Advierten que las tropas ucranianas perdieron más del 40% del territorio conquistado en la región rusa de Kursk
“El enemigo está aumentando sus contraataques”, declaró un alto cargo del Estado Mayor ucraniano
“Como mucho, controlábamos unos 1.376 kilómetros cuadrados. Ahora, por supuesto, este territorio es más pequeño. El enemigo está aumentando sus contraataques”, dijo la fuente. “Ahora controlamos aproximadamente 800 kilómetros cuadrados. Mantendremos este territorio todo el tiempo que sea militarmente apropiado”, agregó.
La ofensiva de Kursk fue la primera invasión terrestre a Rusia por una potencia extranjera desde la Segunda Guerra Mundial y tomó por sorpresa al gobierno de Vladimir Putin.
Con la ofensiva de Kursk, Kiev pretendía frenar los ataques rusos en el este y el noreste de Ucrania, obligar a Rusia a retirar las fuerzas que avanzaban gradualmente en el este y dar a Kiev una mayor influencia en las futuras negociaciones de paz.
Sin embargo, las tropas de Putin también siguen avanzando con paso firme en la región oriental ucraniana de Donetsk.
La fuente del Estado Mayor ucraniano reiteró que unos 11.000 efectivos norcoreanos habían llegado a la región de Kursk en apoyo de Rusia, pero que el grueso de sus fuerzas aún estaba finalizando su adiestramiento.
El Ministerio de Defensa ruso no respondió de inmediato a una petición de la agencia de noticias británica Reuters para que comentara la evaluación más reciente de Kiev sobre la situación en Kursk. Reuters no pudo verificar de forma independiente las cifras o descripciones dadas.
Las autoridades del gobierno y la cúpula militar rusa no han confirmado ni desmentido la presencia de fuerzas norcoreanas en Kursk.
La fuente de Reuters del Estado Mayor dijo que la región ucraniana de Kurakhove era ahora la mayor amenaza para Kiev, ya que las fuerzas rusas estaban avanzando allí 200 a 300 metros al día y habían logrado abrirse paso en algunas zonas con vehículos blindados respaldados por defensas antidrones. La ciudad de Kurakhove es un trampolín hacia el centro logístico crítico de Pokrovsk, en la región de Donetsk.
Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, sostuvo que cree que hay fuertes posibilidades de que se ponga fin a la guerra en 2025 una vez que el republicano Donald Trump haya sido investido como presidente de Estados Unidos a finales de enero.
“Será un camino difícil, pero confío en que tengamos todas las posibilidades de lograrlo el año que viene”, dijo el mandatario ucraniano en la Tercera Conferencia Internacional sobre el Grano de Ucrania.
Explicó que la guerra “terminará cuando Rusia decida que quiere terminarla”, pero también cuando Estados Unidos “adopte una posición más firme” y “cuando el Sur Global se ponga al lado de Ucrania y a favor de poner fin” al conflicto.