El Gobierno de Bolivia prometió desbaratar la “organización criminal” implicada en el fallido levantamiento militar

El ministro de Gobierno de Luis Arce dijo que teme la existencia de “alfiles sueltos” que aún tenga planeando tomar el poder por la fuerza y dijo no estar tranquilo hasta que todos los implicados en la presunta trama sean juzgados

Infobae

El ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo del Castillo, aseguró que las autoridades se encuentran trabajando para “desbaratar” por completo la “organización criminal” implicada en el fallido levantamiento militar que tuvo lugar la semana pasada en el centro de La Paz y que fue frustrado poco después de su puesta en marcha.

Del Castillo, que teme la existencia de “alfiles sueltos” que aún tenga planeando tomar el poder por la fuerza, dijo no estar tranquilo hasta que todos los presuntos implicados sean juzgados.

“No sabemos si hay algunos alfiles sueltos que tienen idealizada dentro de su cabeza una nueva intentona de la toma del poder mediante la fuerza. Por tanto, mientras no logremos desbaratar a toda esta organización criminal y delincuencial que quiere atentar contra de la democracia y contra de la vida del presidente, no podemos estar 100 por ciento tranquilos”, aseveró el ministro.

Integrantes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) escoltan al destituido jefe militar Juan José Zuñiga este sábado, en La Paz (Bolivia). EFE/ STR

En este sentido, dijo que desde el Gobierno no pueden permitirse ser “irresponsables” y hablar de una “vuelta a la normalidad” cuando las investigaciones siguen en curso, según informaciones recogidas por el diario boliviano Los Tiempos.

Asimismo, explicó que “nadie entiende” por qué el general a cargo del intento de golpe de Estado, Juan José Zúñiga, descartó seguir el plan trazado previamente por él mismo. “Nadie entiende por qué no siguió el plan que había diseñado y que incluía cesar al presidente (Luis) Arce y convocar una rueda de prensa para anunciar un nuevo gobierno y la convocatoria de elecciones generales”, manifestó.

Tal y como explicó, Zúñiga --que se encuentra ahora encarcelado en la prisión de El Abra de Cochabamba--, no habría contado con la insubordinación de algunos altos cargos, que se negaron supuestamente a abrir fuego, y la tardía llegada de los militares al palacio de Gobierno.

LOS IMPLICADOS

El oficial militar detenido Demetrio Mamani Apaza es escoltado durante una conferencia de prensa por el Ministro de Gobierno, Dr. Carlos Eduardo Del Castillo Del Carpio, luego de un aparente intento de golpe de Estado contra el presidente de Bolivia, Luis Arce, en La Paz, Bolivia. 28 de junio de 2024. REUTERS/Ricardo Moraes

A pesar de que ya son más de treinta los detenidos por su presunta implicación en el alzamiento, siete se encuentran ya en detención preventiva, mientras que otros once han sido puestos bajo detención domiciliaria a la espera de que continúen las investigaciones encabezadas por el Ministerio Público.

La gran mayoría de los que ya es encuentran entre rejas a la espera de que se celebre el juicio en su contra están en la cárcel de Chonchocoro. En el caso de aquellos que han sido sometidos al arresto domiciliario, Del Castillo ha explicado que contarán con escolta para garantizar su seguridad.

El oficial militar detenido Alan Condori Quenta es escoltado durante una conferencia de prensa por el Ministro de Gobierno, Dr. Carlos Eduardo Del Castillo Del Carpio. REUTERS/Ricardo Moraes

Entre ellos se encuentra el excomandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) Marcelo Zegarra, que habría dado la espalda al golpe fallido de Zúñiga cuando este se enfrentó al presidente a las puertas del viejo palacio de Gobierno.

Justamente fue el general Zegarra el que desveló posteriormente en una declaración que Zúñiga aseguraba que contaban con apoyo de las Embajadas de Estados Unidos y Libia, así como de la “comunidad europea”.

Sin embargo, sobre el episodio quedan muchos puntos oscuros, en medio de acusaciones cruzadas entre Luis Arce y el ex mandatario Evo Morales, quien en las últimas horas calificó el alzamiento militar de “autogolpe”.