Mansiones, fincas y dinero: qué heredó la familia de Francisco Franco tras la muerte del dictador
El Generalísimo que dictó en España entre 1938 y 1973 le dejó a su mujer e hija 28,5 millones de pesetas y numerosas fincas y palacios
Según informó el diario, Carmen Polo se quedó con la mitad de su participación en los bienes gananciales (14.250.157,69 pesetas) y con el tercio de libre disposición (4.750.052,56 pesetas), tras la renuncia de la viuda de Franco a su cuota legal usufructuaria. Carmen Franco, por su parte, recibió 9.500.105,13 pesetas. En diversas cuentas, tres en Oviedo y una en Madrid, Franco y su esposa tenían un saldo total de 1.004.890,38 pesetas y acciones en diferentes compañías valoradas en 1.457.425 pesetas.
Sus propiedades: de palacios a fincas
Hasta su fallecimiento, el 6 de febrero de 1988, Carmen Polo recibió una pensión anual de 12.529.440 pesetas (181.104 euros ajustados a 2019). Su pensión superaba en cuatro millones de pesetas, lo que ganaba al año el presidente del Gobierno, Felipe González. A pesar de que se aseguraba que “Franco es austero”, argumentaba un libro para los escolares españoles en 1953″ según Vanity Fair, en 1975, se especulaba que la fortuna de Franco oscilaba entre 1.000 y 100.000 millones de pesetas, pero debido a que muchas propiedades estaban a nombre de testaferros y se vendieron posteriormente, no era posible determinarlo. Sin embargo, al morir Franco, se contabilizaron 22 propiedades inmobiliarias en Madrid, Córdoba, A Coruña, Guadalajara y Málaga. Además, se desconocían los bienes en Filipinas, Miami o Suiza.
En noviembre de 1937, en plena Guerra Civil, José María de Palacio y Abarzuza, conde de las Almenas, dejó en su testamento a Franco la finca el Canto del Pico, de 820.000 metros cuadrados, con la Casa del Viento, un palacio declarado monumento nacional. Este legado, vendido en 1988 por 320 millones de pesetas a un empresario hotelero, hizo millonarios a los nietos de Franco. La Casa del Viento, a pesar de su valor catastral, era un lugar de gran valor sentimental para Franco, donde tomaba decisiones importantes. Este lugar, aunque menos conocido que el Pazo de Meirás y la finca de Valdefuentes, donde hoy se encuentra el centro comercial Xanadú, tres polígonos y 3.000 viviendas, era el refugio favorito de Franco, adonde se retiraba para tomar las decisiones importantes.