sin iluminación, sacó la cámara. Fijó sus ojos en la pantalla mientras escaneaba el parque y, momentos después, pudo ver una mancha naranja y amarilla en la pantalla, acurrucada en lo profundo de una zona boscosa. Caminó hacia la mancha y pronto descubrió al pequeño cachorro de color canela.
Con cuidado, logró sacar al cachorro de su escondite oscuro y frío y luego lo subió a su vehículo. De allí se dirigió directamente a la clínica veterinaria del refugio, donde rápidamente le diagnosticaron un caso debilitante de parvovirus.
“Estaba letárgico, sin apetito, con fiebre y muy débil. Realmente su vida corría peligro. Probablemente por eso alguien pensó que no era bueno tenerlo en su casa y lo abandonó en ese parque para que muriera solo. Pero no íbamos a renunciar a este pequeño. La forma en que nos miraba… teníamos que darle una oportunidad. Sin importar el costo, sabíamos que se merecía una oportunidad”, explicaron desde el refugio.
Según MSD Salud Animal, el parvovirus es una de las enfermedades infecciosas más letales en el perro. Ataca el intestino y algunos síntomas comunes que se presentan son vómitos, diarrea (generalmente con sangre), fiebre y disminución de la capacidad del organismo para defenderse.
Suele ser particularmente grave en cachorros y se transmite por vía oral. El parvovirus es muy resistente y puede sobrevivir en el medio ambiente por más de 6 meses. Esto es importante porque los perros infectados pueden eliminar millones de partículas virales en su materia fecal, lo cual puede dar lugar a que perros sanos se contagien a través de estos materiales contaminados con el virus. Ese es el motivo por el que se los mantiene aislados.
El cachorro, al que llamaron Flir en honor a la marca de la cámara infrarroja, tenía un largo camino de recuperación por delante. Después de unas semanas de aislamiento y tratamiento diario, Flir comenzó a ganar peso y a volverse más activo. Lentamente pero con seguridad, Flir se estaba recuperando. Pero también atravesó etapas de cuidados intensivos, dos situaciones emergencia, transfusiones de sangre y siempre sobrevolaba la posibilidad de que no lo lograra. Pero Flir no estaba dispuesto a bajar los brazos.
Finalmente Flir, ahora llamado Oliver, cerró su círculo cuando una familia le abrió las puertas de su hogar y su corazón. “Little Man (como nos gusta llamarlo) está lleno de vida y travesuras”, escribió su humana Stephanie Schmitz en Facebook. “Es el típico cachorro inquieto y lo amamos muchísimo…”.
Con padres que lo amaban incondicionalmente, la vida de Oliver era casi perfecta. Lo único que faltaba era un compañero de juegos canino con quien disfrutar. Fue entonces cuando Poppy entró en escena.
“¡Por favor, den la bienvenida al nuevo miembro de la familia Schmitz: Miss Poppy, la hermana pequeña de Oliver. Nuestros dos bebés peludos fueron salvados por SRSL y no podemos imaginar nuestra familia sin ellos!”.
Oliver estaba extasiado de darle la bienvenida a Poppy a la familia y los dos han estado unidos desde entonces. Oliver, que antes era un cachorro pequeño y enfermo que se las arreglaba solo en un parque oscuro y frío, ahora tiene una familia que lo ama y la vida que siempre soñó.
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