Tras la caída de la coalición de Gobierno en Alemania, Scholz ahora no descartó adelantar la fecha de las elecciones
El Canciller alemán fue menos rotundo al ser consultado por esta posibilidad que, salvo sorpresa, derivará en una convocatoria de elecciones anticipadas
Tras ello, se conoció que Scholz pediría un voto de confianza al Parlamento para el próximo 15 de enero, en la primera sesión del nuevo año, con miras a celebrar -muy posiblemente- elecciones anticipadas antes de finales de marzo, dado que no cuenta de una mayoría en el Legislativo.
Sin embargo, el líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), Friedrich Merz, cargó contra el funcionario y lo acusó de anteponer sus intereses por sobre los del país al dilatar esta instancia hasta principios de 2025. Por el contrario, el principal líder opositor y el candidato favorito en intención de voto, pidió ejecutar el trámite parlamentario de inmediato para poder celebrar las elecciones cuanto antes, ya que no hacerlo ahora sería “irresponsable”.
Al igual que “la inmensa mayoría del electorado alemán, creo que es irresponsable manejar esto (...) de tal manera que se convierta en un mero retraso, en el que los motivos partidistas sean obviamente los protagonistas”, dijo el político, que se basó también en sondeos de opinión que expusieron que gran parte de la sociedad -el 84%- desea que los comicios se celebren lo antes posible.
Scholz, que inicialmente había descartado esta alternativa, sorprendió este viernes, al término de la reunión informal del Consejo Europeo celebrada en Budapest, y se mostró más abierto a esta posibilidad, aunque apeló a la “calma”. En ese sentido, sugirió que los grupos representados en el Bundestag podrían llegar a algún tipo de acuerdo, que incluya algunas leyes que -a su juicio- deberían ser abordadas este mismo año y, así, facilitar las negociaciones por el proceso.
Esto “podría ayudar a responder a la pregunta de cuándo es el momento adecuado” para realizar la moción de confianza, apuntó.
Además de la presión política y social por un adelanto de las elecciones, Scholz enfrenta otro problema: su partido aún no tiene un candidato formal para la Cancillería.
Si bien la cúpula del partido le ha manifestado su respaldo, lo cierto es que el actual ministro de Defensa, Boris Pistorius, cuenta con un mayor respaldo popular y cerca de dos tercios de los socialdemócratas lo querrían como postulante, frente al apenas un tercio que lo apoyaría.
El colapso de la coalición gobernante llega en un momento complicado para Alemania dado que, por segundo año consecutivo, su economía se enfrenta a una contracción, a la par que aumentan los desafíos en materia de política exterior y los temores por pérdida de competitividad a nivel interno. En ese sentido, Scholz apuntó este miércoles que la situación actual en el país y el mundo requiere de seguir invirtiendo en “seguridad y fortaleza”.
“El Gobierno no solo tiene el derecho a actuar, actuar es su deber”, sostuvo.
