TENIS | ROLAND GARROS / Alcaraz vuelve a las semifinales de Roland Garros
El español vence a Tsitsipas en tres sets y alcanza por quinta vez las penúltima ronda de un Grand Slam. El viernes le espera Sinner, el nuevo número 1.
“Creo que fue un partido realmente muy bueno, sin altibajos, controlando muy bien las emociones, manejando bien los momentos importantes. Estoy muy feliz de llegar hasta aquí otra vez”, dijo Alcaraz, que suma ya 50 victorias en Slams, igual que su próximo oponente. Son los primeros nacidos de 2000 en adelante que lo consiguen. “Es un reto muy difícil, porque es el mejor del mundo, el que mejor está jugando. Me empuja a mejorar mi juego para intentar batirle y me encanta verle jugar. Estoy preparado para ese desafío y para dar espectáculo en esta pista. A ver quién gana”, apuntó sobre su duelo contra el italiano, nuevo número uno del mundo.
Carlitos no dejó respirar tranquilo a Tsitsipas. Le atacó desde el primer punto y por eso encontró de inmediato el quiebre, en el primer juego. A partir de ahí, el ateniense fue a remolque hasta que el murciano le remató de nuevo al resto para apuntarse el primer set. A Stefanos solo le fueron bien las subidas a la red (9/10 en esa manga). De fondo, fue inferior.
Control y compostura
Pero no siempre le funcionó la estrategia. Con el paso de los minutos, se la arruinó el de El Palmar con recursos como el globo. En el inicio del segundo parcial, el heleno falló dos remates cerca de la divisoria, luego estrelló una bola en ella y, para acabar de pifiarla, tiró un mal revés que se fue ancho. Break para y partido encarrilado para Alcaraz. Su siguiente servicio lo ganó en blanco ante un rival que no quiso cambiar de táctica y frecuentó el saque-red. No fue capaz de inquietar en las devoluciones hasta que con 4-2 en contra, tuvo un 15-40 y lo aprovechó. Mucho más fino en ese momento, levantó luego un 30-40 e igualó el marcador, que así se mantuvo hasta el desempate. El español templó los nervios y fue mejor en esta suerte siempre incierta.
Pese a la decepción de no sacar un resultado positivo en la segunda manga, Tsitsipas continuó jugando cada vez mejor y consiguió incomodar a Alcaraz, que debatía con su entrenador, Juan Carlos Ferrero, sobre la manera de no perder el control del encuentro. Stef, que a veces en un poco zorro, recurrió a la marrullería con un remate a los pies de Carlitos, que no le alcanzó por poco. No le sirvió de nada, porque el chico no perdió la compostura y con un último break sentenció a su contrincante más propicio con una dejada maravillosa. Está en progresión ascendente, hacia las nubes.