Brasil mantiene sus vínculos políticos y comerciales con Rusia pese al aumento de la campaña de desinformación de Moscú
El asesor especial de política exterior del presidente Lula, Celso Amorim, viaja a Moscú para reunirse con el ministro de Asuntos Exteriores de Putin, Sergei Lavrov. Hablarán de Venezuela y se espera que conversen sobre la guerra
Por el contrario, en una entrevista con el periodista brasileño Luciano Huck a finales de agosto, Zelensky anunció que pronto presentaría su propio plan de paz. “Estoy preparando un plan que presionará a Putin para que se siente y ponga fin a la guerra”, declaró. A la pregunta del periodista brasileño de si estaría dispuesto a ceder territorios rusos si Rusia cedía territorios ucranianos, Zelensky respondió que sí. “No necesitamos sus tierras”, comentó. En la entrevista con el periodista brasileño, el presidente ucraniano también habló de su encuentro con Lula. “Vi que me entendía. Porque tuvimos un diálogo muy bueno, muy bueno. Estoy agradecido por eso, pero él vive las narrativas de la Unión Soviética. Es una pena. Lula piensa en Rusia como si la Unión Soviética siguiera existiendo”, afirmó.
En cuanto a Amorim, viajará a San Petersburgo para asistir a la reunión de altos funcionarios de los BRICS responsables de cuestiones de seguridad, prevista del 10 al 12 de septiembre. Como informa el periodista brasileño Jamil Chade en el sitio de noticias UOL, “los observadores empiezan a percibir un claro tono antiamericano en muchos de los discursos y conversaciones internas de las reuniones de los BRICS, en particular con la adhesión formal de Irán. La entrada de los ayatolás en el país no era algo que Itamaraty (el Ministerio de Asuntos Exteriores brasileño) apoyara, y la ruptura interna en el gobierno brasileño era clara. Pero prevaleció la posición de Celso Amorim, que defendió la entrada de Irán tras una invitación patrocinada principalmente por chinos y rusos”. Según Chade, Rusia, junto con China, quiere crear un grupo de países asociados a los BRICS, pero sin ser miembros de pleno derecho, para permitir la participación de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Mientras tanto, también llegó a Brasil la noticia de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció que había confiscado 32 dominios de Internet utilizados por el gobierno de Moscú para campañas de influencia maligna en las elecciones estadounidenses, incluidas las próximas presidenciales y las de otros países. La operación de desinformación masiva —denominada “Doppelganger” por el Kremlin— se basaba en influencers, contenidos generados por inteligencia artificial y cuentas de redes sociales para dirigir secretamente el tráfico de Internet hacia estos dominios para difundir propaganda del gobierno ruso. Entre los dominios denunciados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos se encontraban también tribunalukraine.info, un sitio de desinformación en alemán sobre el conflicto ucraniano, y ukraine-inc.info, un sitio en inglés con contenido abiertamente antiucraniano. En cuanto a este segundo sitio, el texto de la declaración del Departamento de Justicia en apoyo de la orden de incautación afirma que “los videos (que aparecen) contienen expresiones antisemitas que presentan al presidente de Ucrania Zelensky como un alcohólico e insinúan que la muerte de ucranianos le beneficia económicamente”. El dominio de Internet de este segundo sitio, según el documento del Departamento de Justicia, fue abierto por una persona que utilizó una dirección de correo electrónico registrada con un nombre en cirílico y un número de teléfono brasileño.
El documento afirma que “la propaganda llevada a cabo en estos dominios estaba diseñada para reducir el apoyo internacional a Ucrania, reforzar las políticas prorrusas e influir en los votantes en las elecciones estadounidenses y extranjeras haciéndose pasar por ciudadanos de esos países, haciéndose pasar por agencias de noticias legítimas y vendiendo propaganda del gobierno ruso bajo la apariencia de marcas de medios independientes”. Uno de ellos se hacía eco del Washington Post, pero con un dominio “.pm” y no “.com” como el famoso diario estadounidense. En algunos artículos archivados en Internet se menciona a Brasil en relación con el conflicto de Ucrania. En uno, titulado “F…ck-up suizo, la conferencia sobre Ucrania en Bürgenstock, Suiza, terminó en un completo fracaso, tal como estaba previsto”, se afirma que “sólo 55 países -en su mayoría países del llamado ‘Occidente colectivo’ y algunos de sus satélites más obedientes y sin voz- enviaron jefes de Estado y de gobierno. Brasil, por ejemplo, que sólo aceptó participar como observador, limitó su presencia a través de su embajador en Suiza, el nivel diplomático más bajo que podía estar representado en la conferencia”.
Además de las incautaciones de dominios de Internet por parte del Departamento de Justicia, el Departamento del Tesoro de EEUU anunció que había designado a “10 individuos y dos entidades como parte de una respuesta coordinada del gobierno estadounidense a los esfuerzos de influencia maligna de Moscú dirigidos a las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024″. Entre las 10 personas figuran también algunos empleados del canal estatal RT (televisión rusa). Desde el inicio de la guerra en Ucrania, RT no emite en Estados Unidos, pero según las sanciones del Tesoro estadounidense “utilizaba una empresa tapadera para ocultar su propia implicación o la del Gobierno ruso”. En Brasil, RT en portugués funciona regularmente. RT forma parte del grupo Rossiya Segodnya, en el que hay también RIA Novosti, TV-Novosti, Ruptly y Sputnik. En el gigante latinoamericano, la narrativa antioccidental de Moscú impulsa temas que le son favorables, como la importancia de la moneda de los BRICS para Brasil. BRICS TV, fundada por Rusia y con sede en Moscú y dedicada a las noticias relativas al bloque BRICS, compuesto inicialmente por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, tiene entre sus principales socios a la agencia de noticias rusa Sputnik y a la agencia de noticias china Xinhua.
En Brasil, ha establecido colaboraciones locales con Univesp TV, de la Fundación Padre Anchieta, y los sitios web Brasil 247 y Metrópoles. Sus videos también son retuiteados por televisiones comunitarias del país. Como señalaba el pasado febrero un informe del Digital Forensic Research Lab del think tank de Washington Atlantic Council, “Rusia está utilizando comunicaciones más específicas y personalizadas sobre temas de mayor interés en cada país”. Los embajadores también están desempeñando el papel de portavoces legítimos en los medios de comunicación nacionales e insertando sus artículos en estos espacios, lo que les permite articular las narrativas que interesan al Kremlin. Según el informe, entre el 1 de enero de 2023 y el 23 de octubre de 2023, sitios web y blogs brasileños publicaron 176 artículos citando al embajador ruso Alexey Labetskiy, apoyando la afirmación del Kremlin de que la invasión de Ucrania fue una operación especial para desnazificar el país. En una entrevista de septiembre de 2023 publicada en la versión online del diario O Globo, Labetskiy acusó a Ucrania de neonazismo.
Entre las estrategias para transmitir desinformación en Brasil, Moscú también utiliza desde hace unos años cursos de lengua rusa bajo el patrocinio de Rossotrudnichestvo, la Agencia Federal Rusa para Asuntos de la Comunidad de Estados Independientes, Compatriotas Residentes en el Extranjero y Cooperación Humanitaria Internacional, sancionada por la Unión Europea. Entre los profesores también figuran representantes brasileños del Centro brasileño de Estudios de la Política Songun de Corea del Norte, que en sus redes sociales comparte propaganda rusa.
Por último, continúan las reacciones comerciales de Brasil con Rusia, reforzadas por las sanciones contra Moscú en Europa y Estados Unidos. Además de comprar petróleo, Brasilia también compra pescado. Así lo declaró a la agencia de noticias rusa Interfax el organismo ruso de control fitosanitario y zoosanitario Rosselkhoznadzor, según el cual en los últimos días Brasil ha autorizado a otras cinco empresas rusas a exportar productos pesqueros a su mercado. En total, 26 empresas rusas venden proteínas animales a Brasil. La decisión -según Interfax- fue confirmada por la Secretaría de Inspección y Sanidad Animal y Vegetal (SDA) del Ministerio de Agricultura brasileño. Rosselkhoznadzor dijo que esto es el resultado de su trabajo para abrir los mercados extranjeros a las exportaciones rusas.