Rodrygo está amenazado

El brasileño, que sólo ha completado un partido de los 11 en los que ha participado, ve cómo mengua su participación en los partidos del Madrid, debido a varios factores: cambio de sistema, lesiones, etc.

Agustín Martín
As
Transcurría el minuto 70 de partido entre el Real Madrid y el Villarreal cuando Carlo Ancelotti dio la orden de realizar los primeros cambios en el equipo blanco. Fueron dos al unísono: salían Camavinga y Mbappé. Y entraban Militao y Rodrygo, El segundo no había jugado el miércoles en Lille: tenía problemas en la espalda que le impedían un pleno rendimiento. Por ese motivo, el técnico italiano decidió no contar con el 11 madridista en la ciudad francesa.

Pero una vez superado el amargo trago de la Champions, Rodrygo volvió a ver cómo empezaba de nuevo en el banquillo ante el equipo castellonense. Esta vez no tenía ningún tipo de molestias, pero la decisión de Ancelotti de apostar por un 4-4-2, con un doble pivote en el que se iban alternando Valverde y Modric junto con Camavinga, dejaba al de Osasco fuera del once titular. Seguramente la apuesta de Ancelotti fuese por el rival. El Villarreal se presentaba en los puestos altos de la tabla y con una semana liberada de competiciones europeas, lo que facilitaba un duro encuentro para los madridistas.

Esta temporada no está siendo beneficiosa para Rodrygo: suma tres goles (fue el autor del primer gol del Madrid en Liga, como ya lo fuera la pasada campaña), pero de los 12 partidos que lleva el equipo blanco, sólo ha completado uno, el primero de Liga ante el Mallorca, donde precisamente él fue el autor del primer y único gol madridista de aquel partido. Del resto, y salvando que no jugó ante el Lille, no ha acabado ningún otro: en la Supercopa disputó 76 minutos, ante el Stuttgart, en la primera jornada de la Champions, otros 75. En Liga, en los nueve encuentros que se llevan disputados ha participado en todos: ha sido titular en seis ocasiones y en tres apareció desde el banquillo. En total acumula el 77% de minutos jugados. Pero la idea de Ancelotti de contar sólo con dos atacantes, fijados ya para Vinicius y Mbappé, y cuatro centrocampistas, hacen que la titularidad que antes se preveía para Rodrygo vaya menguando partido a partido.

Si a eso se le suma el buen funcionamiento colectivo, hace que Ancelotti, poco dado a experimentar cuando las cosas funcionan, mantenga sus ideas en los próximos partidos: Celta (sábado 19 de octubre), Borussia Dortmund (martes 22) y Barcelona (26 de octubre). Ante los vigueses, los blancos deben ganar si quieren aprovechar esa triunfo para llegar lo más parejo posible al Barcelona antes del Clásico para intentar alcanzar el primer puesto de la tabla. Ante el Dortmund, equipo con el que disputó la última final de la Champions, ha tenido serias dificultades en las dos últimas visitas del cuadro minero al coliseo de La Castellana, y necesita los tres puntos para, primero, olvidar la mala imagen dada en Lille, y segundo, comenzar a escalar posiciones en la clasificación antes de medirse al Milan y al Liverpool, éste en Anfield. Un duro mes de octubre en el que los blancos se van a disputar buena parte de sus opciones futuras tanto en Liga como en Champions.

Y ahí aparece la figura de Rodrygo: suma tres goles y dos asistencias, parece escaso bagaje para competir con Vinicius y Mbappé. Bellingham, otro de los jugadores a los que podía relevar, está supliendo su falta de gol con trabajo tanto defensivo como ofensivo, algo que siempre pide Ancelotti a sus jugadores, y es una de las piezas clave en el sistema de Carletto. Todo se le complica a Rodrygo, que ve peligrar su status, tanto en el once titular como en el vestuario… aunque tanto el club como el propio Ancelotti hayan cerrado filas con él. El caso más reciente ha sido la polémica por no aparecer dentro de la lista de los 30 candidatos a ganar el Balón de Oro: “En la elección del Balón de Oro no ha sido valorado. Merecía estar en los 30 sin ninguna duda. Entiendo que esté molesto. Alguien se ha olvidado de lo que ha hecho en la Champions, marcando ante el City y siendo importante. Es una virtud que él sea un comodín, de que pueda jugar en muchas posiciones y siempre bien”. Por cierto, el año pasado fue el tercero en minutos el curso pasado (3.707′ y 17 goles marcados). Pero este año debe cambiar cosas para que vuelva a ser de la partida...

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