NBA | PLAYOFFS 2024 | WOLVES-NUGGETS (3-3) / La dentellada del lobo
Minnesota Timberwolves resquebraja a Denver Nuggets con una defensa fantástica. McDaniels, letal. Edwards, sublime.
De pensar que si habían vapuleado a los Phoenix Suns de Durant, Beal y Booker en primer ronda, que si habían robado dos duelos en la altura de Colorado, por qué no iban a poder seguir caminando una noche más. De creer que pueden competir un poco más ante el vigente rey de la Liga, que inclinó la cabeza ante una avalancha ofensiva sin freno, sin paréntesis durante los 48 minutos del duelo. Que sintió falta de oxigeno en sus ataques ante una defensa de hierro que cortó todas las vías de financiación: ni por dentro ni por fuera.
Los Nuggets nunca se sintieron cómodos. Nunca encontraron el camino fácil hacia el aro de un rival que les dejó con su anotación más baja en estos playoffs. Solo 70 puntos, 40 al descanso, 30 en la segunda parte, solo 9 en el último cuarto. En temporada regular su peor registro fueron 84 en la derrota contra New York Knicks el 25 de enero. La última vez que se quedaron por debajo de la frontera de los 70 tantos fue hace nueve años, el 29 de enero de 2015, contra los Memphis Grizzlies de Marc Gasol, Zach Randolph, Tony Allen. El exazulgrana Nick Calathes vestía la camiseta de los osos. A Nikola Jokic le quedaban meses para ser drafteado.
También estaba en los Grizzlies un Mike Conley que se perdió el quinto duelo de la eliminatoria por molestias, pero que esta madrugada si saltó a la pista del Target Center… y se notó. Muchísimo. El base dio sentido al ataque de alto ritmo, veloz, de los Wolves, que ya tenían el partido controlado en el primer cuarto con un parcial de 20-0 en casi seis minutos para dejar en nada la salida 2-9 de su rival y colocar el 22-9 en el marcador. Denver falló, en ese lapso, 12 lanzamientos. Minnesota solo dos.
Jokic, que venía de dar una lección de alto baloncesto en el duelo anterior, tuvo que bailar con una pareja diferente. Gobert se apartó después de verse incapaz de frenar al genio de Sombor y apareció Karl-Anthony Towns. El dominicano, más bajo pero más móvil, con ayudas secó al serbio, que cerró con solo 22 puntos tras los 40 del último día. Sin Jokic en ritmo, los Nuggets trataron de buscar otra vía, la perimetral… y ahí tampoco vieron la luz. 4 de 22 al descanso, 7 de 36 al terminar el partido. Solo Caldwell-Pope parecía algo inspirado… e hizo un 2 de 6.
Sin el Joker, sin el triple tampoco les salvó el rebote. No había carga y la que había se veía incapaz de superar la fortaleza de Gobert (14 capturas), Towns (13), Reid (11). La diferencia en esta batalla, ¡62 a 43! para los Wolves, que una vez controlado su aro se vieron libres de fustigar a un rival que al descanso perdía de 19 puntos (59-40) y de 25 nada más empezar el tercer cuarto (67-42). Fue un ejercicio magistral de potencia ofensiva. De una Anthony Edwards incisivo (27 tantos) y de un McDaniels tocado por una varita: 21 puntos, 3 de 5 desde el triple. “Los chicos simplemente creen en sí mismos. Creo que en los últimos tres partidos estábamos deprimidos”, dijo Edwards. “Nos patearon el culo”, admitió Jokic tras ver como su equipo se convertía en el primer campeón de la NBA que pierde por más de 36 puntos un partido de los playoffs al año conquistar el anillo. El séptimo, a vida o muerte, en la madrugada del sábado al domingo.