Primera medida de Israel contra España por reconocer Palestina
El Gobierno de Netanyahu prohíbe tanto a la embajada española en Tel Aviv como al consulado ubicado en Jerusalén “prestar servicio a los ciudadanos palestinos”.
Israel ya calificó el movimiento español como “retorcido”. “Es una recompensa para Hamás. Hamás les felicita por ello. La decisión tendrá consecuencias más graves para nuestras relaciones con sus países”, sostuvo el director general del Ministerio de Exteriores de Israel, Yaakov Blitshtein. La diplomacia israelí, durante su reunión con Salomón, Per Egil Selvaag (Noruega) y Sonya McGuinness (Irlanda), exhibió un vídeo del secuestro de militares israelíes que vigilaban la base de Nahal Oz el pasado 7 de octubre.
Fue el pasado miércoles 22 de mayo cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, informó en el Congreso de los Diputados de la intención del Ejecutivo de reconocer el Estado palestino. Un acto que tiene una mayor carga simbólica que jurídica y/o política, dadas las relaciones diplomáticas ya existentes entre Madrid y Ramala, sede de la Autoridad Nacional Palestina, y del presidente, Mahmud Abás.
Con este anuncio, España se suma al reconocimiento de Palestina, al mismo tiempo que Noruega e Irlanda, por lo que son más de 140 países que reconocen al Estado palestino. La respuesta de Israel fue inmediata. Tel Aviv, primero, llamó a consultas a su embajadora en Madrid y, después, convocó a la embajadora española, Ana María Salomón, del mismo modo que hizo con los representantes diplomáticos de los otros dos países mencionados.
La oposición pide reconocer la independencia de Cataluña
Pero desde la oposición se ha ido más allá. A través de una carta, la diputada de la oposición del país hebreo, Sharren Haskel, solicitó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, una respuesta a España con la que propone “pagar con la misma moneda” la intención española de reconocer a Palestina. Por ello, pide el reconocimiento de la independencia de Cataluña, así como el de otras seis comunidades.
Esas comunidades autónomas para las que solicita la misma consideración son País Vasco, Galicia, Andalucía, Aragón, Canarias y Baleares. Como argumento, Haskel indicó en la misiva que estos territorios españoles poseen “voluntad clara por la independencia” y también insistió para que haya “luz y esperanza a otros pueblos que exigen su independencia”.