El Barça no fichó a Hazard por su actitud

Bojan Krkic explica en Què t’hi jugues las razones por las que descartó el fichaje del exjugador belga para el Barcelona.

Daniel L. Peinado

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Hazard fue uno de los últimos fichajes estrella de Florentino para el Real Madrid, a pesar de que el jugador belga no logró triunfar y fracasó en el equipo blanco. El atacante belga empezó su andadura en la élite en el Lille francés y desde aquella época ya llamaba la atención de los grandes conjuntos europeos y terminó fichando por el Chelsea. Bojan Krkic, actual coordinador de fútbol del Barça, asegura en el programa Què T’hi Jugues de la Cadena Ser, que descartó el fichaje del belga para el conjunto azulgrana, cuando todavía estaba en el Lille, asegurando falta de profesionalidad.

“Lo conocí en el Europeo sub 17, donde jugaba mi hijo. Bélgica llegó a la final, pero la ganó España; Hazard jugó todo el torneo de maravilla, menos la final. Luego, firmó por el Lille. Le fui a ver contra el Montpellier. Era agosto y en el calentamiento faltaba un jugador, todos en manga corta y Hazard salió con chándal. El equipo iba todo junto a calentar, él al revés; ellos estiraban, el miraba la grada. Jugó bien, pero en entrega y actitud no me gustó”.

“Le fui a ver tres días después contra el Angers. Estaba en el banquillo, como otros titulares. Todo el mundo calentaba y él iba caminando. El preparador físico les decía que estirasen y él estaba mirando el partido. Puse ‘descartado’ en el informe. Este tipo de futbolistas, que son muy buenos, a mí me han demostrado que no han dado resultados, tanto cuando eran mis compañeros, como cuando era ‘scout’ del Barça. Mi informe era: calidad máxima, técnico y tácticamente; pero por actitud y personalidad, con más detalles, le descarté”.

La actitud del belga fue uno de los motivos que más se le reprochó cuando jugaba en el Real Madrid, además de la mala suerte que tuvo con las lesiones. El exatacante pudo ser jugador del Barça, pero el club culé lo terminó descartando por su falta de actitud y entrega, a pesar de la calidad que atesoraba en sus botas.