Bolivia acusa al Perú de plagio por danzas altiplánicas, y lanzan una campaña destructora contra Puno ante la Unesco
En exclusiva para Infobae Perú, un representante del Ministerio de Cultura del Perú se pronunció sobre la controversia iniciada por los bolivianos que atenta contra la difusión internacional de la cultura peruana
Precisamente, son estas tres danzas por las que ha vuelto a resonar una disputa entre ambos países hermanos. Obdefolk ha denunciado ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) que en Puno se viene bailando danzas ‘netamente bolivianas’ con el uso de trajes que aseguran ser característicos de su país, y que esta práctica se está atribuyendo ‘erróneamente’ a la cultura peruana.
“La Organización Boliviana de Defensa y Difusión del Folklore convoca a todos los bolivianos en el mundo; a bailar danzas 100% bolivianas, en rechazo al plagio y apropiación indebida por parte de Puno y en reclamo ante la Unesco por el atropello a la cultura boliviana”, se lee en un comunicado difundido en sus redes sociales.
¿Es cierto que el Perú se apropió de las danzas de Bolivia?
La Festividad de la Virgen de la Candelaria se remonta a los tiempos del Virreinato y constituye una expresión del enorme fervor religioso del pueblo puneño. Se caracteriza por sus múltiples manifestaciones culturales de carácter religioso, festivo y cultural, en las que se involucra a las danzas y trajes de luces que se usan para venerar a la patrona de Puno. Por ello, en el 2014, la Unesco la declaró como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Antes de la declaratoria de Perú, el vecino ya lo había hecho en el 2011 cuando se declaró Patrimonio Cultural e Inmaterial del Estado Plurinacional de Bolivia a la danza de la Morenada. El Ministerio de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización de Bolivia emitió un comunicado en el que expresa que la Morenada y sus personajes centrales, entre ellos el Rey Moreno, así como la “danza de los Caporales”, forman parte de las festividades bolivianas.
Ante la controversia, la Unesco decidió responder con lo siguiente: “No es la UNESCO un escenario de triunfos y derrotas, es un escenario de acuerdos, es un escenario de consensos y pensamos que tanto Perú como Bolivia hemos interpretado ese mensaje e invitamos a la comunidad internacional a prestar mucha atención a estas señales que nuestros dos países están dando al mundo”.
Desde el Ministerio de Cultura del Perú (Mincul) decidieron pronunciarse recientemente por esta controversia que ha resurgido en redes sociales, especialmente porque este tipo de ataques pueden perjudicar, en un futuro, las festividades que se celebran en el país inca y que se difunden ampliamente alrededor del mundo gracias a la excelente estrategia de marketing que emplea el gobierno peruano desde hace varios años.
En diálogo con Infobae Perú, Shirley Mozo, directora de Programa Sectorial IV de la Dirección General de Patrimonio Cultural (Mincul), explicó que la disputa entre los ciudadanos peruanos y bolivianos no es algo nuevo. En el 2014, Bolivia reclamó la originalidad de estas danzas, pero ello no les fue otorgado debido a que estas danzas tienen raíces compartidas en el territorio altiplánico el cual antiguamente era parte del Virreinato del Perú.
Incluso, en la Convención del 2003, que es la convención referida a las expresiones del patrimonio inmaterial, no señala que el Perú haya solicitado la inscripción de estas danzas por originalidad. Conociendo su historia, lo que pidió el país inca fue que se reconozca los usos y los saberes de las comunidades que pertenecen a su territorio actual.
“Bolivia y Perú, desde la época antes del virreinato y más aún con el virreinato, compartían territorio altiplánico. Eso significa que nuestras festividades y nuestros usos son similares, pero no son iguales, porque cada una de estas comunidades ya le han impregnado particularidades muy específicas, mas aún cuando hubo el tema limítrofe”, señaló la funcionaria para este medio.
En ese sentido, Mozo menciona que es un error atribuir que estas danzas son originarias de Perú o de Bolivia, y es precisamente ello, la razón por la que el vecino país no ha podido obtener una respuesta favorable a su pedido de originalidad de estas danzas ante las instancias internacionales. “Y podemos tener la misma singularidad seguramente del lado boliviano y ellos pueden y están en todo el derecho de declararlo también como propio (la Diablada, la Morenada y la Llamerada), pero con las particularidades y singularidades de sus comunidades (...) Son similares, no son iguales y nadie ha inscrito un derecho de origen”, enfatizó.
¿Qué acciones ha tomado el Perú ante la controversia?
Dada esta situación de difusión de acciones negativas contra el Perú y el impacto que esto podría tener en la imagen cultural del país inca, surge la pregunta sobre si el Ministerio de Cultura está tomando, o tiene previsto tomar, alguna acción al respecto.
La directora de Programa Sectorial IV de la Dirección General de Patrimonio Cultural explicó que desde el año 2014, cuando surgió el primer pedido de originalidad por parte de Bolivia, el Ministerio de Cultura ha mantenido un “acercamiento diplomático” a través de los Ministerios de Relaciones Exteriores de ambos países. “Siempre hemos estado acompañados de nuestros colegas de Cancillería para justamente establecer y fortalecer los vínculos que nos hermanan, y ahora no va a ser la excepción”, mencionó.
“Nosotros hemos enviado varias comunicaciones bilaterales exhortando al diálogo y al reconocimiento común de nuestras expresiones, y podemos hacer lo mismo”, añadió.