Escándalo con los ultras en Milán

Terremoto en San Siro: esta mañana fueron detenidos 18 jefes de las Curvas de Milan e Inter. Se les acusa de relación con la mafia y de extorsiones sobre la venta de entradas, aparcamientos, bebidas y objetos en los alrededores del estadio.

Mirko Calemme
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Mientras en España siguen las polémicas por lo ocurrido en el derbi de Madrid, Italia se despertó con un escándalo que involucra a los ultras de Milan e Inter. Esta madrugada fueron detenidos 18 jefes de las Curvas de ambos conjuntos, con acusaciones gravísimas: extorsiones sobre la venta de entradas de los partidos, gestión de los aparcamientos y de la venta de bebidas y objetos alrededor de San Siro, además de las violentas peleas entre los grupos. Como publicó el ‘Corriere della Sera’, Policía y Guardia di Finanza llevaron a 16 ultras a la cárcel, mientras que dos estarán en detención domiciliaria.

Esta mañana, en rueda de prensa, el fiscal nacional antimafia Giovanni Melillo explicó que su oficina lleva “tiempo trabajando en una unidad de investigación sobre el condicionamiento criminal de las actividades deportivas y sobre la propaganda antisemita y racista”. La investigación, para Melillo, “obliga a abrir los ojos sobre la criminalidad en los estadios italianos y los condicionamientos en la vida de las sociedades”.

En el caso del Inter, el grupo ultra está acusado de asociación ilícita que habría favorecido el clan criminal de la ‘ndrangheta (mafia de Calabria) Bellocco. Antonio, miembro de la familia y muy presente en la Curva Nord, ha sido asesinado al principio de septiembre tras una pelea con Andrea Beretta, jefe ultras, acusado de haber acuchillado al hombre 21 veces. La investigación quiere destapar los hechos de los últimos seis años, coincididos con el regreso al estadio del histórico capo Vittorio Boiocchi, presente a partir de 2018 tras haber pasado 26 años en la cárcel. Boiocchi fue asesinado en octubre de 2022, un homicidio sin resolver que, según los fiscales, estaba ligado a las tensiones por la gestión de las entradas de la Curva y por las luchas de poder entre los grupos.

Entre los ultras detenidos del Milan, en cambio, está Luca Lucci, jefe de la Curva famoso por haber salido en 2018 en una foto con Matteo Salvini, viceprimer ministro por aquel entonces. Lucci había regresado al estadio justo en el derbi de la semana pasada, tras varios años de condenas por tráfico de droga y por un puñetazo que le hizo perder un ojo en 2009 al hincha del Inter Virgilio Motta, que se suicidó tres años después.

Entre los detalles desvelados hoy, salió a la luz una escucha entre Marco Ferdico, jefe ultras interista detenido hoy, y el técnico del Inter, Simone Inzaghi. Ferdico le explicó al entrenador que, debido a que el club le había entregado a su grupo 1.000 entradas para la final de Champions en lugar de 1.200, la Curva no habría apoyado al equipo durante la final de Copa italiana. “Hablaré con Ferri, Zanetti y Marotta”, afirmó Inzaghi, y pocos días después llegó un acuerdo: el Inter, como explica el ‘Corriere della Sera’, aceptó destinar 1.500 tickets para el histórico encuentro con el City a la Curva Nord.

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