Rodrygo, bajo la lupa

El brasileño, otra vez suplente ante el Celta, es el gran perjudicado de las pruebas de Ancelotti con el sistema. Se muestra tranquilo antes de una semana clave.

Manu de Juan
As
El Real Madrid volvió del parón de selecciones y lo hizo ganando al Celta en Balaídos, plaza por tradición difícil, aunque en los últimos años el equipo blanco se ha especializado en asaltarla. Venció con dos goles de su pareja de delanteros titulares: Mbappé y Vinicius. Fue un duelo, otro más, en que Rodrygo arrancó desde el banquillo y salió en la segunda parte. Ya le ha pasado, que no entra en el equipo inicial, en tres duelos seguidos: ante el Lille (entonces, con excusa, pues tenía molestias en la espalda), frente al Villarreal y contra el Celta. Estadísticamente hablando, la muestra es demasiado pequeña, pero sí evidencia una tendencia: el retorno al equipo de Camavinga ha hecho que Ancelotti se interese en un cambio de sistema, pasando a un dibujo de cuatro medios en el que un delantero se cae de la ecuación. Y de momento, ha sido Rodrygo.

El brasileño sigue entrando en los planes de Carletto, ha salido desde el banquillo en los dos últimos duelos, pero no ha logrado ser influyente. Sus números, con tres goles y dos asistencias en casi 800 minutos, tampoco son arrolladores, probablemente influidos también por estar jugando en una posición que le deja en peor lugar para influir en el marcador, como es la derecha, y por las dificultades ofensivas del equipo en este inicio de curso. Esas dificultades ha querido resolverlas Carletto con un cambio de dibujo, pasando a jugar con cuatro medios y ante el Celta, además, añadiendo una variante con tres centrales que salió regular tirando a mal.

Rodrygo, con el Real Madrid.
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Rodrygo, con el Real Madrid.Miguel VidalREUTERS

El runrún relativo a que en algún momento Ancelotti podía cambiar de un 4-3-3 a un 4-4-2 y que Rodrygo tenía papeletas en esa lotería no es nuevo. El italiano, hombre agradecido por naturaleza, respetó los galones que Rodrygo se ganó en las tres pasadas temporadas, en las que fue fundamental para ganar dos Champions (especialmente, con sus cuatro goles al City, dos en la 2021-22 y dos en la 2023-24), y especialmente en la última, la primera en que fue titular indiscutible junto a Vinicius en ataque. Con ellos y con Bellingham, el Madrid ganó Liga y Champions. Y Carletto quiso mantener ese espíritu mientras quería encajar a Mbappé. Pero en las últimas semanas, antes y después del parón, Rodrygo se ha caído del once y una lupa se posa sobre él.

Confianza antes de una semana clave

Transmiten desde su entorno que no hay preocupación y entienden, además, que esta suplencia ante el Celta viene muy condicionada por lo que ha sucedido en el parón de selecciones, en el que tanto Mbappé como Vinicius se quedaron en Madrid y no acudieron con sus selecciones, mientras que Rodrygo acudió con Brasil, jugó todos los minutos contra Chile y una buena parte ante Perú, en dos duelos, además, de extrema dureza, especialmente el primero. Rodrygo comprende que Ancelotti esté en dinámica de probaturas en el esquema, mientras busca dar con la tecla.

Su prioridad es estar sano y preparado, que no es cosa menor en esta temporada en que el Madrid puede jugar hasta 72 partidos. Las oportunidades no van a escasear con este calendario y Rodrygo lo sabe. Y su polivalencia, su capacidad para rendir en los tres puestos del frente de ataque, es su mejor aval. Entra, eso sí, en una semana importante para él, como para Ancelotti y para el Madrid en general.

Vienen el Dortmund y el Clásico ante el Barcelona, dos partidos en que el Madrid puede encauzar su paso en Champions e igualar al Barça en Liga... o perder terreno en ambas competiciones. Y en el caso de Rodrygo, dos suplencias sí significarían, ya sin tantos condicionantes, que Ancelotti le ha sacado de su lista de favoritos. Y dos titularidades, o una al menos, que sigue en esa pelea. Él no baja los brazos.

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