Una mirada al futuro de la regeneración capilar: el azúcar que podría cambiarlo todo
Científicos exploran el potencial de un compuesto natural para estimular el crecimiento del cabello, con posibles aplicaciones en otros tipos de pérdida capilar
InfobaeLa pérdida de cabello afecta profundamente la confianza y la autoestima de millones de personas en todo el mundo. Según el doctor Daniel López Rosetti, “el 25% de los hombres jóvenes comienzan a experimentar señales de pérdida del pelo antes de los 30 años”, y este porcentaje asciende al 50% en los mayores de 50 años. Uno de los factores más comunes detrás de este fenómeno es la alopecia androgenética, un trastorno relacionado con la acción de una hormona llamada dihidrotestosterona (DHT), que encoge progresivamente los folículos capilares hasta impedir el crecimiento de cabello nuevo.
El estudio, publicado en la revista Frontiers in Pharmacology y realizado en modelos animales, demostró que el 2dDR reactiva el ciclo de regeneración del cabello en modelos animales de alopecia androgenética. Este compuesto ofreció resultados similares al minoxidil, pero con ventajas potenciales en términos de seguridad y accesibilidad.
Según manifestó en un comunicado de prensa el profesor Muhammad Yar, “este azúcar pro-angiogénico deoxirribosa es natural, económico, estable y hemos demostrado que puede ser administrado desde diferentes geles o apósitos”.
Además de sus posibles aplicaciones en alopecia androgenética, los investigadores consideran que este compuesto podría beneficiar a personas que pierden cabello debido a quimioterapia u otras condiciones que afectan el ciclo de crecimiento capilar.
Descubrimiento del 2-deoxy-D-ribose: un enfoque natural y eficaz
El 2-deoxy-D-ribose (2dDR) es un azúcar con funciones importantes en procesos biológicos como la regeneración de tejidos. Inicialmente, los investigadores estudiaban el papel de este compuesto en la cicatrización de heridas, pero durante esas investigaciones, observaron que el cabello alrededor de estas lesiones crecía más rápido que en áreas no tratadas.
Este hallazgo, que se realizó a mediados de año, llevó al equipo a explorar su potencial como tratamiento contra la pérdida de cabello. Es por ese motivo que, en el estudio, los científicos evaluaron la capacidad del 2dDR para estimular el crecimiento capilar a través de la angiogénesis, un proceso que mejora el flujo sanguíneo hacia los folículos capilares, revitalizándolos.
Para analizar su eficacia, aplicaron un hidrogel formulado con esta sustancia durante 20 días en ratones con alopecia inducida. Según el equipo, “este estudio muestra un efecto positivo del 2dDR en la regeneración capilar en este modelo animal, utilizando un hidrogel de alginato como portador para administrar el compuesto de manera sostenida”.
El análisis demostró mejoras significativas en la densidad, longitud y grosor de los folículos tratados. Además, el 2dDR promovió la formación de nuevos vasos sanguíneos alrededor de los folículos, un proceso que, según los investigadores, es crucial para la regeneración capilar.
“La angiogénesis es conocida por ayudar a la regeneración del cabello, y nuestros estudios previos demostraron la capacidad del 2dDR para promoverla”, señalaron los autores en el trabajo. Al tiempo que advirtieron que, aunque los resultados son prometedores, este compuesto debe probarse en ensayos clínicos en humanos antes de estar disponible como una opción terapéutica.
Tras la consulta de Infobae, Andrés Politi, médico dermatólogo y miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología (MN 73970), explicó: “Es un trabajo realizado in vitro y en animales que muestra una molécula con una eficacia no inferior al minoxidil, que tiene una eficacia baja, de apenas un 30 %. Lo interesante aquí es que esta molécula, según los autores, aunque no saben exactamente cómo estimula, parece activar un factor de crecimiento o una citoquina que podría generar nuevos vasos. Esto reforzaría una de las siete teorías que existen sobre el minoxidil, que postula que actúa a través de la vía vascular”.
La alopecia: causas, impacto y tratamientos tradicionales
La alopecia androgenética es una de las formas más comunes de pérdida de cabello. Surge debido a la acción de la dihidrotestosterona (DHT), que afecta el tamaño de los folículos capilares y disminuye progresivamente su capacidad de producir cabello nuevo. En las mujeres, aunque la pérdida de cabello tiende a ser menos visible, su impacto emocional suele ser más significativo.
Como había explicado en una nota en Infobae la dermatóloga María Colavincenzo, directora de una clínica especializada en trastornos del cabello y cuero cabelludo en Northwestern Medicine, “este fenómeno puede ser especialmente difícil para las mujeres, porque no es tan aceptable desde un punto de vista cosmético como lo es para los hombres”. Siendo que, para ambos géneros, el estrés, las deficiencias nutricionales y los cambios hormonales pueden agravar el problema.
Además de las influencias hormonales, otros factores contribuyen a la caída del cabello. En palabras de Rosetti a Infobae, “cuando hay un evento estresante, tu cuerpo dice: ‘Voy a dejar de dedicar recursos al crecimiento del cabello y concentrarme en esta enfermedad.’”
En ese sentido, la dermatóloga Lauren Eckert Ploch, especialista certificada en dermatología y experta en caída capilar, explicó previamente: “La caída súbita de cabello puede comenzar dos o tres meses después de eventos estresantes, como enfermedades, cirugías importantes o pérdida de peso significativa”.
Los tratamientos actuales incluyen el minoxidil, que estimula la fase de crecimiento capilar, y el finasteride, que reduce la producción de DHT. Sin embargo, ambos tienen limitaciones.
De acuerdo al trabajo, “el minoxidil suele causar un desprendimiento temprano de los cabellos que ya están en la fase telógena (efluvio telógeno), porque acorta la fase telógena antes de reiniciar el crecimiento del cabello sano”.
En este contexto, el 2dDR surge como una alternativa más natural y menos invasiva, con el potencial de beneficiar a una población más amplia al reducir los riesgos asociados a los tratamientos tradicionales, aseguran los investigadores.
Perspectivas futuras para el tratamiento de la alopecia
El hallazgo del 2-deoxy-D-ribose (2dDR) marca un avance significativo en la búsqueda de soluciones para la pérdida de cabello. Este compuesto mostró resultados comparables a los de tratamientos existentes, como el minoxidil, pero con ventajas asociadas a su origen natural y su capacidad para promover la angiogénesis.
Según el comunicado de la Universidad de Sheffield, el 2dDR “podría ser la clave para curar la alopecia androgenética, un trastorno que afecta hasta al 50% de los hombres en el mundo”, gracias a su capacidad para estimular el crecimiento capilar.
“Lo que falta es un medicamento realmente eficaz. Hoy contamos con inhibidores de la 5-alfa reductasa, como finasteride y dutasteride, que tienen una eficacia razonable, entre el 60 % y el 70 %. Estos actúan al inhibir la unión de la dihidrotestosterona con su receptor, impidiendo que se convierta en su forma activa”, explicó Politi a Infobae.
Y agregó: “En segundo lugar, tenemos el minoxidil, con una eficacia del 30 %. Entonces, en términos de investigación, lo que se busca es encontrar moléculas nuevas y explorar otros mecanismos para hacer crecer pelo. Otra área interesante sería investigar cómo revertir procesos de fibrosis. Cuando alguien pierde cabello, su bulbo piloso suele ser reemplazado por tejido cicatricial. Este sería un punto importante para abordar”.
Los investigadores destacan la necesidad de realizar ensayos clínicos en humanos para confirmar su eficacia y seguridad. Según el estudio científico, “nuestras investigaciones histológicas demostraron que el hidrogel 2dDR-SA aumentó el desarrollo del cabello al alargar la fase anágena”, lo que sugiere un mecanismo distinto al de los tratamientos actuales.
La profesora Sheila MacNeil, de la Universidad de Sheffield, enfatizó: “Nuestra investigación sugiere que la respuesta a la pérdida de cabello podría ser tan simple como usar un azúcar deoxirribosa natural para aumentar el suministro de sangre a los folículos y estimular su crecimiento”.
Más allá de su impacto científico, este avance tiene un fuerte componente social. La pérdida de cabello no es solo un problema estético; afecta la confianza, la imagen personal y, en muchos casos, la salud emocional de quienes la padecen.
Como señaló el estilista Leonardo Rocco a Infobae, “un tratamiento que funcione puede marcar la diferencia en la vida de las personas, devolviéndoles no solo su cabello, sino también su confianza”.
El 2dDR representa una innovación significativa en el tratamiento de la caída del cabello y lo posiciona como una alternativa prometedora no solo para la alopecia androgenética, sino también para otras formas de pérdida capilar, como las relacionadas con tratamientos oncológicos.
De acuerdo a lo expresado a Infobae por Politi, “en medicina, muchas ideas buenas siguen un proceso tedioso y largo. Primero, se prueban en laboratorio, después en modelos microscópicos, luego en animales y, finalmente, en personas. Falta mucho para que pueda probarse en humanos”.
En tanto, según los científicos a cargo del estudio, se trata de una solución accesible y menos invasiva que las opciones tradicionales. Sin embargo, aún restan investigaciones para poder concretar su uso.