Japón y China lograron un acuerdo sobre las aguas residuales de la planta nuclear de Fukushima
Ambos países se comprometieron a mantener un diálogo constructivo para proteger el medio ambiente y la salud pública. El monitoreo de las descargas estará bajo la supervisión del OIEA
Por su parte, la Cancillería china informó a través de un comunicado el acuerdo, que incluye compromisos por parte de Japón para cumplir con el derecho internacional, minimizando los “impactos en la salud humana y el medio ambiente”.
Ambas partes, según la publicación de Exteriores, acordaron “mantener un diálogo científico y constructivo” para proteger el medio ambiente y la salud pública.
Desde el 24 de agosto de 2023, Japón comenzó a descargar aguas residuales radiactivas tratadas de la planta nuclear de Fukushima, dañada por el sismo y tsunami de marzo de 2011. En respuesta, China bloqueó las importaciones de productos del mar japoneses, argumentando que la liberación de estas aguas ponía en peligro la industria pesquera y las comunidades costeras del este de China. Esta prohibición ha afectado significativamente a los pescadores japoneses.
Kishida expresó su esperanza de que China reanude de manera constante las importaciones de productos marinos japoneses que cumplan con los estándares chinos, de la misma manera que se hace con productos de otros países. Sin embargo, no se proporcionó información inmediata sobre cuándo se realizará la próxima visita de monitoreo o si se levantará la prohibición.
Preguntado sobre cuándo podría tener lugar la implementación del acuerdo, Kishida dijo que espera que sea “lo antes posible”. Sin embargo, la portavoz de Exteriores china Mao Ning aclaró este viernes en una rueda de prensa que “el consenso con Japón no implica que China vaya a reanudar de inmediato la importación de productos acuáticos japoneses”.
La portavoz china igualmente subrayó que el gigante asiático “sigue oponiéndose firmemente al vertido unilateral por parte de Japón, y esta posición no ha cambiado”, y señaló que “debido a las limitaciones de los mecanismos internacionales actuales, las evaluaciones y monitoreos del vertido no son completas, y carecen de transparencia y credibilidad”.
El primer ministro japonés subrayó que la inocuidad de los vertidos de agua ha sido demostrada y continuará exigiendo el levantamiento inmediato de la prohibición por parte de China. Japón espera que este avance también lleve a Hong Kong, Macao y Rusia a levantar sus respectivas prohibiciones. Hong Kong, un mercado importante para las exportaciones pesqueras japonesas, prohibió la importación de estos productos desde el 24 de agosto de 2023.
Japón sostiene que la descarga de aguas residuales cumple con los estándares internacionales de seguridad y es monitoreada por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), con todos los datos disponibles públicamente. Además ha criticado a China por su prohibición de productos del mar, calificándola de poco científica.
Rafael Grossi, director general del OIEA, destacó durante una llamada con Kishida que la descarga desde la central de Fukushima “se ha llevado a cabo hasta ahora de forma segura y dentro de lo planeado, en línea con los estándares internacionales de seguridad”, según el ministerio nipón.
El sistema de enfriamiento de Fukushima sufrió daños durante el terremoto y tsunami de 2011, lo que provocó fusiones en tres de sus reactores y la acumulación de grandes cantidades de agua radiactiva. El operador de la planta, Tokyo Electric Power Holdings Co. (TEPCO), está trabajando en el desmantelamiento de la planta. Tanto el gobierno japonés como TEPCO afirman que la descarga del agua almacenada en cientos de tanques es necesaria por razones de seguridad y para dejar espacio para otras operaciones.