Así es el ‘Yakutia’, el descomunal rompehielos nuclear ruso de 33.000 toneladas que conquista por sorpresa el Ártico
El Yakutia es uno de los tres modelos de rompehielos de propulsión nuclear que dispone el país, junto con el Chukotka y el Leningrad.
Pertenece a un conjunto de rompehielos de propulsión nuclear del tipo LK-60Ya que Rusia ha creado en el marco del Proyecto 22220 construido en los Astilleros Bálticos, junto con otros como el Chukotka y el Leningrad. Una serie de embarcaciones cuyo objetivo no era otro que explorar y desarrollar el Ártico. En el caso del Yakutia, cuya denominación se hizo en honor a la República de Sajá (Yakutia), su coste supera los 100.000 millones de rublos rusos.
Se espera que entre en servicio antes de que finalice el año. Es decir, lo hará antes que el Chukotka, previsto para 2026, y que el rompehielos nuclear superpotente Rossiya, en su caso, se prevé su lanzamiento para 2027. Acerca del Yakutia, cuenta con una longitud de 173,3 metros y una anchura de 34 metros. A esto, se suma una potencia de propulsión total de 60 megavatios.
También se prevé que alcance una velocidad continua de 1,5 a 2 nudos, es decir, de 2,8 a 3,7 km/h, a máxima potencia cuando se opera en aguas profundas con el calado de diseño. Dispone también de un sistema de propulsión nuclear-turboeléctrico, así como de dos reactores nucleares RITM-200 cuya potencia máxima es de 175 MW.
El presidente, Vladímir Putin, consideró que la construcción de estas embarcaciones supone una decisión estratégica de Rusia para impulsar el transporte logístico en la Ruta del Mar del Norte. Esta se extiende desde el Mar de Barents hasta el Mar de Chuckchi, y une el océano Atlántico con el océano Pacífico a lo largo de las costas rusas.
Desplegados más de 400 buques de guerra
Más de 400 buques de guerra y más de 90.000 efectivos fueron desplegados por diferentes puntos del planeta el pasado septiembre. En concreto, se efectuó en los océanos Pacífico y Ártico, además de los mares Báltico, Caspio y Mediterráneo.
El mandatario ruso acusó meses atrás a Estados Unidos de “provocar una carrera armamentística” en la región de Asia-Pacífico, así como en el Ártico “con el pretexto de contrarrestar una supuesta amenaza rusa y contener a la República Popular de China”.
