Nuevo enigma en el universo: detectan el pulso de radio cósmico más largo jamás registrado
En un descubrimiento que desafía las teorías establecidas, astrónomos internacionales captaron esta señal proveniente de una estrella de neutrones que gira en forma muy lenta. El fenómeno podría replantear cómo entendemos la evolución y la naturaleza de los objetos celestes más extremos Astrónomos captan una señal con un ciclo de 54 minutos, el más largo registrado.
Infobae
Lo esencial: astrónomos internacionales han detectado el pulso de radio cósmico más largo jamás observado en una estrella de neutrones, denominada ASKAP J1935+2148, que emite un ciclo de 54 minutos, muy superior al de otras similares. Este fenómeno fue captado por los telescopios ASKAP en Australia y MeerKAT en Sudáfrica, quienes observaron tres patrones de emisión: pulsos brillantes, rápidos y silencios. Los científicos especulan que podría tratarse de una estrella de neutrones de giro lento o incluso una enana blanca, desafiando las teorías previas sobre estos objetos extremos.
Por qué importa: este hallazgo cuestiona el conocimiento actual sobre las estrellas de neutrones y las enanas blancas, en particular sobre sus propiedades de emisión y caminos evolutivos. Su lentitud abre nuevas preguntas sobre:
- La evolución y características de las estrellas de neutrones.
- La posible existencia de más objetos de giro lento aún no detectados en la galaxia.
- Cómo podría cambiar la comprensión sobre poblaciones de objetos estelares en el universo.
Cuando los astrónomos apuntan sus radiotelescopios al espacio, ocasionalmente detectan breves ráfagas de ondas de radio provenientes de partes distantes del universo. Estas ráfagas, llamadas “transitorios de radio”, pueden comportarse de diferentes maneras: algunas estallan solo una vez y nunca regresan, mientras que otras parpadean en patrones regulares.
Pero en una nueva investigación que rompe las teorías establecidas, astrónomos internacionales han detectado el pulso de radio cósmico más prolongado jamás captado, proveniente de una estrella de neutrones. Esta señal sigue un ciclo de casi una hora de duración. En varias observaciones, a veces producía destellos largos y brillantes, otras veces pulsos débiles y rápidos y, en ocasiones, ninguna señal.
Los radiotelescopios ASKAP en Australia Occidental y MeerKAT en Sudáfrica han jugado un papel esencial al capturar este fenómeno. La estrella de neutrones, denominada ASKAP J1935+2148, muestra un período de rotación de 54 minutos, el más lento entre más de 3.000 estrellas de su tipo observadas hasta ahora. Esta característica desafía el conocimiento previo que sugiere que estas suelen girar a velocidades increíblemente rápidas.
“Los astrónomos encuentran el pulso de radio cósmico más largo jamás detectado. Un objeto de radio transitorio recientemente descubierto con un ciclo de casi una hora plantea un intrigante enigma celestial. Este objeto, que exhibe tres estados de emisión diferentes, podría ser una estrella de neutrones de giro lento o una enana blanca única, lo que pone a prueba los límites de nuestro conocimiento astronómico actual,” revela la reciente publicación en Nature Astronomy.
Teorías en revisión: la lentitud inesperada
Este hallazgo despierta preguntas significativas sobre la vida residual de las estrellas masivas. Tradicionalmente, se consideraba que las estrellas de neutrones giraban a una velocidad que permitía completar una rotación en segundos o incluso milisegundos. La lentitud de ASKAP J1935+2148 sugiere una variabilidad en las propiedades de emisión y los caminos evolutivos de estas estrellas que no había sido considerada anteriormente.
“Una estrella de neutrones recién descubierta, encontrada por un equipo internacional que utiliza el radiotelescopio ASKAP, gira cada 54 minutos, lo que la convierte en la más lenta de su tipo. Este descubrimiento podría alterar las teorías científicas sobre las estrellas de neutrones y las enanas blancas, enfatizando la necesidad de más investigación para comprender sus propiedades de emisión y sus caminos evolutivos,” explicó el astrónomo Emil Lenc de ASKAP.
El estudio también destaca la capacidad única de los telescopios ASKAP y MeerKAT para monitorear el cielo en búsqueda de fenómenos no anticipados, lo que permite descubrimientos fortuitos como este. La colaboración internacional, que incluye expertos de la Universidad de Manchester y la Universidad de Oxford, ha proporcionado un nuevo enfoque en el estudio de objetos compactos y cómo evolucionan.
“Con ASKAP, estábamos monitoreando simultáneamente una fuente de rayos gamma y buscando pulsos de una ráfaga de radio rápida, cuando detectamos ASKAP J1935+2148 parpadeando lentamente en los datos. La señal se destacó porque estaba compuesta de ondas de radio polarizadas circularmente, lo que significa que la dirección de las ondas gira en espiral a medida que la señal viaja a través del espacio”, agregó Lenc.
Y destacó: “Nuestros ojos no pueden diferenciar entre la luz polarizada circularmente y la luz ordinaria no polarizada. Sin embargo, ASKAP funciona como un par de anteojos o gafas de sol polaroid, filtrando el resplandor de miles de fuentes ordinarias. Después de la detección inicial, realizamos más observaciones durante varios meses utilizando ASKAP y también el radiotelescopio más sensible MeerKAT en Sudáfrica”.
Este intrigante objeto no solo requiere más observación, sino que también impulsa a la comunidad científica a replantearse cómo y por qué algunas estrellas de neutrones y enanas blancas desafían las expectativas actuales. Los investigadores continúan explorando estos fenómenos, esperando profundizar en la comprensión de las dinámicas cósmicas que rigen nuestra galaxia.
La revelación de ASKAP J1935+2148 marca un hito en la radioastronomía y promete expandir nuestro entendimiento del universo. A medida que la tecnología de observación avanza y los límites de nuestra exploración se expanden, cada nuevo descubrimiento como este nos acerca más a desentrañar los misterios del cosmos.
Desentrañando el enigma estelar
La duración exacta durante la cual ASKAP J1935+2148 ha estado transmitiendo pulsos de radio es aún un misterio, principalmente porque la radioastronomía tradicionalmente no se enfoca en buscar objetos con ciclos de rotación tan prolongados.
Curiosamente, las señales de esta estrella de neutrones se observan solo en un diminuto porcentaje de su ciclo completo, variando entre el 0,01% y el 1,5% según el modo de emisión en que se encuentre.
“No podemos descartar la posibilidad de que el objeto sea una enana blanca, es decir, las cenizas del tamaño de la Tierra de una estrella que se ha apagado y ha agotado su combustible. Las enanas blancas suelen tener períodos de rotación lentos, pero no conocemos ninguna forma de producir las señales de radio que vemos aquí. Además, no hay otras enanas blancas altamente magnéticas cerca, lo que hace que la explicación de la estrella de neutrones sea más plausible”, agregaron los astrónomos en el estudio presentado.
El hecho de haber detectado ASKAP J1935+2148 fue un golpe de suerte considerable. Es altamente plausible que existan numerosos objetos similares dispersos por toda nuestra galaxia, aún aguardando ser descubiertos por los astrónomos.
Este objeto podría hacernos reconsiderar nuestra comprensión, que tenemos desde hace décadas, de las estrellas de neutrones o las enanas blancas, en particular de cómo emiten ondas de radio y cómo son sus poblaciones dentro de nuestra galaxia. Se necesitan más investigaciones para confirmar de qué se trata, pero cualquiera de los dos escenarios proporcionaría información valiosa sobre la física de estos objetos extremos.