Israel abatió a Yahya Sinwar, jefe terrorista de Hamas y cerebro del ataque del 7 de octubre
Tenía 61 años y fue el principal objetivo de las Fuerzas de Defensa en la Franja de Gaza desde el inicio de la guerra. Murió durante un combate cuerpo a cuerpo con soldados israelíes
Según el comunicado previo, “durante las operaciones de las FDI en la Franja de Gaza, tres terroristas fueron eliminados” y “no había señales de la presencia de rehenes en el área”.
Finalizado el combate, los soldados procedieron a chequear el estado de los milcianos y allí descubrieron que uno de ellos era nada menos que el máximo jefe de Hamas.
El pasado mes de agosto Sinwar, quien representaba la línea más dura y beligerante del grupo, fue nombrado como nuevo jefe de Hamas, tras la muerte de Ismail Haniyeh en un atentado en Teherán, el 31 de julio de 2024.
A diferencia de Haniyeh, que vivía exiliado en Qatar desde hacía años, Sinwar había permanecido en Gaza. Como líder de Hamas en el territorio desde 2017, rara vez aparecía en público, pero mantenía un férreo control sobre el gobierno de Hamas. Cercano a Mohammad Deif -también abatido por Israel- y al brazo armado, conocido como Brigadas Qassam, trabajó para aumentar las capacidades militares del grupo.
Sinwar inició su camino en el grupo terrorista hace décadas, convirtiéndose así en uno de los principales objetivos de Israel a lo largo de los años. De 61 años, creció en la sureña ciudad de Khan Younis, en la Franja de Gaza. Allí, compartió con otros importantes miembros de la milicia, como Deif, quien se convirtió en jefe militar de Hamas.
Nacido en un campo de refugiados en Khan Younis, fue elegido líder del grupo en Gaza en 2017 tras ganarse una reputación de enemigo implacable de Israel. Antes había sido jefe del aparato de seguridad Al-Majd, que rastreaba, mataba y castigaba a palestinos acusados de colaborar con el servicio secreto de Israel antes de ser encarcelado.
En la década de 1980, Sinwar puso en marcha dos proyectos que, pronto, se convirtieron en sus obsesiones. El primero fue el armado del grupo terrorista y, el segundo, la identificación de los posibles colaboradores de Israel.
Su primera misión dentro de Hamas fue encabezar las “Fuerzas de la Gloria”, una unidad que se encargaba de los traidores y gracias a la cual logró construirse una fama de cruel e infundió el terror dentro del enclave. Luego, pasó a ser el mentor de las Brigadas Al-Qassam, el ala militar de Hamas, que participó de importantes ataques, como el del 7 de octubre.
El apodo de “El carnicero de Khan Younis” no es por nada; Sinwar fue acusado de una infinidad de crímenes y delitos, incluida la condena por el asesinato de 12 palestinos por razones políticas y hasta interpretaciones religiosas del Corán que se distanciaban de las propias.
En septiembre, Israel propuso a Sinwar un salvoconducto para salir de Gaza a cambio de que el grupo terrorista liberara a los rehenes que tiene en su poder y ceda el control de la Franja de Gaza.
“Estoy dispuesto a proporcionar un salvoconducto a Sinwar, a su familia y a quien quiera unirse a él”, afirmó el pasado martes el enviado israelí para los rehenes, Gal Hirsch, en una entrevista en la oficina de Bloomberg News en Washington. “Queremos que los rehenes regresen. Queremos la desmilitarización, la desradicalización, por supuesto, un nuevo sistema que gestione Gaza”.
Tanto Israel como Estados Unidos lo buscaban por sus crímenes y lo mantenían entre las prioridades de sus operaciones, mientras que la Corte Penal Internacional emitió órdenes de captura contra él y otros terroristas en mayo de este año por delitos de lesa humanidad y de guerra.
Por su parte, tras el estallido del conflicto en octubre, Tel Aviv prometió encontrarlo —ya que se cree que se escondía en la extensa red de túneles del enclave— y matarlo. “Es un hombre muerto andante”, aseguraban.