Independiente tiene futuro en Santiago López y Alex Luna, los destacados del triunfo sobre Banfield

En la reanudación de la Liga Profesional y en la última fecha antes del corte por la Copa América, el Rojo se despidió en buena forma del DT interino Hugo Tocalli

De todos los momentos importantes que puede vivir un futbolista a lo largo de su carrera, el primer gol entre los grandes figura por méritos propios entre los inolvidables. Mucho más si lo convierte con la única camiseta que vistió desde muy chico, y ni hablar si además se trata de un golazo.

Santiago López, el cordobés de Nono que llegó a Independiente cuando apenas tenía 11 años, se dio todos los gustos juntos en su octavo partido en Primera. No se habían cumplido dos minutos de juego cuando Facundo Sanguinetti rechazó como pudo un tiro libre de Federico Mancuello desde el lateral derecho del área; Damián Pérez volcó el rebote hacia la izquierda y la pelota le cayó al pibe en quien el Rojo deposita buena parte de sus esperanzas futbolísticas y económicas. López hizo dos enganches consecutivos hacia adentro para que pasen de largo un par de defensores y sacó el derechazo seco al primer palo para pegar el grito inaugural y besarse el escudo de cara a la tribuna.

En esa colección de instantes para la memoria también debe aparecer el partido despedida de una etapa positiva en el transcurso de una trayectoria. Milton Giménez encontró en Banfield el lugar perfecto para destapar todas sus cualidades goleadoras, sobre todo a partir de las últimas jornadas de la Copa de la Liga. Su efectividad en las redes ajenas despertó el interés de varios clubes -San Lorenzo, Racing, Cruzeiro…- y todo apunta a que ya no estará en el Taladro cuando regrese la actividad al torneo local, dentro de algo más de un mes.

En Avellaneda, el delantero que comenzó su carrera en Atlanta fue subiendo y bajando su cotización ante una posible venta a medida que pasaban los minutos. Generó la primera ocasión clara de los suyos cuando a los 12 le ganó la espalda a Joaquín Laso y puso un centro venenoso que buscaba el pie de Bruno Sepúlveda y cortó la mano de Rodrigo Rey. Estableció el transitorio 1 a 1 a los 27, empujando de cabeza un rebote corto que dio el arquero ante un cabezazo previo de Emanuel Insúa. Y provocó un penal ganando otra vez por arriba en el descuento de la etapa inicial para después fallarlo (gran estirada de Rey hacia su derecha).

El gol de Milton Giménez para empatar

Programar jornadas de campeonato a contramano del calendario, con la mayoría de los protagonistas y los hinchas con la cabeza en otra parte, un mercado de pases a punto de arrancar, equipos que van a cambiar de técnico (Julio Vaccari, que no estuvo en el estadio, asumirá este jueves en el Rojo) y un paréntesis de más de un mes en medio permite este tipo de detalles, y abre las ventanas a partidos imprevisibles.

El penal de Giménez atajado por Rodrigo Rey

La noche que parecía presentarse festiva para Independiente luego del tanto prematura fue todo menos plácida. Porque volvió a hacer agua el funcionamiento colectivo, falló demasiado en defensa y dependió en exclusiva de arranques individuales o emocionales. Si logró sostenerse en el resultado se debió a la atajada de su arquero en el minuto final de la primera mitad y al penal que encontró Álex Luna (su ingreso tras el descanso le dio otro ritmo al ataque local) y marcó Gabriel Ávalos en el arranque de la segunda.

El penal de Gabriel Ávalos para el 2-1

Pero durante muchos pasajes del choque, Banfield fue un poco más, en el manejo de la pelota y de los espacios. Ocupó mejor el ancho de la cancha y sacó ventajas en la circulación en el medio y las llegadas al área. Le costó concretar esa superioridad en ocasiones claras y pagó el pecado con la derrota.

La jugada de la expulsión a Aarón Quirós

Los pibes que quieren ser el eje del futuro mandaron de vacaciones a Independiente con la primera sonrisa del torneo. Festejó Santi López, celebró la hinchada, sumó de a tres el equipo. Nada mal para ser un partido jugado en contra del almanaque.


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