Queimada Grande, una isla tan peligrosa que el ser humano tiene prohibido poner un pie en ella
El Gobierno de Brasil prohíbe que nadie se acerque, pues la supervivencia en dicho lugar no está garantizada.
A finales del siglo XX vivía una persona en ella que se encargaba del mantenimiento del faro local, pero finalmente abandonó la zona y el faro fue sustituido por uno que funciona de forma automática. Este lugar, también llamado Isla de las Cobras, alberga a una de las especies de víbora más venenosas que existen: la Bothrops insularis o serpiente cabeza de lanza dorada.
Esta serpiente es endémica de Queimada Grande, puede llegar a medir hasta 1,2 metros de largo y se alimenta tanto de aves como de pequeños reptiles. Además, en condiciones extremas incluso puede optar por alimentarse de otras serpientes como ella. Debido al lugar aislado en el que vive, se considera una especie en peligro de extinción.
El veneno de la Bothrops insularis es hasta cinco veces más potente que el de la Bothrops jararaca y puede provocar efectos como vómitos, sangrado intestinal, necrosis muscular y hemorragia cerebral. Por suerte, el hecho de vivir exclusivamente en la citada isla hace posible que no existan casos documentados de mordeduras a seres humanos.
Queimada Grande fue declarada como área relevante de interés ecológico y serpentario a mediados de los años 80 y las visitas están terminantemente prohibidas por el Gobierno de Brasil. Las únicas personas que pueden acceder son los científicos, aunque requieren de una autorización especial. En este vídeo de National Geographic Brasil se puede percibir tanto la belleza como el peligro que caracteriza a dicho lugar.