Cómo protegerse de las sustancias cancerígenas que contaminaron el aire tras los incendios en California
Los devastadores incendios en los condados de Los Ángeles y Ventura han dejado más que escombros; las autoridades han advertido sobre benceno, metales pesados y otros químicos que pueden provocar graves enfermedades a quienes se exponen a ellos
Reza Ronaghi recorrió lo que quedaba de su vecindario en Pacific Palisades y solo vio ruinas humeantes. “Ni una sola casa quedó en pie en nuestra cuadra”, dijo a NPR. Como neumólogo en la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), Ronaghi conoce los efectos de la inhalación de humo, pero lo que descubrió al volver a su hogar lo sorprendió aún más: la ceniza y los escombros contenían sustancias tóxicas que ponían en riesgo la salud de todos los residentes. Sin información clara sobre cómo protegerse, él y sus vecinos ingresaron sin las precauciones adecuadas y pronto comenzaron a sentir irritación en los ojos, la piel y las vías respiratorias.
Sustancias tóxicas en el aire y la ceniza
Los incendios forestales son peligrosos por el humo que producen, pero cuando las llamas consumen áreas residenciales, la toxicidad se multiplica. Investigadores han detectado en incendios previos altos niveles de metales pesados, benceno, formaldehído y compuestos aromáticos policíclicos (PAHs), sustancias que pueden causar daños en el sistema nervioso, respiratorio y cardiovascular, además de cáncer. Tras el incendio de Camp Fire en 2018, se encontraron concentraciones anormales de plomo en las zonas aledañas, presumiblemente liberado de casas destruidas. Estudios preliminares en Los Ángeles sugieren una situación similar, informó NPR.
Cómo protegerse de los escombros tóxicos
Frente a estos riesgos, expertos recomiendan medidas estrictas para quienes vuelvan a áreas quemadas. Ronaghi, quien sintió irritación en la piel y los ojos tras solo 30 minutos en su casa destruida, aconseja el uso de máscaras N95 o respiradores, gafas de protección, guantes y ropa de manga larga, que debe retirarse y guardarse en bolsas selladas antes de entrar a otro espacio, comentó en la entrevista.
Las autoridades suelen enviar equipos especializados para limpiar las zonas más contaminadas, pero muchos residentes regresan antes de que esto ocurra. Colleen Reid, geógrafa de la salud en la Universidad de Colorado, Boulder, advierte que incluso limpiar una casa expuesta al humo puede ser peligroso. “Descubrimos que la ceniza puede volver al aire al limpiar, lo que incrementa el riesgo de inhalación”, dijo a NPR. Por ello, recomienda usar aspiradoras con filtro HEPA, limpiar superficies con paños húmedos y ventilar las viviendas constantemente.
No solo quienes perdieron sus casas están en riesgo. Investigaciones tras el incendio Marshall de 2021 en Colorado revelaron que el humo se filtró en casas alejadas del frente de fuego, atravesando ventanas y grietas, y afectó la calidad del aire interior por semanas. Joost de Gouw, químico atmosférico de la misma universidad, descubrió que sustancias como benceno y naftaleno se impregnaron en textiles, colchones e incluso en estructuras de madera y yeso de los hogares. “Estas toxinas se fueron liberando lentamente al aire interior, y el proceso tardó unas cinco semanas en disiparse”, explicó.
Los residentes de Los Ángeles que no estuvieron directamente en la línea del fuego aún podrían estar expuestos a contaminantes. Para mitigar el riesgo, expertos recomiendan mantener purificadores de aire con carbón activado encendidos durante varias semanas, ya que apagar estos dispositivos prematuramente podría hacer que los niveles de contaminación aumenten nuevamente.